MADRID.- El 27% de los trabajadores mayores de 50 años desempeña su actividad
dentro de la Administración Pública, Educación y Salud. Según el Banco
de España, los mayores están ocupados en mayor proporción en la
Administración Pública respecto al resto de las edades, refleja elEconomista.
Cuanto más alta
es la formación más tienden a concentrarse en esta actividad
profesional. Hasta el punto que el 50% de trabajadores entre 55 y 64
años con niveles de educación altos desarrollan su vida laboral
vinculados a un empleo público.
Mientras, el resto de trabajadores
veteranos se enfrentan al riesgo de una retirada prematura por las
exigencias de sus empleos y las dificultades de la pequeña empresa de
adaptar su puesto de trabajo a su habilidades.
La brecha generacional en el mercado laboral español gira alrededor
de la calidad de los puestos de trabajo. En los tiempos de trabajos
precarios y sueldos bajos, el puesto de funcionario público puede
definirse como el máximo en calidad de empleo. Ofrece estabilidad y
mejores salarios.
Pero además, según un estudio reciente del Banco de
España, requiere menos capacidades y habilidades que otros sectores,
donde en general hay más trabajos que requieren esfuerzo físico,
competencia numérica, comprensión lectora y dominio de las nuevas
tecnologías.
El artículo Envejecimiento, productividad y situación laboral
de Brindusa Anghel y Aitor Lacuesta destaca que los trabajadores
mayores de 50 años acaparan los puestos de trabajo más codiciados del
mercado laboral español.
"Independientemente del nivel educativo, los
mayores están ocupados en mayor proporción en la Administración
Pública", indican los economistas. Para llegar a esta conclusión
utilizan una ratio proporcional en relación con el total de trabajadores
entre 15 y 64 años distribuidos por sectores de actividad y nivel
educativo.
De esta manera, una ratio superior a 1 indica que la concentración de
población de más de 50 años ocupada en ese sector es mayor que para el
conjunto de los trabajadores. Esta circunstancia se observa en todos los
niveles educativos pero con mayor intensidad en educación media, que
comprende estudios superiores a la ESO, pero inferiores a
universitarios.
Los expertos comparan esta distribución sectorial de los trabajadores
españoles más veteranos con el entorno europeo, y no es un fenómeno
propio del país. También se da en Alemania, Austria, Bélgica, Chipre,
Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia,
Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos y
Portugal; aunque con menor intensidad que en España, a partir de los
datos extraídos de la Encuesta de Población Activa de Eurostat.
Los investigadores todavía bajan más al detalle analizando la
proporción sectorial que tienen los mayores de 55 años según su nivel de
estudio. La población con menor nivel educativo de este segmento está
bastante repartida entre varios sectores de la economía; destacan el 21%
en el resto de los servicios (donde sobresalen el servicio doméstico y
las actividades administrativas y auxiliares, ambos con un 8%), el 16%
en comercio, el 15% en industria y el 13% en Administración Pública,
educación y salud.
Precisamente en este rango de formación es donde la concentración
dentro del funcionariado es menor y es superior en Europa. Los expertos
destacan que este grupo de trabajadores mayores son los que antes
comienzan a retirarse de la vida laboral porque desempeñan puestos de
trabajos de mayor exigencia física.
Así, los mayores de 50 años con
menor nivel de educación tienen una tasa de actividad, personas en
disposición de trabajar dentro de un grupo homogéneo, inferior al 80%,
cuando esta era del 85% a los 35 años, y se reduce más de la mitad,
hasta el 41%, cuando alcanzan los 60-64 años. Mientras la tasa de
actividad no se reduce por debajo del 90% para la población con estudios
superiores hasta los 55 años, alcanzando el 56% entre los 60 y los 64
años.
Aproximadamente la mitad de los trabajadores mayores de 55 años con
estudios medios está ocupada en la Administración Pública, educación y
salud, con el 30%, y otros servicios, con el 21%, entre los que destacan
las actividades profesionales, las administrativas y el servicio
doméstico. Los expertos vinculan el sector de la educación y salud al
sector público por la elevada tasa empleo público que tienen en España.
En este grupo se comienza a observar las primera diferencia con el resto
de Europa.
La industria europea absorbe mucho más capital humano que en España
donde el sector es más pequeño. La hostelería cubre el hueco que deja la
industria española, con la diferencia que supone al ser trabajos más
intensos en mano de obra, pero con menores salarios y peores condiciones
laborales.
Los expertos añaden que este tipo de empleo "conllevan más
esfuerzo físico, inherentes a los trabajos de la hostelería, y podrían
provocar una salida más rápida del mercado laboral de los trabajadores
de mayor edad en España". Algo que choca con la intención de los
distintos Gobiernos de retrasar la edad de jubilación para intentar
mantener los ingresos por cotizaciones.
Para
los trabajadores mayores y con estudios superiores, las cifras todavía
son más evidentes. En España solo Administración Pública, educación y
sanidad acumulan el 50% de los trabajadores mayores, y el resto de los
servicios, el 21%, entre los que destacan las actividades profesionales.
Hay una escasa participación en el sector primario, hostelería,
transporte y construcción.
El análisis del informe se hace a partir de porcentaje, pero cuáles
son los números absolutos de trabajadores mayores de 50 años. Según la
última encuesta de la EPA del INE, correspondiente al cuarto trimestre
de 2019, hay 6,327 millones personas mayores de 50 años que trabajan. El
número de ocupados total es de 19,9 millones. Suponen el 31% de la
fuerza laboral de España frente al 53% de trabajadores con una edad
comprendida entre 30 y 49 años y al 15% de los menores de 30 años.
El INE también refleja el mayor peso de los mayores de 50 años en el
empleo público. De los 6,3 millones personas que trabajan con esta
edad. 1,4 millones lo hacen como empleado público, representando el
22,8% del total de trabajadores en este rango de edad. Los menores de 30
años solo representan 8,5% y entre 30 y 50 años suponen un 14%.
Sin embargo, por ramas de actividad el sector que emplea a mayor
número de mayores de 50 años es el comercio minorista y mayorista, que
incluye talleres. En concreto, los ocupados asciende a 855.000 personas.
Después aparece la industria manufacturera con 715.000 trabajadores. En
tercera posición aparece la actividades sanitarias y servicios sociales
con 633.000 empleados.
Y le siguen Administración Pública y defensa
(623.400 personas) y educación (487.000 persona). Si se tiene en cuenta
los criterios del estudio del Banco de España, las tres últimas
actividades, educación y sanidad tienen una alta participación en el
empleo público, acaparan 1,7 millones de los trabajadores mayores de 50
años, el 27% del total.
En la última información disponible sobre la distribución de salarios
de la EPA también se podía observar lo que supone trabajar para la
administración. El salario medio en el sector público es de 2.654 euros
brutos al mes (en 12 pagas con las extras prorrateadas), mientras que el
salario medio en el sector privado alcanza los 1.772 euros brutos
mensuales.
En el sector privado el 22,3% de los trabajadores obtuvieron
un salario de más de 2.187,2 euros, mientras en el caso del sector
público casi el 62% de los trabajadores tienen un salario que supera esa
cifra.
Para explicar estas diferencias concentración de salarios elevados en
el sector público hay que tener en cuenta que hay un mayor porcentaje
de trabajadores con estudios superiores, tal como apunta el estudio del
Banco de España, además del el menor peso del trabajo a tiempo parcial y
la mayor antigüedad.
Otra de las grandes diferencias es que la tasa de
parcialidad del sector privado se sitúa en el 16,2%, mientras en el
sector público es del 7%, lo que se traduce en un mayor penalización en
la nóminas privadas.
El colectivo de más edad tiene una menor probabilidad de realizar tareas que requieran esfuerzo físico
El
documento de Anghel y Lacuesta apunta que más allá del sector en el que
la persona esté empleada, las tareas a las que se dedican los
trabajadores varían con la edad. "El colectivo de más edad tiene una
menor probabilidad de realizar tareas que requieran esfuerzo físico y
una mayor probabilidad de trabajar en puestos donde son necesarios los
conocimientos acumulados a lo largo de la vida laboral", indican.
Los autores plantean que el cambio en las habilidades de las personas
con la edad sugiere la conveniencia de poder reasignar las tareas de
los trabajadores para que puedan seguir manteniendo una carrera laboral
productiva, aunque como demuestran en su investigación en la función
pública hay plena adaptación para la habilidades y recursos de los
empleados mayores.
Pero el resto de trabajadores que están fuera de la administración
pública existe un problema estructural, según los expertos. "La economía
española presenta un alto porcentaje de empresas pequeñas, con
especialización en determinados servicios con elevada intensidad física,
como la agricultura, el comercio, la hostelería o el servicio
doméstico", explican.
Será más difícil que este tipo de empresas incorporen esquemas de
flexibilidad interna en la empresa que favorezcan ajustes de las
condiciones laborales para determinados colectivos mayores en materia de
jornada, horarios o salarios.
"Hay que tener en cuenta la evidencia que
subraya la relación positiva entre la edad efectiva de jubilación y la
posibilidad de disponer de un trabajo con tareas adecuadas a la edad",
concluyen.
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