ALMERÍA.- Un madrugón para llegar a tiempo, pasar el control de seguridad, facturar las maletas.... Y luego, la nada.
Ese es el panorama al que se han enfrentado esta mañana los viajeros
que debían volar hasta Sevilla desde el paradisíaco aeropuerto de
Almería. Sin embargo, las condiciones meteorológicas les han retenido en
tierra durante cinco largas horas.
A pesar de lo soleado del día en Almería, la niebla ha hecho de las suyas en la capital del Guadalquivir,
dejando el vuelo IB-8300 anclado a escasos metros del mar de Alborán y,
con él, a unos pasajeros que veían cómo avanzaba el reloj sin que la
situación cambiara.
Un cupón para poder desayunar en el aeropuerto almeriense es
todo lo que han conseguido durante la espera mientras la supuesta hora
de embarque cambiaba sin llegar a hacerse realidad: las 8:15; las 9.30;
las 11... Pero nada nuevo bajo el sol.
Hasta que, por
fin, con una napolitana de chocolate y un café cargado en el cuerpo,
llegó la buena nueva del día: tocaba embarcar y prepararse para
despegar. Eran algo más de las 12 del mediodía y habían pasado
cinco horas desde que el vuelo tenía que haber despegado. Reuniones
canceladas, trámites paralizados y, en definitiva, una mañana echada a
perder por culpa de la niebla.
Pasan unos minutos de las 13 horas y, por fin, la aeronave toma tierra
en la capital de Andalucía. Toca recoger maletas y echar cuentas: desde
las 5 de la mañana en pie para, siete horas después, estar al fin en Sevilla, informa La Voz de Almería.
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