miércoles, 12 de marzo de 2025

Frente al rearme europeo, desobediencia e insumisión social, proclama la CGT


 MADRID.- En una reunión extraordinaria de los 27 países de la Unión Europea, ha quedado aprobado este 6  de marzo un programa de rearme sin precedentes, que asciende a 800.000 millones de euros en  cuatro años para hacer frente a la supuesta “amenaza de Rusia”. El plan presentado por la  presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, incluye la relajación de las reglas  fiscales para que los países aumenten el gasto militar. 

Pedro Sánchez no ha tardado en mostrar públicamente su apoyo a este programa de rearme y su  compromiso para alcanzar el 2% del PIB en gasto en defensa antes del año 2029. Adelantándose a  lo que se comprometió en 2022 en el marco de la cumbre de la OTAN en Madrid. Por tanto, el  Estado Español deberá aumentar el gasto militar en otros 20.000 millones de euros.  

Para cumplir con los compromisos del plan ReArm Europe, el Estado español deberá aumentar  este año el presupuesto militar en 3.500 millones de euros, manteniendo un gasto de 23.897  millones de euros cada año hasta 2028. Unos gastos que sin duda van a afectar gravemente al  gasto social. 

Ya en 2023 el gasto militar conjunto de los países de la UE se incrementó el 16%, lo que supone la  mayor subida desde la guerra fría. En el caso español, el presupuesto oficial en gastos militares  prácticamente se duplicó al incluir los gastos comprometidos en otras partidas ministeriales,  superando así durante varios años ese 2% del PIB, en inversión total en armamento, tal y como  denuncian las organizaciones antimilitaristas. 

Esta es la dinámica que se viene observando en toda Europa en los últimos años. Según Centre  Delàs en 2021 las cinco principales empresas beneficiarias de los proyectos del Fondo Europeo de  Defensa: Leonardo, Thales, Airbus, Saab e Indra, recibieron más del 30% de la financiación. Por  países, los principales beneficiarios son Francia, Italia, España y Alemania, que obtienen en  conjunto, casi dos tercios (65,1%) de la financiación total. 

Los gigantes europeos llevan meses aumentando su valor, como la alemana Rheinmetall que ha  subido un 85% en bolsa en lo que va de año, seguida de la francesa Thales hasta un 72%, la italiana  Leonardoun 65%, y la española Indra un 46%. Por su parte la británica BAE Systems ha subido un  13,36%, solo en los últimos días tras el anuncio de rearme europeo. 

Estamos ante un lucrativo negocio al que los gobiernos europeos no piensan renunciar. Y donde el  Estado Español es uno de los principales beneficiarios. 

 

La lógica militarista de Europa se asienta en la economía de guerra, para consolidar un proceso de  rearme que se inició hace ya muchos años. Mientras se escuchan tambores de guerra y se  implementan planes para reactivar el servicio militar con diferentes modalidades.  

Un mundo controlado por oligarquías que compiten entre sí por el control de los recursos y la  hegemonía económica internacional, reproduciendo las mismas dinámicas coloniales y  extractivistas de siempre, donde los gobiernos europeos nos conducen a un peligroso escenario  bélico. Porque el capitalismo ya no puede ofrecer otra cosa que la guerra como forma de escapar  de sus propias contradicciones, para iniciar así un nuevo proceso de acumulación basado en la  destrucción y la muerte.  

El Feminismo y las luchas anticoloniales de los últimos años nos han enseñado que el Capitalismo  ha ido transformado el conflicto Capital – Trabajo en un conflicto Capital – Vida.  

Frente a esa lógica de la muerte, las organizaciones que se definen como anarcosindicalistas, de  clase, federalistas, internacionalistas y antimilitaristas estamos llamadas a capitalizar el  descontento y la desigualdad social, que va a generar el aumento de los gastos militares, con  movilizaciones por la paz, por la defensa de los servicios públicos, los derechos humanos y la  protección del planeta, para transformar la realidad a través de las luchas por la vida. 

Desde CGT hacemos un llamamiento a la desobediencia civil y a la insumisión social, para iniciar un  nuevo proceso de movilización que pueda responder a la Necropolítica imperante, a la altura de  las grandes movilizaciones por la paz que nos han precedido, desde el internacionalismo, el apoyo  mutuo, la solidaridad y la acción directa. Porque nos va la vida en ello. 

¡Guerra a sus guerras! 

¡Ni Guerra entre pueblos, ni paz entre clases! 

Secretariado Permanente del Comité Confederal 

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