ALMERÍA.- Es en el continente americano donde se encuentran tres de las cuatro Almerías de
las que nos vamos a ocupar en esta serie. Algo lógico si se tiene en
cuenta la presencia española allí durante cuatro siglos. De hecho, son
muchísimas las ciudades de nuestra península que poseen su descendiente
americana.
La lista de estas ciudades ocuparía, sin temor a equivocarnos, decenas de folios.
En algunos casos son ciudades archiconocidas, que han alcanzado el esplendor de su ciudad materna española o incluso han llegado a superarla en fama y fortuna.
Este sería el caso de Guadalajara (México), Córdoba (Argentina),
Medellín (Colombia), Laredo (México), Cartagena (Colombia), Toledo
(EE.UU.), etc. En otros casos, la ciudad vástago no ha alcanzado la fama
de su antecesora, como Madrid (EE.UU.), Barcelona (Venezuela, Perú o
Brasil) o incluso Almería (EE.UU, México... o Filipinas).
Y en el caso de las dos Almerías que hay en Estados Unidos y Nueva Almería de México, este último caso se cumple a rajatabla.
Tanto
en el caso ya visto de Nebraska, que disfrutó de una brevísima época de
cierto esplendor antes de decaer; como Nueva Almería, que, siendo una pequeña población en la senda de una cierta prosperidad,
todavía le queda un arduo camino para desarrollarse aún dentro de su
propio estado; como, sobre todo, en el de Alabama, que nunca encontró su
apogeo.
Como ya hemos comentado, la Almería de Nebraska no es la única Almería en Estados Unidos.
Hemos localizado otra en el condado de Bullock, en Alabama. Esta
Almería de Alabama no ha alcanzado ni siquiera la categoría de
municipio. Hoy en día se trata en realidad de un "paraje" localizado a
medio camino entre ninguna parte y cuya localización exacta es de 85º
51' 02" oeste y a 32º 1´ 35" norte.
El origen del
nombre parece tan oscuro como cualquier otra información de su historia.
Hay quien lo achaca a una corista que pasó un tiempo en la zona. ¿Sería
de nuestra ciudad? No sé sabe con certeza. Hace ya muchos años que la Almería de Alabama dejó de estar habitada de forma significativa y de tener importancia alguna en el estado.
¿Cuáles
han sido, en realidad, los motivos? El crecimiento del contiguo estado
de Montgomery, donde se asienta la capital estatal y el de la propia
ciudad vecina de Troy ha anulado la influencia de docenas de pequeños
pueblos alrededor. Almería en Alabama hoy en día ha pasado a ser incluso
la elocuente referencia jocosa de cierta guía de carreteras de Alabama
que, para publicitar la exactitud de sus mapas, venía a decir que era
tan completo que "Aparece hasta Almería".
Si
no ha desaparecido del todo su recuerdo es porque cerca de aquel paraje
atraviesa una de las carreteras que lleva a Montgomery, la citada
capital del estado. Lo cierto es que ni la oficina de turismo de Alabama tiene información oficial respecto al lugar,
ni tampoco el departamento estatal de educación se hace eco de noticia
alguna; "The Messenger”, el periódico local de la ciudad vecina de Troy
no la menciona, ni hay una sola palabra al respecto de ella en la
Asociación de Prensa de Alabama.
Si la Almería de Alabama ha recobrado últimamente cierta fama es porque Hank Williams JR, un cantante de música country de cierto postín,
tituló su último disco "Almería Club", un bar sito en la vecina
localidad de Troy donde el músico y compositor grabó el mencionado
disco, incluyendo una canción contando cierta curiosa historia de cuando
esta Almería era algo más que un nombre casi sin vida y el propio padre
del cantante tocaba allí. De hecho, el mencionado club llegó a ser una
escuela antes de ser un local de música country.
Pero
si creo que es censurable la desidia y actitud apática de nuestras
diferentes administraciones locales respecto a las otras Almerías del
mundo, es de justicia señalar el reciente paso que se ha dado con la
última de las Almerías que vamos a nombrar en estos artículos, Nueva Almería. Se trata de un pueblito en el estado costero mexicano de Veracruz.
El
origen de esta denominación se halla en la llegada en 1521 a un pequeño
poblado indígena de la región de Nautla, dentro de la famosa expedición
iniciada en 1518 por el reputado conquistador español Juan de Grijalva.
El poblado fue denominado Nueva Almería por orden del emperador Carlos
I.
Es de destacar que, en una zona cercana al pueblo, que recibió el
nombre de Llanos de Almería, un grupo de españoles consiguió una
encomienda, (la forma de explotación típica de la América Hispana) y en
ese mismo lugar se levantaría en 1882 otro pueblo, el de Martínez de la
Torre.
En la actualidad Nueva Almería es un municipio de 18.000 habitantes cuyo clima es bastante similar al nuestro. La localidad es productora de caña de azúcar, café, naranjas, pomelos y diversa ganadería.
El
exalcalde de Almería, Santiago Martínez Cabrejas, recibió a una
delegación mexicana encabezada por el alcalde del municipio de “Nueva
Almería”, Felipe Capitaine Rivera (en la imagen), a quien acompañaban empresarios y técnicos del sector agrícola del estado de Veracruz, uno de los más dinámicos de México.
Esta
delegación realizaba un recorrido por provincias españolas
especializadas en la producción agraria, con especial detenimiento en
Almería, donde recorrieron los invernaderos, cooperativas y empresas del
sector. La Universidad de Almería participa también en el intercambio
de formación y experiencias entre nuestra provincia y Veracruz.
Por su parte, el alcalde de Almería, que hizo entrega a su homólogo de un cuadro con el escudo de Almería,
un libro y material de los Juegos Mediterráneos, ofreció a sus
visitantes la información que puedan necesitar durante su estancia en
Almería relativa tanto a empresas agrícolas como a visitas por el
municipio de la capital.
Hay un personaje de Almería en
Nebraska al que creo que es justo darle un pequeño homenaje. Es uno de
los cientos de personas que durante más de un siglo sostuvieron aquel
pueblo, con la raza de los colonos y el arrojo de los pioneros. Nacido en Almería e hijo de uno de esos colonos era. Bill Strong.
Era un joven inquieto, criado en el pueblo. En 1931, Bill decidió
comprar el almacén que su padre dirigía y asentarse para siempre en
donde había nacido y crecido.
Con el paso del tiempo
se convirtió en el símbolo de la fidelidad a Almería cuando tuvo que ver
como uno tras otro casi todos sus paisanos tenían que emigrar. Se
convirtió en el historiador local. Pronto fue conocido como "Mister Almería". Los
que le conocieron aseguran que tenía un don natural para recordar
historias y contarlas reviviéndolas, haciendo partícipes a cuantos las
escuchaban. Viejas historias de su Almería.
De los relatos que su padre
le contaba sobre la fundación del pueblo o de vivencias propias, como su
infancia en su pueblo, de cómo se escondía en el almacén de su padre
tras los enormes barriles de clavos con un bote de dulce de regaliz,
cómo se colaba en las timbas clandestinas de granjeros en los años 20,
de cuando llegó el cinematógrafo a Almería y proyectaban las viejas
películas en el granero.
Una de las ilusiones de Bill fue el hermanamiento de su ciudad con la nuestra. Con ese fin se puso en contacto con nuestras autoridades locales en los años 80.
Evidentemente el bueno de Bill no sabía cómo las gastamos aquí y el “apego” que tradicionalmente el almeriense de aquí siente por sus raíces.
El
asunto se zanjó con el más estúpido de los silencios administrativos y
con un librito sobre nuestra Almería que alguien tuvo la caridad de
mandarle. Librito que está actualmente guardado como oro en paño en el
museo del condado de Loup. Desgraciadamente Bill murió en mayo de 1995
sin ver este último sueño cumplido.
Además, no nos dejó nada por
escrito. Por ello, aunque sus descendientes siguen rememorando sus
historias de Almería, con el paso del tiempo la mayoría de sus recuerdos
se perderán, como lágrimas bajo la lluvia, según esta crónica publicada hoy en La Voz de Almería.
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