CIUDAD
DEL VATICANO.- El Papa Francisco ha cargado este lunes contra los casos
de indignación que se producen por la situación de confinamiento para
evitar la propagación del coronavirus
durante la homilía en la misa matutina en la Casa de Santa Marta, que
ha vuelto a celebrase sin fieles y a ser retransmitida por streaming.
En este sentido, el Pontífice ha hecho hincapié de cómo la
indignación es una fea tentación que lleva a la violencia. “Hace unos
días, me mostraron, en un teléfono móvil, imágenes de la puerta de un edificio que estaba en cuarentena. Había una persona, un joven, que quería salir. Y el guardia le dijo que no podía. Y le dio un puñetazo, con indignación, con desprecio: “¿Quién eres tú, ‘negro’, para impedirme que me vaya?“, ha relatado el Pontífice.
Así, ha aseverado que la indignación es la “actitud de los soberbios,
pero los soberbios pobres, los soberbios con una fea pobreza de
espíritu, los soberbios que viven sólo con la ilusión de ser más de lo
que son”.
“Es una clase espiritual, la gente que se indigna: de hecho,
muchas veces estas personas necesitan estar indignadas, estar indignadas
para sentirse persona”, ha manifestado.
El Papa también ha vuelto ha pedir oraciones por las familias que se encuentran en cuarentena para evitar la propagación de coronavirus, para que Dios “les ayude a descubrir nuevas formas de convivencia” y “nuevas expresiones de amor”
en un momento en que en Italia las personas contagiadas por el
coronavirus ya son 20.603 personas y los fallecidos más de 1.800.
“Seguimos rezando por los enfermos, pienso a las familias encerradas,
los niños no van a la escuela, a lo mejor los padres no pueden salir,
algunos están en cuarentena. Que el Señor les ayude a descubrir nuevas
formas de convivencia, nuevas expresiones de amor”, ha señalado.
Así, ha asegurado que la situación de reclusión es una “ocasión nueva
para encontrar los verdaderos afectos, la creatividad en las familias”.
“Rezamos por la familia, para que las relaciones de familia, en estos
momentos, florezcan siempre en el bien”, ha dicho. Se trata de la
séptima misa del Pontífice que ha sido retransmitida en directo a través
del portal web del Vaticano ‘Vatican News’ y por la televisión de la
Conferencia Episcopal Italia, TV2000, que ha llegado a alcanzar esto
días hasta el 10% de la audiencia televisiva total.
Además, Francisco ha centrado su homilía en una reflexión sobre el
Segundo Libro de los Reyes (5,1-1 5a) cuando el general del ejército de
Siria, Naamán, que gozaba de la estima y del favor de su rey, fue curado
de una grave enfermedad en la piel, y el Evangelio según san Lucas
(4-24-30) en el que Jesús avisa que ningún profeta es querido en su
propia tierra.
Este domingo el Papa rompió el aislamiento obligatorio para
desplazarse primero hasta la catedral Santa María la Mayor y después
hasta la iglesia de San Marcello al Corso, en pleno centro de Roma, donde rezó ante un crucifijo de la ‘Gran Peste’.
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