MADRID.- El próximo 2 de mayo se dará un paso más hacia el desconfinamiento. Así lo ha anunciado Pedro Sánchez,
cuya intención es que a partir del fin de semana siguiente se permitan
las salidas a la calle para realizar deporte de manera individual o para
pasear
con aquellas personas con las que se convive. Una medida que estará
condicionada a que los datos de contagiados y de fallecidos mantengan la
misma dinámica que hasta ahora y no se produzca un rebrote.
"Sera el Ministerio de Sanidad quien dicte una orden en los próximos días, insisto, si la evolución de la epidemia es
favorable como lo viene siendo hasta ahora", ha dicho Sánchez
recalcando que la medida solo entrará en vigor si los expertos lo
consideran conveniente. Sin embargo, ha asegurado que hay cierto
"optimismo" de que sea posible.
Aun así, el presidente del Gobierno
ha llamado a la ciudadanía a mantener, mientras tanto, las estrictas
restricciones actuales. "Nos ha costado demasiado sacrificio llegar
hasta aquí, nos ha costado demasiado doblegar la curva de contagios y la
curva fatal de fallecimientos como para ponerlo en riesgo por un exceso
de precipitación", ha sentenciado.
Esta medida se suma al "alivio" que anunció Sánchez la semana pasada para los más pequeños y que autoriza a los niños menores de 14 años a poder salir
desde este domingo a la calle para pasear en un radio de un kilómetro
de su domicilio entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche
acompañados por un adulto que conviva con ellos o un empleado de hogar
con autorización.
Además, el Gobierno está elaborando un 'Plan de desescalada' que Sánchez presentará el próximo martes tras su aprobación en el Consejo de Ministros.
Según ha explicado, será él mismo quien de cuenta sobre este programa
que, ha apuntando, organizará las medidas para avanzar en el
desconfinamiento durante el mes de mayo.
"Es el Gobierno de España el
que va a pilotar esta vuelta a la nueva normalidad", ha afirmado
Sánchez tras ser preguntado por las exigencias de algunos presidentes
autonómicos, entre ellos y con mayor insistencia el 'president' de la
Generalitat, Quim Torra, de tener más capacidad de decisión respecto al desconfinamiento.
Aun así, el presidente del Gobierno ha concretado que hablará con los representantes de las comunidades autónomas
en la reunión que mantendrán este domingo para conocer sus propuestas y
tenerlas en cuenta en la planificación de la desescalada.
Sánchez ha asegurado que todo el proceso de desescalada será gradual, asimétrico y coordinado.
Respecto a la primera de estas características, Sánchez ha apuntado que
no se va "a recuperar de golpe toda la actividad y movilidad social"
sino que el alivio de las restricciones se hará "por etapas"
y teniendo en cuenta los diferentes sectores económicos y siempre con
la posibilidad de tener que dar pasos hacia atrás si se considera
necesario.
Por otro lado, como ya dejó entrever el fin de semana pasado, la vuelta a una "nueva normalidad"
no se hará de manera conjunta en todo el país, sino que será por
territorios que no tienen porqué coincidir con comunidades autónomas o
provincias. "Hay zonas muy afectadas vecinas de otras donde el virus
parece haber pasado de largo", ha dicho Sánchez para defender este
planteamiento.
No obstante, el
líder de los socialistas ha dejado claro que este proceso de desescalada
se hará de manera "coordinada" entre todas las instituciones y se
basará en las "mismas reglas" aunque se haga en tiempos y lugares
diferentes. "La desescalada tiene que serlo en equipos", ha sentenciado
Sánchez tras argumentar que "entramos juntos y vamos a salir juntos como
país".
El proceso será por fases y de forma asimétrica, no por autonomías, como se podía esperar como área de referencia, sino por territorios, ya sean zonas rurales, islas, provincias, municipios e incluso comarcas. Una transición o desescalada en la que ninguna comunidad podrá decidir por su cuenta.
La Moncloa centralizará todas las fases a aplicar en cada territorio. Así lo confirmaba este viernes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que pone así freno a las intenciones de varias comunidades, como Euskadi, Cataluña, Andalucía o la Comunidad Valenciana, que habían presentado planes concretos de desconfinamiento a partir de mayo para reincorporar a trabajadores, practicar deporte o abrir comercios y playas con aforo limitado.
Tendrán que esperar, lo mismo que Canarias, que pretendía aplicar sus medidas desde este mismo lunes 27 de abril. La última palabra, recuerda Illa, depende del Gobierno y del cumplimiento estricto de estas condiciones: que la tasa de contagio en el territorio sea menor de 1 durante al menos dos semanas, que la ocupación de camas UCI por coronavirus sea inferior al 50%, con tres de cada diez hospitalizados.
También, que los nuevos casos no pasen del 2% por cada 100.000 habitantes, a la vez que se garantizan tests suficientes y un seguimiento adecuado para vigilar la propagación de la enfermedad. Una hoja de ruta que discutirá este domingo Pedro Sánchez por videoconferencia con todos los presidentes autonómicos.
El Gobierno frena las intenciones de desescalada de cada autonomía
Una vez se ponga en práctica este domingo la medida que permite paseos de hasta una hora de menores de 14 años acompañados, el Gobierno estudia ya el siguiente paso: la llamada fase de transición o desescalada para recobrar, poco a poco, la normalidad en las calles.El proceso será por fases y de forma asimétrica, no por autonomías, como se podía esperar como área de referencia, sino por territorios, ya sean zonas rurales, islas, provincias, municipios e incluso comarcas. Una transición o desescalada en la que ninguna comunidad podrá decidir por su cuenta.
La Moncloa centralizará todas las fases a aplicar en cada territorio. Así lo confirmaba este viernes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que pone así freno a las intenciones de varias comunidades, como Euskadi, Cataluña, Andalucía o la Comunidad Valenciana, que habían presentado planes concretos de desconfinamiento a partir de mayo para reincorporar a trabajadores, practicar deporte o abrir comercios y playas con aforo limitado.
Tendrán que esperar, lo mismo que Canarias, que pretendía aplicar sus medidas desde este mismo lunes 27 de abril. La última palabra, recuerda Illa, depende del Gobierno y del cumplimiento estricto de estas condiciones: que la tasa de contagio en el territorio sea menor de 1 durante al menos dos semanas, que la ocupación de camas UCI por coronavirus sea inferior al 50%, con tres de cada diez hospitalizados.
También, que los nuevos casos no pasen del 2% por cada 100.000 habitantes, a la vez que se garantizan tests suficientes y un seguimiento adecuado para vigilar la propagación de la enfermedad. Una hoja de ruta que discutirá este domingo Pedro Sánchez por videoconferencia con todos los presidentes autonómicos.
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