GUADALAJARA.- El presidente del SCRATS, el murciano Lucas Jiménez, minimiza los daños del Trasvase y presume de
que afecta a pocas personas, sin tener en cuenta que no solo se ve
perjudicada la comarca ribereña, sino también municipios como Toledo,
Aranjuez o Talavera. Obvia por completo el daño ambiental causado en el
Tajo y en el Mar Menor, se desentiende de cualquier evidencia científica
y es incapaz de descifrar el significado de la Directiva Marco del
Agua, dicen directivos de la Asociación de municipios ribereños del Alto Tajo en un comunicado.
"Es un vergonzoso vestigio del pasado, la cabeza visible de los
monstruos que nos han llevado a esta situación, inflando la burbuja
insostenible del regadío sin atenerse a ninguna consecuencia, la
historia les pondrá en su lugar".
Resulta difícil para los ribereños contener la rabia y mantener la
educación tras la enésima humillación "perpetrada por los mismos abusones
de siempre: el Sindicato de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, el
infame SCRATS. Solo la perspectiva de un futuro mejor les mantiene
firmes en su lucha, sin violencia, firmes en los datos y apoyados en la
ciencia".
Para su vicepresidente, Borja Castro, "es descorazonador tener que
seguir desmintiendo las barbaridades que sueltan los miembros del
sindicato, parece mentira que no sepa que el Trasvase afecta a un río
entero, que nos conecta con Portugal, que es un río en cuya ribera viven
fácilmente más de un millón de personas".
Pero, apostilla, "lo más
grave no es si afecta a más o menos personas, porque todo el mundo tiene
derecho a ganarse la vida en su tierra, no solo ellos, seamos mil o un
millón; lo más grave el inconcebible daño ecológico que la agroindustria
ha hecho a este país, secando un río como el Tajo y envenenando la
albufera del Mar Menor, cuyas imágenes de octubre le perseguirán toda la
vida".
Por su parte, la presidenta de la Asociación, María de los Ángeles
Sierra, alcaldesa a su vez de Cañaveruelas, uno de los municipios
afectados por la falta de agua, hierve ante las desafortunadas
declaraciones, una vez más, de Lucas Jiménez.
"Ningunear a nuestros
municipios por ser pequeños es reírse de la España vaciada, de la
Castilla humillada una y otra vez por mafiosos como él, que creen que
pueden jugar con el patrimonio de todos los españoles para hacerse
ricos".
El vocal de los municipios ribereños ante la Mesa de Explotación del
Trasvase, Francisco Pérez Torrecilla, advierte con datos de que nadie
les amedrentará. "Si quiere informarse, en la web de los ribereños tiene
el señor Jiménez un estudio universitario cuantificando los daños
generados por su culpa en nuestra comarca, de paso se puede leer la
sentencia del Tribunal Supremo, porque no ha entendido ni media",
explica en referencia a los caudales ecológicos del Tajo.
"Están
acostumbrados a mandar sobre el Tajo y se piensa que son ellos como
siempre los que marcarán cuál es el caudal que debe llevar el río, se
creen por encima de las leyes del hombre y de la naturaleza, pero eso se
ha terminado".
El estudio puede descargarse en la url http://ow.ly/RLYD50xZSms o
accederse a él desde la portada de la web de la asociación,
riberenos.es.
En él, Enrique San Martín, de la Facultad de Ciencias
Económicas y Empresariales de la UNED; Beatriz Larraz, de la Facultad de
Ciencias Jurídicas y Sociales de la UCLM; y Nuria Hernández-Mora, de la
Fundación Nueva Cultura del Agua, desgranan las consecuencias de
cuarenta años de trasvase sobre los municipios ribereños de Entrepeñas y
Buendía, comparándola a su vez con la evolución de los ribereños del
embalse de San Juan, en Madrid.
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