MADRID.- Podemos
fue hijo del 15-M y este movimiento surgió como reacción social a la
crisis financiera del 2008, cuyos efectos todavía se dejan sentir.
Ahora, con la crisis global del coronavirus se presuponen unas consecuencias similares, como ha advertido la propia presidenta del BCE Christine Lagarde, y desde Unidas Podemos quieren priorizar lo que llaman un "escudo social" para reducir lo máximo posible sus efectos sobre la población más vulnerable, razona El Confidencial.
Para ello, los de Pablo Iglesias han redoblado la presión sobre Pedro Sánchez, y están dispuestos a llegar hasta el final a pesar de que las tensiones y polifonía en
el seno del Ejecutivo en un escenario crítico como el actual podría ser
contraproducente. Entienden que si no se garantiza ahora la protección a
las clases trabajadoras y pequeños empresarios el Gobierno no estará a
la altura de las circunstancias y no tendrá razón de ser. El Consejo de Ministros del próximo martes será clave para el devenir del Gobierno de coalición.
"Se trata de que el estado de alarma
sea un estado de alarma de un Gobierno progresista, con medidas
socialdemócratas o ni siquiera eso, en línea con algunas iniciativas que
ha aprobado incluso Angela Merkel", explican fuentes
de la formación en referencia a la decisión alemana de conceder créditos
sin límite para ayudar a las empresas afectadas. "El estado de alarma
no debe servir solo para cerrar el país y sacar a los militares a las
calles, sino también para poner en el centro a la gente que va a sufrir
las consecuencias de una nueva crisis", añaden estas mismas fuentes.
El paro, los desahucios, el cierre de negocios o la marcha de jóvenes formados para trabajar en el extranjero
vuelve a colear en el imaginario de Podemos y Pablo Iglesias acudió al
Consejo de Ministros de este sábado con el traje de asaltar los cielos,
el mismo que lo acompañó durante la primera fase del partido tras su
fundación. Incluso vuelven a escucharse eslóganes y relatos similares a
los de aquellos tiempos: "Hay una parte del Gobierno que defiende priorizar la macroeconomía, el Ibex35 y la banca
y otra que quiere priorizar a los parados, trabajadores familias y
autónomos", máxime cuando las grandes empresas preparan ya una avalancha
de ERTEs, explicaba este diario una fuente del partido morado. Rescatar
a las personas antes que a los bancos, se decía en el 15-M.
El
presidente del Gobierno se encuentra entre dos bloques, que no se
dividen precisamente entre socialistas y morados, sino que son
heterogéneos y deberá elegir. Tiene menos de 48 horas. La apuesta de
Unidas Podemos es de máximos y desde la formación aseguran a este diario
que no van a arredrarse. El momento es excepcional, ya no solo en lo
sanitario y socioeconómico, sino también en lo político. En las próximas
se traslucirá ya públicamente: la dirección del partido ha
decidido en esta apuesta cercana al todo o nada a visibilizar
públicamente sus discrepancias y exigencias.
Si el Consejo de Ministros del sábado se alargó, reconocen desde Podemos, fue porque Iglesias acudió a defender "a muerte" en lo que cree su partido y
"la propia esencia del programa de gobierno pactado. En esa posición
está todo el espacio de Unidas Podemos", concluyen. Su objetivo, dicen,
pasa por "evitar que las familias trabajadoras carguen sobre sus
espaldas las consecuencias de la crisis".
Llevar la presiones de
los últimos días a la esfera pública, exigiendo así al Gobierno del que
forman parte que "adopte y priorice medidas económicas y sociales" a
través de políticas monetarias expansivas "para afrontar estas medidas
con garantías".
El ejemplo de Merkel
no es baladí, tanto por su color
político como por sus iniciativas. En plenas negociaciones para la
formación del Gobierno de coalición, un dirigente de Podemos respondía a
este diario, ante la pregunta de qué harían si se presentase una
recesión económica en línea con los indicadores de aquel momento que
"nosotros no vamos a estar en el Gobierno para aplicar recortes
o hacer políticas que no vayan en la dirección de proteger a la
gente".
En términos similares se expresaron después más miembros del partido.
Ahora, esa máxima parece cobrar todo el sentido.
El estado de alarma también ha entrado de lleno en el Ejecutivo de
coalición. Unidas Podemos se mantendrá en su posición de requerir que se
garanticen lo que consideran derechos básicos e indispensables, tanto
durante lo que dure la crisis sanitaria como después con la económica.
Para ello buscan que se establezca un plan de ayudas para aquellos que
por despidos, cierre de negocios o falta de actividad entre los
autónomos no puedan hacer frente al pago de hipotecas de sus alquileres -el
BNG ya ha pedido una moratoria-, que se ponga el foco en la atención a
las personas más vulnerables, como los ancianos, garantizar los
suministros básicos en todos los hogares que no puedan hacer frente al
pago de las facturas, o asegurar las condiciones de todos aquellos que
tengan que trabajar durante estos días de cuarentena -no solo personal
sanitario- para reducir el riesgo de contagio.
Inversión pública y flexibilidad con la regla de gasto.
"La salud es más importante que el pago de los intereses a las
entidades financieras", explicaba el diputado y dirigente de IU Enrique Santiago
antes del Consejo de Ministros a través de las redes sociales, a lo que
añadía: "Necesitamos blindar los servicios sociales".
La ministra de
Trabajo, Yolanda Díaz, expresaba este mismo mediodía a
través de Twitter que "el siguiente paso es hacer frente a la
paralización de la actividad económica y laboral", concluyendo que "esta
emergencia debe ser un paréntesis temporal en la actividad y no una
nueva crisis para las mayorías".
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