MADRID.- La vulnerabilidad climática
motivada por los fenómenos extremos causados por el cambio climático no
solo afectan a los países más pobres como Myanmar o Haití, sino que
también los más desarrollados, como Japón, Alemania o Canadá se sitúan
entre los territorios que ha sufrido mayores impactos, según advierte el
observatorio German Watch en su 'Índice de vulnerabilidad climática'.
El estudio, que se ha presentado este miércoles en el marco de la XXV Conferencia de las Partes de Cambio Climático de la ONU, sitúa a España en el puesto número 38 de vulnerabilidad en 2018, por lo que riesgo ha subido en solo un año nueve puntos, puesto que el ejercicio anterior estaba en el puesto 49, a consecuencia de las fuertes tormentas y las olas de calor del 2018.
Si se calcula el riesgo en el periodo de 20 años de 1998 a 2017 España se sitúa en el puesto 34 y en el 29 si se estiman los datos desde 1999 a 2018, lo que confirma que la vulnerabilidad por los impactos climáticos aumenta.
"Las cosas están empeorando claramente", ha señalado durante la presentación Mark Winges, de German Watch, que ha añadido que los países "más poderosos y desarrollados también están sufriendo los impactos del cambio climático".
El 'Índice de Riesgo Climático 2020' clasifica a los países según su vulnerabilidad ante los eventos climáticos extremos y señala que durante 2018 --el estudio analiza los datos de ese año-- Japón fue el país más afectado. En el país del Sol Naciente, casi 1.300 personas murieron por causa del clima extremo ese año y los daños superaron los 35.800 millones de dólares.
El estudio, que se ha presentado este miércoles en el marco de la XXV Conferencia de las Partes de Cambio Climático de la ONU, sitúa a España en el puesto número 38 de vulnerabilidad en 2018, por lo que riesgo ha subido en solo un año nueve puntos, puesto que el ejercicio anterior estaba en el puesto 49, a consecuencia de las fuertes tormentas y las olas de calor del 2018.
Si se calcula el riesgo en el periodo de 20 años de 1998 a 2017 España se sitúa en el puesto 34 y en el 29 si se estiman los datos desde 1999 a 2018, lo que confirma que la vulnerabilidad por los impactos climáticos aumenta.
"Las cosas están empeorando claramente", ha señalado durante la presentación Mark Winges, de German Watch, que ha añadido que los países "más poderosos y desarrollados también están sufriendo los impactos del cambio climático".
El 'Índice de Riesgo Climático 2020' clasifica a los países según su vulnerabilidad ante los eventos climáticos extremos y señala que durante 2018 --el estudio analiza los datos de ese año-- Japón fue el país más afectado. En el país del Sol Naciente, casi 1.300 personas murieron por causa del clima extremo ese año y los daños superaron los 35.800 millones de dólares.
A Japón le siguen en el ranking Filipinas,
en tercer lugar, Alemania y en quinta posición está India, que sufrieron
daños por lluvias torrenciales y en séptimo y octavo puesto figuran
Kenia y Uganda.
En concreto, el documento precisa que Japón y Alemania sufrieron por las olas de calor y la sequía, Filipinas, en el puesto 2, por los ciclones tropicales y que en total en los últimos 20 años cerca de 50.000 personas han muerto como resultado de 12.000 eventos extremos que han causado 3,5 billones de dólares en pérdidas.
Precisamente son las olas de calor, las sequías y las inundaciones las que afectan a los países más pobres, que también afectan a los más desarrollados.
Así, siete de los ocho países más afectados entre 1999 y 2018 eran países en desarrollo con bajas o medias rentas per capita y a lo largo de esos 20 años, los más afectados son Puerto Rico, Myanmar y Haití.
Winges ha añadido también que Alemania y Canadá están entre los más afectados. "Los peores impactos no solo afectan a los países en desarrollo", ha insistido. El estudio alerta del aumento de los daños que provocan las olas de calor que los científicos han descubierto están empeorando debido al cambio climático.
Los representantes de German Watch que han lanzado el informe en la COP25 exigen a los Estados que durante esta Cumbre alcancen acuerdos para apoyar con financiación a los países en desarrollo que más están sufriendo los impactos de un cambio climático que han provocado los países más desarrollados, para que los más pobres no tengan que estar a expensas de los préstamos para paliar los daños, algo que les mantendría en un endeudamiento excesivo que afecta a sus economías.
Sin embargo, alertan de que pese a esta necesidad no hay, y lo reclaman, un mecanismo específico para compensar los daños por las pérdidas de tierra, de la cultura y de las vidas humanas y denuncian l a falta de voluntad de los países industrializados que se han negado a negociar estas cuestiones.
En concreto, el documento precisa que Japón y Alemania sufrieron por las olas de calor y la sequía, Filipinas, en el puesto 2, por los ciclones tropicales y que en total en los últimos 20 años cerca de 50.000 personas han muerto como resultado de 12.000 eventos extremos que han causado 3,5 billones de dólares en pérdidas.
Precisamente son las olas de calor, las sequías y las inundaciones las que afectan a los países más pobres, que también afectan a los más desarrollados.
Así, siete de los ocho países más afectados entre 1999 y 2018 eran países en desarrollo con bajas o medias rentas per capita y a lo largo de esos 20 años, los más afectados son Puerto Rico, Myanmar y Haití.
Winges ha añadido también que Alemania y Canadá están entre los más afectados. "Los peores impactos no solo afectan a los países en desarrollo", ha insistido. El estudio alerta del aumento de los daños que provocan las olas de calor que los científicos han descubierto están empeorando debido al cambio climático.
Los representantes de German Watch que han lanzado el informe en la COP25 exigen a los Estados que durante esta Cumbre alcancen acuerdos para apoyar con financiación a los países en desarrollo que más están sufriendo los impactos de un cambio climático que han provocado los países más desarrollados, para que los más pobres no tengan que estar a expensas de los préstamos para paliar los daños, algo que les mantendría en un endeudamiento excesivo que afecta a sus economías.
Sin embargo, alertan de que pese a esta necesidad no hay, y lo reclaman, un mecanismo específico para compensar los daños por las pérdidas de tierra, de la cultura y de las vidas humanas y denuncian l a falta de voluntad de los países industrializados que se han negado a negociar estas cuestiones.
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