ALMERÍA.- El Juzgado de lo Penal nº 3 de Almería ha absuelto a los 28 acusados
haber accedido al hotel del paraje del Algarrobico en Carboneras el 11 de mayo de 2014 para realizar una pintada sobre la
fachada del inmueble con un gran punto negro en el que se podía leer
'Hotel ilegal' como activistas de la organización Greenpeace.
La propia entidad conservacionista ha anunciado a través de sus redes
sociales la decisión judicial, la cual han celebrado. "¡Basta ya de
perseguir activistas y más perseguir a quienes destruyen la
naturaleza!", han exclamado a través de un apunte publicado en su cuenta
de 'X'.
Los acusados, que durante
el juicio rechazaron su participación en los hechos así como su acceso
al interior del edificio puesto que, según alegaron, solo acudieron a la
playa para protestar contra la construcción, se enfrentaban a un año de
prisión más una multa de seis euros diarios durante 24 meses y 186.700
euros de indemnización en base a la acusación particular ejercida por la
promotora del hotel, Azata del Sol, mientras la Fiscalía no veía
delito.
En base a las declaraciones y pruebas aportadas
durante el juicio, celebrado el pasado 17 de mayo, la juez María del Mar
Alejo Rico absuelve a los acusados de los delitos de desobediencia y
daños al considerar que no quedó probado que los acusados llegaran a
acceder al interior del hotel, según recoge la sentencia, contra la que cabe recurso de apelación.
En la misma línea, la juez tampoco ve indicios suficientes que
demuestren que los agentes que intervinieron durante la protesta se
dirigieran a los acusados "conminándoles a fin de que abandonaran el
lugar ni, por ende, que los acusados hicieran caso omiso a dicho
requerimiento permaneciendo dentro del hotel".
La sentencia
expone en sus fundamentos que a pesar de que todos los figuran
identificados en el atestado efectuado por la Guardia Civil, no puede
darse por probado que los mismos accediera al interior del hotel dada
las "discrepancias sustanciales" que surgen del relato de cada uno de
los agentes que intervinieron, ya que "ni tan siquiera" coinciden el
número de personas que encontraron dentro del inmueble.
"Mientras uno de ellos depuso que se trataba de unas 150 personas, otro
indicó que se trataba de 50 personas y el instructor manifestó que eran
en total una veintena o treintena de activistas", expone la juzgadora
quien, en cualquier caso, da cuenta de que no se "identificó en su
integridad a los activistas".
Aunque la cifra aportada por el
instructor del atestado se aproxima al número de acusados en el
procedimiento, su testimonio "no resulta fiable teniendo en cuenta que, a
diferencia de los otros dos agentes que departieron en el plenario, el
mismo no formaba parte de la patrulla que llegó en primer lugar a las
instalaciones del hotel".
De igual modo, destaca otras
diferencias a la hora de explicar cómo fueron identificados los
activistas, ya que mientras que los integrantes de la patrulla indicaron
que "tomaron los datos en el interior del hotel a las personas que
deambulaban por allí" sin llegar a desalojarlos para evitar una
situación de peligro, el agente instructor indicó que "fueron
identificando a los activistas conforme iban saliendo del hotel,
señalando que tuvieron que sacarlos por la fuerza".
La juez
atiende además a la versión de los acusados, quienes manifestaron, por
su parte, que fueron "identificados en la playa" situada frente al hotel
cuando participaban en la manifestación contra el inmueble, toda vez
que algunos de ellos incluso aseguraron no pertenecer a Greenpeace ni
ser activistas, "negando todos ellos haber accedido a las instalaciones
del Algarrobico".
Las "dudas fundadas" respecto a lo que
declararon los agentes se acentúan para la juzgadora dado que en el
atestado "se hace constar que de las 30 o 40 personas que se encontraban
dentro del hotel, obtuvieron la filiación de 19 de ellos sin concretar
los datos de cada uno", si bien en la diligencia de identificación
constan 28 personas, lo que resultaría de incluir a nueve personas más
identificadas como activistas por una patrulla de la Guardia Civil de
Sorbas en una furgoneta.
"En definitiva, que no todos los acusados
habrían sido identificados dentro del hotel".
Con respecto a
estas últimas nueve personas --ocho supuestos activistas y el
conductor--, la juez asegura que no hay pruebas suficientes para
determinar que participaran en los hechos al no constar que llevaran
monos naranja como los que emplearon quienes pintaron el hotel o
camisetas con el logo de Greenpeace, ni que transportaran cubos de
pintura negra ni útiles o herramientas de pintar.
La bolsa de
plástico transparente vacía y un papel sobre como usar correctamente
unas gafas de seguridad hallados en el vehículo suponen así un "hallazgo
insuficiente a los efectos de establecer con total certeza y sin género
de dudas que las personas que iban en la furgoneta tomaron parte en los
hechos denunciados".
La
sentencia abunda en las "serias dudas" que generan las identificaciones
que se practicaron por los agentes al constar en las diligencias la
presencia "no solo de activistas sino, también, de periodistas de varios
medios de comunicación" con mención expresa a varias cadenas, diarios y
agencias de noticias "los cuales, evidentemente, no habrían tenido
participación alguna en los hechos".
"Precisamente uno de los
acusados, en el acto de la vista, manifestó que es periodista de
profesión y que el día de autos había acudido a la playa a cubrir la
noticia, lo que no ha resultado controvertido por ninguno de los agentes
quienes insistieron en el acto del plenario en la imposibilidad de
individualizar la concreta participación de cada uno de los acusados, ni
de precisar en consecuencia qué es lo que hacían cada uno cuando
procedieron a su identificación", señala la juez.
La juez
tampoco descarta que alguno de los acusados pudiera ser identificado en
el exterior al darse una "elevada cantidad de personas", entre las que
figuraban además manifestantes en contra y a favor del hotel que, de
otro lado, llegaron progresivamente hasta la playa, conforme a la
versión aportada también por los acusados.
En cuanto a los
acusados que se identificaron como miembros de Greenpeace, tampoco puede
darse por probada su participación en los daños al hotel ya que no se
ha podido determinar que los mismos fueran identificados dentro del
inmueble "por lo que resulta plausible que simplemente tomaran parte en
la manifestación que conforme a la versión unánime proporcionada por los
acusados".
En cuanto al único miembro de Greenpeace que
portaba un walkie-talkie y además un plano con una fotografía del hotel,
este negó que participara como coordinador de la acción reivindicativa,
toda vez que su supuesta participación reconocida a pie de playa, según
el atestado, no pudo ser corroborada por los agentes que declararon en
sala.
La directora de Greenpeace
España, Eva Saldaña, ha valorado la absolución de todos los acusados.
"Ejercer nuestro derecho a la protesta ante los atentados al territorio,
al planeta y las personas, es una herramienta imprescindible para
provocar cambios y así seguiremos haciendo. No nos van a callar", ha
trasladado en un comunicado.
A la espera de ver si la empresa
propietaria, Azata, interpone recurso de apelación contra la sentencia,
Greenpeace da por cerrado "un capítulo más en la lucha de la
organización por el derribo del hotel ilegal de El Algarrobico".
Así, según han recordado, esta sentencia "se suma a las más de 40
resoluciones que le dan la razón a Greenpeace y que han declarado que la
construcción del hotel fue ilegal".
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