MADRID.- El sector residencial
se encamina hacia una fase de moderación de precios tras cerca de
cuatro años de fuertes repuntes a los que no han seguido en igual medida
los salarios, lo que ha restado accesibilidad a un mercado que se
encuentra especialmente tensionado en las grandes ciudades, según Cinco Días.
Pero esta
ralentización no será homogénea, sino que se dará en mayor medida en la
compraventa de vivienda
que en el alquiler. Ello a pesar de que el precio de los arrendamientos
ha superado a nivel nacional los máximos alcanzados durante la burbuja
inmobiliaria, algo que todavía no se ha registrado en el segmento de la
propiedad, y que, en general, al alquiler recurren las personas con
menos ingresos, lo que agudiza el problema de acceso a la vivienda.
El año 2019 cerró con el precio medio del alquiler más caro, por encima del boom inmobiliario.
En concreto, en diciembre pasado los arrendamientos alcanzaron los
10,18 euros el metro cuadrado, superando así el máximo histórico
registrado en mayo de 2007 (10,12 euros), según un estudio reciente
publicado por el portal inmobiliario Fotocasa en base a precios de
oferta.
En concreto, casi la mitad de las comunidades autónomas
ha superado los niveles de la burbuja: País Vasco, Cataluña, Madrid,
Baleares, Canarias y Castilla y León, detalla el director de Estudios y
Formación del portal, Ismael Kardoudi.
La situación en la vivienda en propiedad, en cambio,
es bien distinta. Según los datos de ese mismo portal, los precios de
venta cerraron el último mes del pasado año con una ligera caída
interanual del 1,3%, la primera tras más de tres años de subidas
ininterrumpidas.
Y pese a que la recuperación del sector ha sido muy
dispar según el territorio, el precio medio de venta a nivel nacional se
encuentra un 38% por debajo de los niveles más altos
registrados en el boom, en los 1.846 euros el metro cuadrado. Únicamente
Baleares se encuentra en máximos actualmente, explica Kardoudi.
Para este año se espera que esta tendencia continúe. Según las
previsiones realizadas para este periódico por la empresa de análisis de
datos urbanData Analytics (uDA), los alquileres seguirán encareciéndose prácticamente en todo el territorio nacional, excepto por tres provincias, mientras que en el caso de la vivienda en propiedad, se espera que los precios caigan o se estanquen en 11
de ellas.
De hecho, según estas estimaciones, los arrendamientos
seguirán encareciéndose casi el doble que las viviendas en venta: un
5,1% de media, frente a un 2,9%.
En concreto, el modelo de predicción de uDA, elaborado en base a cuatro
millones de datos semanales que beben de una cuarentena fuentes públicas
y privadas, calcula que los arrendamientos apenas se depreciarán muy
ligeramente en Valladolid (-0,4%) y en Cáceres (-0,2%), mientras que se
estancarán en Soria (0,1%). Regiones, todas ellas, con un mercado
residencial poco dinámico por la escasa demanda.
En cambio, estima que
los precios de compraventa se contraerán este año en cinco provincias
–Orense, Jaén, Albacete, Pontevedra y Guipúzcoa– mientras que otras
seis registrarían incrementos poco destacables por debajo del 1% –Álava,
Melilla, Ciudad Real, Burgos, Sevilla y Zamora–.
Lo mismo se observa en las provincias con mayores repuntes.
Únicamente en el mercado del alquiler se esperan incrementos de doble
dígito este año: se trata de Castellón (15%), Lérida (13,1%), Guipúzcoa
(10,4%) y Gerona (10,2%), mientras que en el ámbito de la vivienda en
propiedad, las alzas más importantes parece que serán notablemente más
bajas: a la cabeza Girona con una subida del 9,6%, seguida de Málaga
(8%), Ávila (7%) y La Rioja (6,9%).
La imposibilidad de muchos ciudadanos de acceder a una vivienda en
propiedad por el endurecimiento de las condiciones para optar a una
hipoteca así como por la incapacidad de ahorrar para dar la entrada de
un piso ha hecho que la demanda de viviendas en alquiler repunte con
fuerza en los últimos años, frente a una oferta de vivienda en alquiler
insuficiente, recuerda Kardoudi.
Una tendencia que seguirá profundizándose
mientras los alquileres sigan encareciéndose más que las casas en
propiedad y comiéndose el ahorro de los potenciales compradores de
vivienda.
Los repuntes se mantendrán en Madrid pero perderán fuelle en Barcelona
- Aún alzas del 6% en la capital. Según las estimaciones de urbanData Analytics, este 2020 todavía se esperan notables repuntes en la ciudad de Madrid por la alta demanda de vivienda en alquiler. Se prevé que los precios de los arrendamientos aumenten un 6,2%, sin prácticamente perder vigor respecto al incremento del año pasado (6,3%), pese a superar ya los máximos del boom. Al igual que en el resto del territorio nacional, las alzas previstas para el mercado de compraventa serán notablemente inferiores, del 1,8%, lo que supone una ligera moderación en comparación con un año antes (2,2%). Fotocasa, por su parte, no descarta que se produzcan los primeros descensos en la vivienda en propiedad.
- Pérdida de vigor en la ciudad condal. Barcelona, que inició los repuntes de precios antes que Madrid, y que también ha sobrepasado los niveles máximos registrados en 2007, podría todavía registrar un encarecimiento de los arrendamientos del 1,55% este año, según los cálculos de uDA, si bien ya hay algunos distritos donde los precios se estancaron a finales del año pasado. Fotocasa prevé que puedan incluso darse caídas puntuales algunos meses. En lo que respecta la vivienda en propiedad, uDA espera que se deprecie un 1,9% después de caer en 2019 un 1,2%.
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