MADRID.- El cambio climático
afectará con mayor o menor virulencia a todos los países del mundo,
incluida España, donde no se debe excluir que en un futuro algunas
personas tengan que trasladarse ya que en las zonas en las que residen
no será posible vivir, ha alertado el nuevo asesor sobre cambio
climático del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR),
Andrew Harper.
"No hay ningún país del mundo que pueda evitar el impacto del cambio climático y si no empiezan a hacer algo
a respecto tendrán que rendir cuentas por su inacción", ha advertido
Harper en una entrevista, insistiendo en que los efectos del cambio
climático han dejado de ser "proyecciones" y son muchos los países que
ya están notando las consecuencias.
En el caso de España, país del que ha elogiado el "gran trabajo que en general" ha hecho ante la presión migratoria por "estar en la línea de frente de la emergencia", "va a tener que enfrentarse al reto de la desertificación".
Esto significa, ha subrayado el asesor de ACNUR, que habrá personas que tengan que buscar un nuevo lugar en el que vivir ante la "inviabilidad" de hacerlo en determinadas zonas y que ya no será posible residir "en localidades o pueblos que han existido desde hace siglos".
Sin embargo, España es un país rico, con infraestructuras, y una "red de seguridad" por ser miembro de la Unión Europea, pero en otras muchas partes del mundo, como en África o en Asia, la población que sufre los efectos del cambio climático no tienen la misma suerte, ha subrayado Harper.
El asesor especial de la agencia de la ONU ha reconocido que aunque "algunos países entienden" esta realidad "muy pocos están respondiendo de forma integrada", mientras que en otros casos, ante la llegada de migrantes y refugiados se ha optado por reforzar las fronteras, "intervenciones militares" o incluso "la ignorancia".
"Tenemos que hacer mucho más de lo que estamos haciendo actualmente", ha denunciado, apostando por aunar esfuerzos no solo con los gobiernos sino entre actores humanitarios, de desarrollo, el sector privado y la sociedad civil para ofrecer una mejor respuesta que ayude a "mitigar" los efectos del cambio climático y "adaptarse" mejor a ellos.
Asimismo, ha subrayado que lo que tanto en España como en Europa se deberían plantear no es tanto si en los próximos años vendrán más migrantes y refugiados debido al cambio climático, sino "por qué vienen".
"La mayoría de ellos no quieren emigrar, si tuvieran la posibilidad se quedarían en sus casas y sus comunidades para siempre", ha incidido Harper, recalcando que es la falta de perspectivas de futuro, "de comida", "el no poder enviar a sus hijos a la escuela", lo que les empuja a marcharse.
"Lo que tenemos que hacer es asegurarnos de que la gente que vive en zonas afectadas por el cambio climático tenga un entorno saludable y seguro en el que vivir", ha defendido Harper.
Asimismo, ha considerado importante trabajar para "identificar de antemano las zonas de potencial conflicto antes de que este estalle" ya que con ello se podría evitar el desplazamiento de la población y que parte de ella cruce las fronteras y se convierta en refugiada.
En el caso de España, país del que ha elogiado el "gran trabajo que en general" ha hecho ante la presión migratoria por "estar en la línea de frente de la emergencia", "va a tener que enfrentarse al reto de la desertificación".
Esto significa, ha subrayado el asesor de ACNUR, que habrá personas que tengan que buscar un nuevo lugar en el que vivir ante la "inviabilidad" de hacerlo en determinadas zonas y que ya no será posible residir "en localidades o pueblos que han existido desde hace siglos".
Sin embargo, España es un país rico, con infraestructuras, y una "red de seguridad" por ser miembro de la Unión Europea, pero en otras muchas partes del mundo, como en África o en Asia, la población que sufre los efectos del cambio climático no tienen la misma suerte, ha subrayado Harper.
El asesor especial de la agencia de la ONU ha reconocido que aunque "algunos países entienden" esta realidad "muy pocos están respondiendo de forma integrada", mientras que en otros casos, ante la llegada de migrantes y refugiados se ha optado por reforzar las fronteras, "intervenciones militares" o incluso "la ignorancia".
"Tenemos que hacer mucho más de lo que estamos haciendo actualmente", ha denunciado, apostando por aunar esfuerzos no solo con los gobiernos sino entre actores humanitarios, de desarrollo, el sector privado y la sociedad civil para ofrecer una mejor respuesta que ayude a "mitigar" los efectos del cambio climático y "adaptarse" mejor a ellos.
Asimismo, ha subrayado que lo que tanto en España como en Europa se deberían plantear no es tanto si en los próximos años vendrán más migrantes y refugiados debido al cambio climático, sino "por qué vienen".
"La mayoría de ellos no quieren emigrar, si tuvieran la posibilidad se quedarían en sus casas y sus comunidades para siempre", ha incidido Harper, recalcando que es la falta de perspectivas de futuro, "de comida", "el no poder enviar a sus hijos a la escuela", lo que les empuja a marcharse.
"Lo que tenemos que hacer es asegurarnos de que la gente que vive en zonas afectadas por el cambio climático tenga un entorno saludable y seguro en el que vivir", ha defendido Harper.
Asimismo, ha considerado importante trabajar para "identificar de antemano las zonas de potencial conflicto antes de que este estalle" ya que con ello se podría evitar el desplazamiento de la población y que parte de ella cruce las fronteras y se convierta en refugiada.
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