SEVILLA.- La función pública cambia con el paso del tiempo. Igual que sus empleados. Si en el periodo entre 1989 y 1999 la edad media de acceso como funcionario de carrera en
la Junta era de 29 años, en la última década -que va de 2010 a 2019-,
los nuevos empleados públicos que aprueban unas oposiciones tienen ya 36
años.
Aunque hay muchos factores para explicar este fenómeno, la crisis
económica que vivó Andalucía -y España- durante años puede tener gran
parte de culpa. Mucha gente, explican desde las academias de preparación de opositores, quedó fuera del mercado laboral y se animó, con más años de lo habitual, a intentar entrar en la Junta. De ahí que la media de edad haya subido.
La Junta de Andalucía tiene a 18 personas con un doctorado que trabajan en la categoría C1 y C2 -la
más baja- de la administración andaluza. También hay 77 empleados
públicos en esos puestos con un máster, cinco licenciados en
Arquitectura, 39 ingenieros, 2.188 licenciados universitarios y 153
graduados por la Universidad.
Son personas que, pese a haber estudiado
hasta los grados más altos de la escala universitaria, desempleñan
tareas como auxialiares administrativos.
«Un porcentaje
importante del personal de la Junta -señalan desde la administración
andaluza- cuenta con una titulación muy por encima de la requerida para
el puesto que ocupa», publica hoy Abc.
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