BARCELONA.- Philip Alston, (1950, Australia) es el relator sobre
extrema pobreza y derechos humanos de la ONU y profesor de Derecho de la
Universidad de Nueva York. Tras dos semanas de visita por España,
concluyó que había visto barrios "en peores condiciones que campos de refugiados". Este viaje es el último que hace en el cargo y ha concedido una entrevista a El Periódico.
¿Por qué eligió analizar España?
Debemos visitar los países del norte, no solo retratar la
pobreza de los países del sur. En este mandato he evaluado EEUU y Reino
Unido, los dos grandes países anglosajones. También China, Arabia
Saudí, Malasia y Rumanía. Y viendo estadísticas europeas, España fue el
país que más me llamó la atención. Es uno de los que tienen los
problemas más serios, y a la vez está entre las economías más fuertes.
Es un país muy importante, con mucha influencia en Latinoamérica y en
Europa. Las políticas que se adoptan aquí marcan las que hacen otros
países.
En su informe deja claro que en los años recientes los
políticos españoles han gobernado para los ricos y se han olvidado del
resto de la población. ¿Quién es el culpable?
Lo más grave es que no hay un único partido responsable de esto.
Todos los gobiernos de los últimos 15 años han aplicado políticas
neoliberales. Han ayudado a que las clases más altas incrementen sus
riquezas, y no han hecho absolutamente nada para los más empobrecidos,
que han aumentado. No hablamos de un único mandato. Nos podríamos
remontar a las primeras privatizaciones de la 'era Aznar'.
¿Y qué políticas son las que lo han causado?
Han bajado impuestos para las rentas más altas y las grandes
corporaciones para que tengan más beneficios. Tampoco han atacado la
evasión fiscal de forma agresiva. Y por el otro lado, nadie ha afrontado
el problema de la vivienda, no han gastado nada en vivienda social, no
han mejorado la financiación para las escuelas, ni tampoco las
prestaciones sociales. Han hecho que las clases altas sean un 26% más
ricas, y los pobres lo sean aún más.
¿España está en la lista de países más neoliberales del mundo y no lo sabíamos?
No se ha ido tan lejos como Chile o el Reino Unido en la era de
Margaret Tatcher, pero llevan más de una década siguiendo esta
dirección. Esto es precisamente lo que quería decir cuando escribí que
España se debe mirar bien de cerca al espejo. Los españoles se creen que
su país es muy igualitario… pero esta imagen pertenece ya al pasado, la
gente no es consciente de lo que está pasando. Y el nuevo Gobierno de
coalición debería cambiar este rumbo de forma urgente.
Da la sensación de que tiene muchas esperanzas con el Gobierno de coalición…
Creo que es bueno el hecho de que el Gobierno y el
vicepresidente Iglesias hablen de pobreza, España vaciada, desahucios...
Espero que tengan el apoyo del resto de partidos para revertir esta
situación. Parece difícil, pero me gustaría que los más
vulnerables tomen relevancia y los políticos se vean obligados a abordar
sus problemas.
En su informe también habla extensamente de la pobreza
infantil, la segregación escolar… ¿Es uno de los temas que más le
preocupa?
Uno de cada tres niños españoles es pobre. Los gobernantes deben
aplicar serios programas para atajarlo. No se va a resolver solo. La
pobreza es hereditaria, esto lo dice la estadística. Estos niños van a
colegios de menos calidad, dejan antes los estudios… no acceden al
ascensor social. Y si no se afronta, sí que va a salir muy caro.
¿Qué nos deparará el futuro?
Recomiendo a los políticos españoles que tomen nota de las
protestas de los chalecos amarillos en Francia, las de Santiago de
Chile… O se actúa contra la pobreza o habrá protestas como allí. Llegará
un punto que el malestar de la gente se volverá incontrolable. Y la
vivienda es un tema muy particular en España que si no se aborda en los
próximos cinco años, acabará explotando. Es lo que está pasando en todo
el mundo. España no es distinta.
¿Sobre la situación de los inmigrantes, qué opinión tiene?
Muchos mueren para llegar a España. Pero una vez aquí, los
gobiernos pretenden hacer ver que no están y les fuerzan al mercado
negro. Es importante que puedan vivir de forma decente.
Usted destacó la regulación del alquiler como una de las
grandes medidas a adoptar, y lamentó que "solo se escucha a las
inmobiliarias". ¿Este país se ha gobernado para los rentistas?
¿Qué es mejor, el libre mercado o que el Gobierno tome el
control? En España nadie se ha hecho esta pregunta. Se ha aplicado la
ideología, el neoliberalismo, especialmente con el problema de la
vivienda. No se han intentado alternativas. Se podrían tomar muchas
medidas contra el parque de pisos vacíos, aplicar impuestos, controlar
el precio de los alquileres… Especialmente cuando el problema es de tal
magnitud que están desahuciando personas de más de 80 años, que la gente
joven no tiene donde ir a vivir... Es absurdo quedarse en los debates
antiguos. Hace poco más de una semana, el Banco de España decía que el
control de los alquileres no funcionaría. Pues mire, construir más
vivienda social tampoco va a cambiar nada en los próximos cinco años.
Hay que sofisticar el debate, tratar que otras prouestas estén también
sobre la mesa.
En el caso de la España vaciada, pero también el
chabolismo, la situación de los romanís... en su informe habla de
políticos resignados.
Es triste, pero es lo más normal. Ningún político va a afrontar
los problemas serios si no hay presión pública. Y estos tres problemas
que ha nombrado se han ignorado. Hay que hacer ruido, decir ‘aquí hay un
problema’ para que los políticos tengan que tomar partido y hagan algo.
¿Nadie escucha a los pobres?
Este es el rol que yo he venido a jugar. Tratar con personas que
su voz no se suele oír, y desde la ONU le damos una dimensión
internacional que puede ayudar. Porque los de la otra balanza (las
grandes empresas, las rentas más altas) están constantemente influyendo
en la política en todos los niveles.
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