MADRID.- La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia y Relaciones con las Cortes, Carmen Calvo, ha
descartado este miércoles que el salario mínimo interprofesional (SMI)
vaya a subir de golpe desde los 900 euros actuales a 1.000 euros
mensuales.
"De una vez no. Tiene que ser un crecimiento progresivo y asumible por
el campo empresarial y que no provoque problemas en las pymes.
Sabemos que esto tiene un efecto no deseado en el mundo rural de
nuestro país, que es donde hay que sostener las iniciativas
empresariales y a los autónomos", ha señalado la vicepresidenta en
declaraciones a la Cadena SER.
Así, Calvo ha subrayado que el Gobierno tiene, en este asunto, un diagnóstico "bastante fino",
de manera el SMI subirá, pero de manera progresiva para que las
empresas no sufran "daños colaterales" que pongan en riesgo el
crecimiento del empleo.
La vicepresidenta, que ha insistido en que la subida del SMI es una "obligación" que emana de la Carta Social Europea,
ha explicado que el objetivo es que, en cuatro años, en esta
legislatura, el SMI de España se iguale al de otros países de Europa.
Ello, ha añadido, requerirá fortalecer el diálogo entre sindicatos y
empresarios, con la "connivencia y responsabilidad del Gobierno".
"En la crisis se cargó la mano contra los trabajadores. Hay que
restañar esos equilibrios, pero tampoco podemos poner en riesgo el
crecimiento de la economía", ha precisado.
En
respuesta a las advertencias empresariales sobre los efectos de la
subida del SMI sobre el empleo, Calvo ha asegurado que, con la subida a
900 euros mensuales en 2019, se constató que, frente a otros
pronósticos, "no se destroza empleo" y que esta mejora del salario
mínimo conviene al funcionamiento económico del país y al consumo.
"El
mundo empresarial tiene absolutamente claro que somos un Gobierno que
va a tomar decisiones, pero que somos gente bastante prudente (...).
Para que exista crecimiento económico hace falta paz social
(...) No hay crecimiento económico si no hay tranquilidad social y eso
no va a ocurrir aquí porque vamos a tomar decisiones ponderadas", ha
asegurado la vicepresidenta.
Calvo ha afirmado que el deseo del Gobierno es reactivar "de manera respetuosa" el diálogo social,
que arrancará esta misma tarde.
En otro orden de cosas y preguntada por si el Gobierno quiere derogar toda la reforma laboral
de 2012 o sólo una parte, la vicepresidenta ha avanzado que la ministra
de Trabajo ya tiene en cartera "una primera reforma importante" que
afectará al artículo de la reforma laboral que permite despedir a un
trabajador por acumular bajas médicas aunque estén justificadas.
"Yo tengo en mi mesa el plan de trabajo de ese Ministerio y
tiene prácticamente fecha un Real Decreto-ley de modificación de este
asunto puntual. Es bastante clamoroso que a cualquiera se le pueda echar
del trabajo cuando lo que tiene pueden ser problemas graves de salud",
ha dicho la vicepresidenta, que no ha precisado en qué fecha abordará el
Consejo de Ministros este decreto.
En
su opinión, hay asuntos de la reforma laboral que hay que abordar de
manera "urgente", como el del despido por bajas médicas, y que "serán rápidos".
A la pregunta de si las relaciones con la Iglesia cambiarán
con este Gobierno en lo referente a la fiscalidad, Calvo ha asegurado
que será "más justa" y, por tanto, la Iglesia tendrá que pagar el IBI en
aquel patrimonio "que no esté afecto a sus funciones como religión".
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