MADRID.- Las
restricciones a la llegada de turistas internacionales a España se
extenderán hasta el mes de octubre. Es la previsión que maneja el
Gobierno, que aprobó en el Consejo de Ministros un calendario que
mantiene las restricciones a la movilidad y el cierre de fronteras hasta
bien entrado el otoño.
Este calendario fue plasmado en
un cronograma «orientativo» que no tiene «carácter exhaustivo».
«Las
decisiones y fechas concretas sobre el efectivo levantamiento de toda
limitación establecida durante el estado de alarma se determinarán a
través de los correspondientes instrumentos jurídicos», explica el
documento, firmado por el Ministerio de Sanidad.
El Ejecutivo también aclara que la desecalada tendrá distinta evolución «si todo evoluciona favorablemente frente a escenarios con rebrotes de diferente gravedad que podrían alargar el proceso».
El Gobierno ya trabajaba a principios de abril con un plan que contemplaba un verano sin turismo exterior, con las fronteras cerradas en ese caso. Una medida de doble dirección, tanto para las entradas como para las salidas. Es decir, que los españoles se hagan a la idea de que en el periodo estival, nadie saldrá del territorio nacional, a menos que un certificado de salud específico lo recomiende.
El sector turístico ha empezado a asumir que la llegada de visitantes extranjeros este verano será imposible. Este martes, el holding propietario de Iberia, IAG, aseguró en un comunicado remitido a la CNMV que preveía que la crisis se extendiera durante años. Y en el sindicato de pilotos Sepla contemplan que los vuelos no recuperen los niveles precrisis hasta 2023.
El Ejecutivo también aclara que la desecalada tendrá distinta evolución «si todo evoluciona favorablemente frente a escenarios con rebrotes de diferente gravedad que podrían alargar el proceso».
El Gobierno ya trabajaba a principios de abril con un plan que contemplaba un verano sin turismo exterior, con las fronteras cerradas en ese caso. Una medida de doble dirección, tanto para las entradas como para las salidas. Es decir, que los españoles se hagan a la idea de que en el periodo estival, nadie saldrá del territorio nacional, a menos que un certificado de salud específico lo recomiende.
El sector turístico ha empezado a asumir que la llegada de visitantes extranjeros este verano será imposible. Este martes, el holding propietario de Iberia, IAG, aseguró en un comunicado remitido a la CNMV que preveía que la crisis se extendiera durante años. Y en el sindicato de pilotos Sepla contemplan que los vuelos no recuperen los niveles precrisis hasta 2023.
Hoy el
ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no ha puesto
fecha, ni siquiera de forma aproximada, a la reapertura de las fronteras
con Francia y Portugal,
una decisión que ha vinculado en exclusiva a criterios de salud
pública, el mismo día en que la Comisión Europea ha pedido a los 13
países europeos que han cerrado sus fronteras interiores a reabrirlas
"lo
antes posible" para relanzar el turismo.En rueda de prensa conjunta con el titular de Sanidad, Salvador Illa, desde el Palacio de La Moncloa, Grande-Marlaska
ha indicado que el deseo de España es reabrir sus fronteras interiores
"cuanto antes, siempre que los criterios de salud pública permitan
evidentemente quitar los controles en frontera". Algo que se hará
tomando en consideración "trabajos serios como los que se están
realizando en el conjunto de los países de la UE para controlar y
contener el Covid-19".
"Todos somos conscientes de que no hay
reconstrucción social ni económica si no hemos solucionado el tema de la
salud", ha abundado el ministro, que ha incidido en que como principio
primordial en la toma de decisiones figura la salud pública "y en
segundo lugar, la reconstrucción económica y social del conjunto de los
países de la UE".
"Pero
el primer elemento que es nuestro objetivo es la
salud pública", ha remarcado Grande-Marlaska ha recordado que cada
semana se reúne por videoconferencia con sus colegas de la UE para
hablar del control de las fronteras exteriores e interiores. En este
sentido, ha señalado que existe una voluntad compartida de trabajar de
forma conjunta porque todos tienen "un mismo objetivo, volver a la
normalidad a la mayor brevedad posible".
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