A pesar de que Gabriel Rufián, que vino a Madrid a darse importancia,
presume que ERC mantiene su ‘no’ a la investidura de Pedro Sánchez,
todo apunta a que ese acuerdo está hecho.
Y no porque, como dice Sánchez, el PSOE y Podemos son los dos únicos
partidos políticos nacionales que quieren abrir el diálogo en Cataluña
con las formaciones separatistas. Sino más bien porque Sánchez y Pablo
Iglesias son los dos únicos dirigentes políticos que están dispuestos a
conceder los indultos a los políticos condenados en el Tribunal Supremo
por sedición, malversación y desobediencia.
Lo que para los condenados es un ‘regalo’ de gran alcance y
especialmente para Oriol Junqueras a quien el indulto lo liberará
también de la condena de ‘inhabilitación’. Y ello le permitirá al líder
de ERC ser candidato a Presidente de la Generalitat en las elecciones
catalanas que se celebrarán a partir de la próxima primavera, y en las
que ERC espera triunfar frente a su hoy ‘enemigo interior’ en el
separatismo, al PDeCAT de Carles Puigdemont.
Naturalmente, los indultos son y serán el móvil del pacto de Sánchez
con ERC y no solo para la investidura sino también para la aprobación de
los Presupuestos de 2020. Y esa decisión provocará un gran revuelo en
toda España, tensiones en el interior del PSOE y satisfacción en el PSC.
Mientras que los soberanistas y los condenados no mostrarán el menor
arrepentimiento, ni ofrecerán compromiso alguno de renunciar a otra
posible declaración ‘unilateral’ de la independencia de Cataluña.
Lo que, por otra parte, podría provocar -a través de la acusación
particular de Vox, si en la Fiscalía nadie se mueve- un recurso ante el
Tribunal Supremo en contra de los indultos que el Gobierno de Sánchez,
llegado el caso, debe motivar ante el alto tribunal.
Y ante la opinión pública donde se abrirá un tenso debate nacional
entre la izquierda y la derecha mientras en el campo soberanista se
calificarán esos indultos como una ‘rectificación’ del Gobierno español.
Todo eso de ‘el fin de la represión’ que exige ERC, o las
negociaciones con un ‘relator’ o la concesión de una ‘amnistía’ (para
ampliar los indultos a los prófugos y otros imputados pendientes de
juicio como Trapero) es solo para despistar.
El núcleo de la negociación son los indultos, y eso ya está prácticamente hecho y decidido por Sánchez e Iglesias.
Aunque la operación se haría en tres tiempos: primero será la
investidura de Pedro Sánchez el 20 de diciembre; en febrero los indultos
y recursos si los hay; y en marzo o abril los Presupuestos. Y para el
mes de mayo elecciones en Cataluña.
Este podría ser el guion que acordarán en el mayor secreto los
negociadores de Sánchez y ERC. Y en el que Iglesias estará muy activo y
presionando a Junqueras como lo hizo durante los días previos a la
moción de censura en Mayo de 2018.
El Gobierno de coalición entre el PSOE y Podemos será muy pronto,
puede que el 20 de diciembre, una realidad. Y a partir de ahí ya veremos
como van y discurren los acontecimientos los que al día de hoy parecen
imposibles de adivinar.
(*) Periodista
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