Huawei
Technologies Co., Ltd, quizá la empresa tecnológica fabricante de
móviles más importante del mundo, parece que ha recibido un revés con la
prohibición de Trump, en el sentido de que deje de utilizar tecnología
americana en sus productos.
La reacción de Google de prohibirle la
utilización de Android en sus terminales nos demuestra que estamos en
casi un monopolio tecnológico, por parte del buscador, que puede hacer
peligrar al gigante tecnológico.
Durante
años, los gigantes tecnológicos fabricantes de móviles se han sentido
cómodos dejándose caer en manos de Google en lugar de, como hace Apple,
diseñar sistemas operativos propios. Otra vez el gratis total está a
punto de revolucionar la visión que tenemos de esa manera de hacer
negocio.
Huawei ha ganado mucho dinero fabricando terminales sin invertir en sofware. Confió en el código abierto de Android y lo utilizó. Google ha gastado muchos miles de millones en el sistema que utilizan casi la totalidad de los llamados smartphones. Y ahora vemos la consecuencia de gratis total.
Huawei ha ganado mucho dinero fabricando terminales sin invertir en sofware. Confió en el código abierto de Android y lo utilizó. Google ha gastado muchos miles de millones en el sistema que utilizan casi la totalidad de los llamados smartphones. Y ahora vemos la consecuencia de gratis total.
Hace
años recuerdo que hasta Microsoft tenía un sistema operativo para los
móviles que funcionaba con relativo éxito. Pero la imposición del
buscador si querías utilizar sus navegadores, sus mapas, le hicieron
desistir en desarrollo propio y echarse en brazos de Google, que visto
lo visto, monopoliza el mercado del móvil a las órdenes del residente de
Estados Unidos.
No
me creo que los chinos no tengan tecnología propia para hacer frente al
navegador de Google. Y a lo mejor es la hora de que nos demos cuenta de
que no podemos estar en manos de un sistema controlado sólo por Google.
Y que la teoría del gratis total en internet les va a salir muy cara a
los tecnológicos fabricantes de móviles que no han imitado a Apple.
A
los diarios españoles, cuando en el dos mil decidieron dar gratis lo
que cobraban en sus versiones impresas, ya han visto las consecuencias.
El lector se ha acostumbrado a no pagar por las noticias. Las quiere
gratis. La moda del free ya terminó con muchas empresas que no podían
trabajar gratis. Y seguirán cayendo…
A lo mejor lo de Huawei es el
revulsivo que necesitábamos para darnos cuenta de que no hay nada
gratis. El trabajo hay que pagarlo o tarde o temprano nos pasará
factura.
(*) Columnista y escritor
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