SEVILLA.- La marcha de Teresa Rodríguez de los mandos de Podemos en Andalucía significará una mayor atomización de la izquierda
en la comunidad autónoma si cuaja el proyecto de la dirigente gaditana,
anunciado esta mañana, de formar un partido político al margen de la
formación morada y de la mano del sector de los Anticapitalistas, el
grupo interno que copa la actual dirección de la organización en
Andalucía.
Aunque en su entorno evitan hablar de candidaturas
-las elecciones andaluzas no tocan hasta finales de 2022-, algunas
fuentes consultadas por El Mundo apuntan que será el alcalde de Cádiz, José María González Kichi,
quien, llegado el momento, dé el paso adelante para liderar la nueva
formación y convertirse en el cabeza de cartel del partido. Su
proyección dentro y fuera de Cádiz lo aúpan como uno de los activos más
importantes de ese proyecto, una vez que Teresa Rodríguez (que es su
pareja y con la que tuvo el año pasado una niña) ha anunciado en varias
ocasiones que abandonaría la primera línea política y regresaría a su
plaza de profesora de instituto cuando concluya la legislatura andaluza.
Para impulsar el nuevo partido, Teresa Rodríguez pretende utilizar la marca y los medios de Adelante Andalucía,
la alianza con la que Podemos e IU se presentaron a las elecciones
autonómica, aunque tendrá para ello que vencer las muchas reservas que
empiezan ya a plantearles sus socios de Izquierda Unida, con cuyo
coordinador general, Toni Valero, ni siquiera ha negociado previamente el anuncio realizado este jueves. "No ha habido tiempo", se ha excusado.
Teresa Rodríguez abandona, por tanto, la disciplina de Podemos, aunque lo hará de forma gradual,
porque no será hasta mayo cuando deje la dirección del partido en
Andalucía. De momento, tampoco se plantea abandonar la militancia. Eso
no impedirá que, en paralelo, su equipo empiece a trabajar en la
construcción de una nueva formación política, "un sujeto político propio andaluz" con el que no descarta concurrir a las elecciones.
"Será un proyecto ecologista, feminista, andalucista y para la clase trabajadora",
ha anunciado este jueves acompañada de los miembros de la actual
dirección de Podemos Andalucía y de la portavoz adjunta en el grupo
parlamentario, Ángela Aguilera.
La todavía coordinadora general ha explicado que seguirá manteniendo el acta de diputada y seguirá siendo presidenta del grupo parlamentario de
Adelante Andalucía, si bien no cuenta en esta nueva aventura política
con la complicidad de sus socios, ya que el coordinador general de IU-CA
se ha opuesto abiertamente en los últimos meses a los intentos de
ruptura de la dirigente gaditana.
Teresa Rodríguez tiene, de momento, capacidad de influir sobre 11 de los 17 diputados de
Adelante Andalucía (el resto son diputados de IU) en el Parlamento
andaluz y la financiación garantizada precisamente por esa presencia en
la Cámara autonómica. Preguntada al respecto, ha explicado que el
presupuesto que el Parlamento pone a disposición de sus diputados "es de
los grupos parlamentarios" y no de los partidos bajo cuyas siglas
accedieron a esos escaños.
En el caso de Adelante Andalucía, además, la
'marca' electoral bajo la que Rodríguez concurrió a las elecciones
autonómicas es diferente a la de Podemos, lo cual le garantiza el
control sobre esos fondos y total autonomía en la toma de decisiones. "No le vamos a regalar a IU 11 diputados", ha dicho para justificar su decisión y la de sus fieles de no abandonar sus escaños.
El acuerdo alcanzado con la dirección estatal de Podemos pasa, precisamente, por que Pablo Iglesias
se queda con el mando de la organización en Andalucía y Teresa
Rodríguez con la representación institucional y la financiación
vinculada a la misma. Lo mismo ocurrirá en los ayuntamientos en los que
se han presentado con la marca 'Adelante', como es el caso de Cádiz.
El
equipo de Teresa Rodríguez, formado mayoritariamente por personas de la
corriente Anticapitalista, baraja por tanto impulsar una formación
política desde fuera, que en el futuro pueda converger, o no, con
Podemos y otras organizaciones de la confluencia de partidos de la izquierda,
pero garantizándose el control último de las decisiones y la
posibilidad de contar con grupo propio en las instituciones, como ocurre
actualmente con las mareas.
"Nuestro reto ha sido
siempre el de plantear una alternativa a la derecha en nuestra tierra
que no pase por el PSOE". El modelo es, a estos efectos, el de En Comú Podem, que
le permita a la organización seguir "colaborando" con Podemos pero, a
la vez, darle una voz propia a Andalucía, como "ya la tienen Cataluña,
País Vasco, Galicia o incluso Teruel". "Estos partidos consiguen poner
sus intereses legítimos en el centro del debate político", mientras
Andalucía, "sigue sin voz en Madrid". Dentro de Podemos, ha reconocido,
"no ha sido posible".
La diputada y todavía coordinadora general de Podemos Andalucía ha abundado este jueves en las razones de su decisión de no presentarse a la reelección en la próxima asamblea ciudadana, que tendrá lugar en el mes de mayo.
Sus profundas discrepancias con la deriva política que Pablo Iglesias le ha dado a Podemos, incluida la decisión de entrar a formar parte del gobierno de
Pedro Sánchez, han ahondado la brecha entre ambos líderes políticos.
Pero, sobre todo, Rodríguez recrimina a la ejecutiva federal del partido
su obsesión por mantener el control político y financiero de la
organización en Andalucía, negando las demandas de mayor autonomía e
independencia que viene reclamando la dirección andaluza desde los
primeros tiempos.
Además, la decisión de Teresa Rodríguez de desvincularse de la disciplina organizativa de Podemos coincide con el debate abierto entre los miembros de la corriente Anticapitalistas de otras partes de España, que podría acabar igualmente con su ruptura con el partido morado. Rodríguez no ha querido esta mañana pronunciarse sobre ese otro proceso paralelo.
El alcalde de Cádiz, por su lado, ha salido en apoyo del
proyecto de Teresa Rodríguez por entender que el Gobierno de coalición
entre Unidas Podemos y el PSOE "no es la mejor de las alternativas", al ver en los socialistas al partido que "hasta ahora ha representado parte del problema en Andalucía".
"Para nosotros es prioritario construir un muro a la posibilidad del gobierno de la derecha de nuestra tierra que no pase por el 'susanismo', por el PSOE-A, es la oportunidad de generar un bloque unitario de izquierda a la izquierda del PSOE, una oportunidad histórica que no podíamos dejar pasar de largo", ha explicado.
En declaraciones a los periodistas, González defendió que "en una
organización es legítimo tener ideas diferentes, no compartir ciertos
aspectos estratégicos, y es absolutamente ejemplar la manera en la que
se han hecho pública esas diferencias estratégicas".
Según el alcalde de Cádiz, a la "imposibilidad de cogobernar" con el PSOE, hay que añadir "la oportunidad de recuperar en un espacio unitario, andalucista", que resuelva los problemas con otra perspectiva.
En cuanto a su situación, ha dejado claro que tiene "una misión que cumplir" que le encomendaron los gaditanos, que es "ser alcalde", lo cual piensa "cumplir hasta el último día del mandato".
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