MELILLA.- Los sindicatos CCOO y CSIF han denunciado que una treintena de menores
no acompañados acogidos en el Centro del Fuerte de La Purísima de
Melilla han protagonizado "un motín" que terminó "con varios cuidadores y
vigilantes heridos, algunos de los cuales requirieron atención médica
en los servicios de urgencias".
Según han explicado en sendos
comunicados de prensa, "la exigencia de una paga de diez euros" a cada
menor acogido, a propósito del fin del Ramadán, ha sido el detonante que
"provocó el viernes un motín con heridos en el centro de menores de La
Purísima".
La sección sindical de seguridad privada de CCOO
Hábitat ha explicado que los hechos sucedieron "al no acceder a dicha
petición, momento en el que los jóvenes adoptaron una actitud
extremadamente violenta, bloqueando el acceso a la Dirección del centro y
lanzando piedras y objetos contundentes -como destornilladores- contra
el personal".
"La situación --ha añadido-- alcanzó tal nivel
de agresividad que los trabajadores de primera acogida quedaron
retenidos y fue necesaria la intervención de compañeros para evacuar al
responsable de Dirección, quien también fue amenazado de muerte y tuvo
que acudir a la Guardia Civil a interponer la correspondiente denuncia".
Tras forzar las puertas, según han apuntado, "los menores salieron
del centro y continuaron el ataque desde el exterior, lanzando más
piedras al personal". Sin embargo, la rápida intervención de la Guardia
Civil "logró dispersar a los implicados, aunque persistieron los
insultos y amenazas hacia los profesionales".
Por su parte, la sección sindical de CSIF del CERM Fuerte de la
Purísima ha detallado por su parte que el pasado viernes 28 de marzo
"los menores recibieron, por ser el final de la fiesta de Ramadán,
varios regalos en forma de prendas de ropa, pero no fue suficiente para
ellos y reclamaron, de forma violenta y agresiva, una entrega de
dinero".
Los trabajadores tuvieron que contener el incidente
durante el tiempo que pasó hasta que llegó la Guardia Civil. "Muchos
compañeros sufrieron agresiones físicas y verbales, amenazas con armas
blancas y diversas lesiones", han aseverado.
Al respecto, han
avisado que "el episodio ha sido de una gravedad y un peligro enormes y
podría haber acabado con una desgracia, como ha ocurrido recientemente
en Extremadura con otra de nuestras compañeras", que presuntamente murió
a manos de tres menores acogidos.
CSIF ha criticado que al
día siguiente, el sábado 29, desde la Consejería de Políticas Sociales
de Melilla "decidió, en contra del criterio de la dirección, del equipo
técnico, del equipo educativo, de los auxiliares educativos y de todo el
equipo en general, que el dinero reclamado mediante el motín se
entregaría a todos los menores del centro".
Ante este hecho,
"todos los profesionales que trabajan en el centro sienten desacreditada
su labor y se han visto desamparados por la Administración, quien
debería trabajar con un criterio común y de forma colaborativa, no de
forma dictatorial y sin tener en cuenta a los trabajadores, que son los
que dan la cara y sufren las agresiones".
Para CSIF, se ha
sentado un "precedente nefasto en el que los menores de peor
comportamiento han conseguido un objetivo a base de violencia y
agresiones y los trabajadores han sido ninguneados y desprestigiados".
Los sindicatos han recordado que en anteriores ocasiones "se han
registrado ataques con piedras, herramientas y agresiones físicas que
han derivado incluso en hospitalizaciones de vigilantes".
Por ello, han
asegurado que "el personal trabaja en condiciones de alto riesgo, muchas
veces sin los recursos necesarios para hacer frente a situaciones de
tal envergadura".
"Llevamos mucho tiempo solicitando material
antidisturbios para hacer frente a estos motines, pero los responsables
hacen caso omiso", han resaltado.
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