Ya se
está hablando del jubileo de la deuda en círculos oficiales. Prueba
de ello es que el G-20 tratará este tema el próximo miércoles. No
se van a condonar todas las deudas de momento, pero por algo se
empieza. Aquí no hay nada repentino ni espectacular porque todo va
gradualmente, pasito a pasito, y con bastante disimulo para no armar
mucho escándalo. Como un felino negro caminando por la noche al
acecho de su presa.
Todo se va cumpliendo gradualmente y los hechos me dan la razón.
¿Qué dirán ahora los que me acusaron de fantasioso, cuando no de
mentiroso? Se callarán como siempre y con mucho miedo de ver lo que
se viene encima. El miedo siempre es el fruto de la ignorancia porque
el sabio las ve venir y no le pilla por sorpresa.
Sin embargo, en España, lo más lejos que se ha llegado en este tema
es que las ‘pymes’ podrán aplazar o fraccionar sus deudas
tributarias durante seis meses, con tres meses de carencia. Pero un
jubileo real de la deuda sería beneficioso para acreedores y
deudores, así como para los ahorradores y los consumidores. La
búsqueda en Internet de la frase "jubileo de
la deuda" ha subido al nivel más alto de la historia.
ÚNICA SALIDA
La idea del Jubileo de la deuda indica que las condonaciones se dan,
no porque los gobernantes sean hermanitas de la caridad, sino que
porque en ciertos momentos podría significar la única salida de
una economía entrampada por la deuda, y es mejor abordar el tema
de forma pacífica y ordenada. Sin embargo, el dogma económico
dominante sostiene que una medida de este tipo produciría un colapso
económico a los acreedores.
En pocas palabras esto significaría limpiar la pizarra, borrón
y cuenta nueva. Significa reconocer que cuando las deudas
crecen demasiado, los deudores caen en la pobreza irremediablemente.
Y, en estas condiciones la única manera de restaurar los equilibrios
económicos es eliminar las deudas incobrables, es decir, hacer un
jubileo de la deuda.
LO PIDE EL VATICANO
Esto ya es oficial. Horas después de que el papa
Francisco dijera que se debía perdonar la carga de la deuda de
los países más pobres, también conocido como el jubileo de la
deuda, el “Financial Times” informa ahora que el
G-20 se está acercando a un plan de acción crítico para congelar
el pago de la deuda de los países pobres con el fin de evitar el
colapso de los mercados emergentes.
Se trataría de un jubileo especial por la crisis sanitaria, en el
cual los países ricos suprimirían las deudas a los países
fuertemente endeudados. Esto es lo que ha propuesto el cardenal
filipino Luis Antonio Tagle, prefecto de la
Congregación para la Evangelización de los Pueblos durante la
celebración de la misa de este domingo de Resurrección, transmitida
en directo desde Roma.
TRADICIÓN
La palabra ‘jubileo’ viene de la palabra hebrea ‘yobel’,
que significa ‘trompeta’, porque según la antigua Ley
Mosaica, se tocaban las trompetas cada cincuenta años para anunciar
el año del Señor, es decir, el año en el que se
debían eliminar las deudas personales. Por
eso yo hablo en clave
del “año del Señor”.
Hasta hace poco, muchos historiadores dudaban que la cancelación de
la deuda se hubiese puesto en práctica en la antigüedad. Pero las
investigaciones de expertos en Asiria han encontrado documentos que
certifican que en Oriente Medio, era normal que los gobernantes
proclamaran una amnistía en el momento de acceder el trono.
En lugar de hacer sonar las trompetas, muchos reyes noveles
levantaban una antorcha sagrada para indicar que se promulgaba
una amnistía por las deudas. Pero estos reyes no actuaban de manera
idealista al perdonar las deudas. Lo que trataban era de evitar que
la ciudades-Estado perdieran su fuerza de trabajo, ya que los
deudores al caer en esclavitud estaban obligados a trabajar para
prestamistas privados.
La única forma de restaurar cierto equilibrio social es una
reducción drástica de las deudas. Las que tienen mayor probabilidad
de impago son las deudas de los estudiantes, las médicas y las de
los consumidores en general. Todas bloquean el gasto en bienes y
servicios, y reducen la actividad económica real.
NUEVO PROGRAMA DE ALIVIO
El nuevo programa de alivio podría concluirse el 15 de abril en una
videoconferencia de los ministros de finanzas y los gobernadores de
los bancos centrales. El plan "congelaría los pagos de la
deuda soberana durante seis o nueve meses, o posiblemente hasta el
2021", dijo el funcionario al ‘Times’.
Por algo se empieza.
El funcionario dijo que los países desarrollados y las instituciones
multilaterales utilizarían este periodo para redactar "criterios
muy claros, país por país, de lo que va a suceder exactamente".
¿Se trata de un alivio total de la deuda? ¿Es sólo un
aplazamiento, una reprogramación? El tiempo lo dirá.
“Para que se produzca el alivio de la deuda, se necesitaría
tiempo para que se coordinara,” dijo el funcionario. “Pero
lo que se necesita inmediatamente es dar espacio
a estas personas para que no tengan que preocuparse de que el flujo
de caja y el servicio de la deuda vayan a otros países, y puedan
utilizar ese dinero para sus necesidades inmediatas” dijo el
funcionario.
CAMPAÑA
La semana pasada, la campaña del Jubileo de la Deuda, con sede en
Gran Bretaña, pidió un jubileo mundial para evitar que se derrumben
en el caos algunos de los países más pobres del mundo en medio de
la crisis sanitaria.
Sarah-Jayne Clifton, directora de la Campaña Jubileo de la
Deuda, dijo que "la suspensión de pagos de la
deuda solicitada por el FMI y el Banco Mundial ahorra dinero ahora,
pero deja la lata en el camino, y evita tener que lidiar con el
problema de la espiral de la deuda".
Clifton insta a la cancelación inmediata de los pagos de la
deuda de los 69 países más pobres del mundo este año, lo que
liberaría al menos 25.000 millones de dólares para los países en
2020, y hasta 50.000 millones de dólares si el jubileo se extendiera
hasta finales de 2021.
MERCADOS EMERGENTES
Odile Renaud Basso, presidenta del Club de París, un
grupo de las 22 naciones acreedoras más grandes, dijo al ‘Times’
que todas las naciones acreedoras y China deben trabajar
estrechamente con las negociaciones del G-20 para resolver los
problemas de los mercados emergentes.
"Debe haber igualdad de condiciones para que todos los
acreedores estén de acuerdo con los mismos parámetros clave",
dijo. "Pero con eso en marcha siempre hay una necesidad de
discusiones bilaterales entre cada nación acreedora y deudora, y
China podría trabajar dentro de ese marco. Están muy involucrados y
creo que serán parte de un acuerdo".
También ha hecho oír su voz en los llamamientos
“para que se renuncie
a la falta de pago para los países más pobres y vulnerables
afectados significativamente por la
crisis sanitaria y
la turbulencia económica conexa durante un periodo
de tiempo determinado, sin renunciar a la obligación de pago.”
FINAL DEL EXPERIMENTO
Parece que el mundo se encuentra ahora al final de un experimento
monetario de una década, en el que no funcionará esta vez la
introducción de más facilidades cuantitativas para fijar el
crecimiento por debajo de la inestabilidad en el casino financiero.
El economista español Daniel
Lacalle, director de información (CIO) de la administradora de
fondos Tressis Gestión,
dijo recientemente: "La expansión cuantitativa
no arreglará esto. Las líneas de intercambio no arreglarán esto.
Un jubileo de la deuda
arreglaría esto o varios billones de dólares en
amortizaciones e incumplimientos".
La expansión cuantitativa es una forma de política monetaria no
convencional en la que un banco central compra valores a largo plazo
en el mercado abierto con el fin de aumentar la oferta de dinero y
fomentar los préstamos y las inversiones. La compra de estos valores
añade nuevo dinero a la economía, y también sirve para reducir los
tipos de interés mediante la oferta de valores de renta fija.
También amplía en gran medida el balance del banco central.
(*) Periodista
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