viernes, 10 de abril de 2020

Reactivación y medidas de rescate / Ángel Tomás *

La irrupción de la pandemia que aún padecemos en la economía mundial, ha ocasionado una paralización y un conflicto sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. Entre las consecuencias nefastas destacan: -una contracción de la actividad de porcentaje aún desconocido, que se estima supere seis billones de dólares en producción económica durante el primer semestre del año en curso, —grandes pérdidas de empleo a tiempo completo, - un descenso del consumo de muy difícil recuperación, y - una descomposición integral de los presupuestos anuales estatales, que requiere adaptarlos a las necesidades de rehabilitación y emprendimiento indispensables para la supervivencia, las relaciones humanas y la paz social.

En España la previsión, planificación y toma de decisiones preventivas de los órganos rectores, no ha respondido a las necesidades urgentes exigidas y advertidas. Los responsables ejecutivos de cualquier actividad, no solamente deben dirigir y controlar el día a día, sino que deben vigilar y superar la influencia de los agentes externos lesivos que impidan alcanzar los objetivos establecidos y deben estar en posesión de una gran preparación, agilidad mental, visión de futuro, responsabilidad y sobre todo: altruismo.

La paralización empresarial está ocasionando un catastrófico estancamiento económico y social, como el de las compañías aéreas, en las bolsas mundiales, en el sector industrial, en el petróleo tanto del Brent como el de EEUU, en el comercio, en el turismo y los servicios. El sector productivo mundial, durante el primer cuatrimestre de este ejercicio, sufrirá una contracción posiblemente no inferior al 15%.

La actual situación de empobrecimiento creciente, exige poner los medios y ayudas necesarios para reanudar la actividad sin perder un solo día. La vulnerabilidad, laxitud y políticas partidistas centralizadas, deben ser abandonadas y sustituidas por una unión nacional coordinada en la innovación, creatividad, expansión exterior y asistencia a los más necesitados afectados por el virus. 
 
El gobierno debe cambiar de mentalidad de inmediato, rechazar los independentismos y las inoportunas y encontradas filosofías políticas, estimulando a los emprendedores y trabajadores, para que con el esfuerzo y sacrificio volvamos a los niveles de bienestar que habíamos conseguido, o terminaremos abandonando una democracia liberal constructiva para situarnos en un populismo totalitario empobrecedor.

Análisis de las medidas de rescate monetario

Es necesario acabar con la fragmentación del sistema financiero de Europa que no terminamos de superar, tenemos que organizar un nuevo sistema de estabilización euroeconómico-financiero para lanzar y administrar equilibradamente la necesaria masa monetaria temporal, de la que urge disponer para la rehabilitación.

La decisión de la Comisión Europea de dejar en suspenso el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), sin concretar un Programa de Coordinación Fiscal Regulatorio para toda la eurozona, puede empeorar la indeseada y existente diferencia en los sistemas financieros de todos sus socios. Es necesario la aportación de recursos, pero de forma coordinada controlada y ajustada a las diferentes posiciones deficitarias de cada miembro.

Ejemplo de cuanto exponemos en el párrafo anterior, son las diferentes propuestas que se han hecho públicas en escaso espacio de tiempo. - Francia propone a Bruselas un fondo de rescate temporal independiente del ofrecido por el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). –Múnich postula fondos de 100.000 millones de euros a dos meses y 200.000 a tres. -La Fed, ofrece liquidación semanal de 15.000 millones de dólares al 0,30 de interés para el Banco Central Europeo con destino a familias y empresas, entre otras varias.

El paro en la UE, según Eurostat, en el mes de febrero, (19 países), alcanzó el 6,5%, muy superior en el sur que en el norte, en España el 13,6%, en Grecia el 16,3%, mientras que en Alemania el 3,2% y países bajos 2,9%. La tasa de paro alcanzará niveles insoportables, por ello, lanza un plan Kurzarbeit de reducción de la jornada laboral para la UE con el fin de conservar empleo pagando parte de los salarios los propios Estados.

A la paralización empresarial hay que unir, la deflación, el alto endeudamiento exterior, el riesgo sistémico, la ineficacia de las instituciones y en algunos casos su inacción, y la inestabilidad financiera. Todo lo cual obliga a impulsar nuevos proyectos obligados por el peso de la realidad, pero prestando mucha atención a los riesgos, intentando cuantificarlos dentro de la gran incertidumbre que siempre ofrece el futuro. Por ello, estudiemos previamente el pasado en cuanto a los orígenes de las crisis, las soluciones aplicadas y los resultados obtenidos.

Es preciso revisar la asignación de recursos en nuestro país, como consecuencia de la crisis actual, para crear una nueva estructura económica sólida e impulsora del crecimiento continuado, aunque controlado, que nos sitúe al nivel de los países más avanzados. Todo ello debe ir acompañado de una reducción del tamaño de las Instituciones, y de una gestión efectiva ejemplar de los organismos controladores dotándolos de nueva normas reguladoras, así como el cumplimiento de los futuros presupuestos estatales y regionales.

La caída simultánea de la demanda y la oferta ocasionada por un agente externo con efectos globales extraordinarios, el confinamiento, y como consecuencia la paralización de la actividad productiva, han llevado a una disminución del PIB en escasos meses de aproximadamente el 6%, porcentaje que podría situarse en el 15% anual si no se adoptan las medidas oportunas. Ello obliga a la toma inmediata de medidas específicas y con rigor, cambio de normas y estructura de todos los presupuestos nacionales en Europa, y a una mayor integración europea.

Las nuevas medidas principales tendrán su base en los siguientes principios:

1.- Distribución eficaz y justa de los recursos de salvamento, en especial hacia el consumo y el sector de venta al detall, eliminando la asignación a partícipes especulativos cuyo objetivo sea exclusivamente el enriquecimiento.

2.- Un cambio en la estructura y patrón del crecimiento, controlando y eliminando las tensiones comerciales.

3.- Obligación a los gobiernos de países altamente endeudados a una importante reducción del gasto público mediante planes viables de reducción del déficit, y de los costos no productivos empresariales. La deuda y los gastos excesivos suponen apalancamiento, que conduce siempre a nuevas crisis.

4.- Potenciación de las exportaciones, apoyando la apertura de nuevos mercados y los proyectos empresariales competitivos.

5.- Recuperación de la inversión privada perdida por el paro y el forzado cierre temporal.

6.- Paralizar las inversiones de grandes estructuras y estatales no imprescindibles ni rentables, muchas de ellas llevadas a cabo con falta de precisión.

7.- Ante la iniciada expansión del nuevo virus en África, que pudiera ocasionar veinte millones de desempleados, establecer un control sanitario analítico que impida la inmigración a Europa de los no inmunes.

La administración de recursos ha de ser la adecuada para la necesaria recuperación, previo estudio de los desequilibrios con controles al crecimiento excesivo del crédito en determinados sectores, labor que debe ser asignada a un selecto y experimentado equipo profesional.

Es por tanto necesario la urgente recapitalización de todo el sistema bancario europeo, y una vez alcanzados los niveles de alta solvencia, se administre el uso de los fondos públicos con absoluta transparencia, eficacia y cumplimiento de los programas de rescate.



(*) Economista y empresario

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