MADRID.- Si se hubiera cumplido el primer calendario previsto, la banca
española se podría haber ido de vacaciones navideñas quitándose la
incertidumbre sobre cuál será la decisión de Europa respecto al IRPH. Con un escenario menos negativo que hace meses para el euríbor, quitarse esta incertidumbre será una de sus claves para todo 2020, porque, dependiendo del posicionamiento del TJUE,
las posibles provisiones a realizar serán muy diferentes. En
consecuencia, también puede ser definitivo para su evolución en bolsa, según Economía Digital.
JPMorgan,
por ejemplo, consignaba hace pocos días la litigiosidad y el dictamen
europeo sobre el indicador hipotecario, como alguno de los principales
riesgos para el sector.
A la espera de la resolución europea -que en un principio está
prevista para los tres primeros meses del año-, la banca española está
cogiendo algo de brío gracias al giro en el euríbor en lo que a
previsiones de beneficios se refiere. De acuerdo con Bloomberg, para el conjunto de los bancos del IBEX (Banco Santander, BBVA, Caixabank, Banco Sabadell, Bankinter y Bankia) se anticipan beneficios por 16.350 millones de euros en 2020.
El IRPH, de 44.000 a 3.100 millones de coste
Los indicios jurídicos que ha dado Europa hasta el momento haN
servido para dejar atrás los peores augurios sobre el IRPH. El principal
temor estaba en que el índice fuera declarado abusivo y, por tanto,
nulo, pero esa no ha sido la interpretación del Abogado General de la Unión Europea. Maciej Szpunar no
puso en duda el indicador hipotecario, sino el método de venta de la
hipoteca. La opinión de Szpunar es que los tribunales españoles pueden
estar habilitados para juzgar si el proceso de comercialización fue, o
no, transparente.
Este posicionamiento —que el TJUE suele tomar de referencia, pero del
que a vez difiere como sucedió en el caso de las cláusulas
suelo— limitaría mucho el golpe a la banca española y, además, lo
dividiría en el tiempo. JPMorgan calculaba que, en este
sentido, y teniendo en cuenta que cada caso se tendría que juzgar de
forma individual-, el coste para el sector en España sería de unos 3.100
millones (19% de los beneficios previstos para 2020), que se digerirían
en varios años, vía provisiones.
Pero si el TJUE diera una visión distinta, Goldman Sachs
había llegado a calcular en el peor escenario un impacto 40.000
millones superior (asumiendo la anulación del indicador y la devolución
de todos los intereses cobrados y que salieran adelante todas las
reclamaciones).
El factor de incertidumbre de Unidas Podemos en el Gobierno
El contexto político, no obstante, podría incrementar la presión
sobre la banca si la decisión europea no es claramente favorable para el
sector. Unidas-Podemos, y algunos de sus componentes,
han sido muy activistas a la hora de denunciar al sector financiero en
general y con el IRPH en particular. Con ellos en el Gobierno, el
discurso del Ejecutivo podría voltearse -y Pedro Sánchez ya lo hizo con el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados-, hacia el cliente.
La banca trabaja para recuperar reputación, algo a lo que un discurso
duro desde el sector no ayuda, y los supervisores están resaltando el
enorme impacto que los litigios están teniendo en los resultados. El Banco Central Europeo (BCE) calcula que en la última década, las multas y litigios han restado 350.000 millones al capital de la banca mundial.
En el caso de las entidades europeas, el BCE señala que siete de los
principales bancos de la zona euro tuvieron que asumir costes
relacionados con malas prácticas en ese periodo y que esta situación
afecta a su rentabilidad (lo que se conoce como ROE), a su valoración en
bolsa, y a quitar puntos a su solvencia.
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España,
repasaba a finales de noviembre que los litigios por cláusulas
suelo han tenido un coste superior a los 2.200 millones para la banca
española. El gobernador, asimismo, se refirió a la reputación y la
confianza de los clientes como dos elementos clave en el negocio
bancario.
El dividendo bancario, pendiente del TJUE
Al cierre del primer semestre, la banca del IBEX contaba con una cartera viva de préstamos ligados al IRPH por unos 16.000 millones,
que no se ha reducido significamente en los últimos meses, de acuerdo
con las pistas que fueron dando los bancos durante la presentación de
sus cifras del tercero.
La mayoría de grandes bancos -Banco Santander, BBVA, Caixabank, Banco Sabadell y Bankia-,
cuentan con hipotecas referenciadas al IRPH y algunos de sus
compromisos estratégicos están ligados a que esta incógnita se despeje.
Bankia, por ejemplo, esperará al TJUE antes de tomar ninguna decisión sobre su dividendo extraordinario. Otras entidades, como Banco Sabadell, por ahora han cambiado el primer pago a cuenta con cargo al ejercicio 2019 por el reparto de acciones de autocartera.
Caixabank, no obstante, sigue confirmando su compromiso de dividendo.
Durante la presentación de resultados del tercer trimestre, Gonzalo Gortázar,
consejero delegado del banco, insistió en que su politica de pago en
efectivo y ligada al nivel del beneficio -se ha marcado devolver a los
accionistas entre el 50 y eo 60% de sus beneficios- es la correcta.
En
principio, además, 2019 podría estar salvado teniendo en cuenta que
cualquier provisión a realizar iría contra los resultados de este año.
El Banco Santander ya contempla abonar dividendos en scrip -modificó su política a comienzos de 2019-, mientras que BBVA mantiene los pagos en efectivo, si bien sus niveles de pay-out comprometidos son inferiores a los de Caixabank o el Santander.
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