ALMERÍA.- La delegada territorial de Fomento, Ordenación del Territorio, Cultura y
Patrimonio Histórico, Eloísa Cabrera, acompañada por el director del
Conjunto Monumental, Arturo del Pino, y los directores facultativos, ha
visitado hoy las tres obras en marcha en estos momentos en el Conjunto
Monumental de La Alcazaba.
En estos trabajos, ha afirmado Cabrera, “el
nuevo Gobierno andaluz está invirtiendo un montante cercano a los
180.000 euros, y por un lado, se resuelven problemas serios de
conservación y, por otro, se actúa previamente de una manera científica a
las acciones restauradoras de mañana”.
En la primera obra se están realizando trabajos de consolidación e intervenciones arqueológicas en un amplio lienzo amurallado junto a la Puerta de la Justicia, tal y como han explicado la responsable de la actuación, Mercedes Miras.
En la primera obra se están realizando trabajos de consolidación e intervenciones arqueológicas en un amplio lienzo amurallado junto a la Puerta de la Justicia, tal y como han explicado la responsable de la actuación, Mercedes Miras.
En este sentido ha detallado que “es la primera vez en
casi cuarenta años que se elimina físicamente el forro cementicio
coloreado que se colocó sobre casi todo el frente sur de la Alcazaba a
inicios de los años 80 del pasado siglo”.
Esta intervención viene a
continuar los trabajos emprendidos el pasado año en el interior de la
muralla sur en el segundo recinto, donde los resultados obtenidos
concluían que las humedades y los continuos desprendimientos de este
forro hormigonado, proceden de la salinidad de sus elementos
constructivos y del efecto impermeable de éstos, que provoca por un
lado, desprendimientos puntuales por cristalización de las sales, y por
otro, grandes manchas de humedad perceptibles desde cualquier ángulo de
la ciudad.
Con la eliminación del forro hormigonado de los años 80,
prácticamente han desaparecido todas las humedades perceptibles en el
mismo. Eliminado éste para una adecuada conservación de la muralla, se
ha puesto en evidencia que el muro resultante es un palimpsesto, una
acumulación de diferentes huellas históricas que han perdurado en el
tiempo conservándose de desigual manera, y que responden al devenir de
los tiempos, unas veces son reparaciones por efectos sísmicos, otros
militares, y finalmente, los últimos restauradores con más o menos
acierto.
Por otro lado, desde el pasado mes de octubre se viene trabajando en la conservación y consolidación del Baluarte del Saliente, la quilla del barco en el Conjunto Monumental de la Alcazaba de Almería.
Por otro lado, desde el pasado mes de octubre se viene trabajando en la conservación y consolidación del Baluarte del Saliente, la quilla del barco en el Conjunto Monumental de la Alcazaba de Almería.
Esta torre, según ha explicado el director de obra, Pedro
Gurriarán, “es una de las construcciones más representativas de la
arquitectura militar de la Alcazaba”. Sus paramentos son representativos
de la evolución sufrida por el monumento desde su fundación en el siglo
X, ya que acoge innumerables fases evolutivas hasta la actualidad.
La
torre objeto de estudio es, quizás, una de las que más problemas
presenta, a pesar de las restauraciones ejecutadas en las últimas
décadas, y donde se localizan algunos de los más importantes problemas
de conservación. “El abandono y la presencia de numerosas patologías han
propiciado esta situación que podemos calificar de urgente”, tal y como
se ha explicado durante la visita a las obras.
Entre los objetivos propuestos por el proyecto, se pretende avanzar en el conocimiento del monumento, garantizar su protección y conservar el monumento de forma adecuada y coherente con los criterios históricos y tecnológicos originales, consolidar el basamento de la torre, con el objeto de erradicar problemas de seguridad, evitando el desprendimiento y caída de material constructivo por la ladera de la Alcazaba, con el consiguiente riesgo para la seguridad, y finalmente, restaurar la parte emergente, respetando las principales fases evolutivas y las técnicas constructivas existentes.
El tercer gran proyecto de finales de este 2019, y que comenzará esta misma semana, es la intervención arqueológica, interpretación fotogramétrica y trabajos de restauración del frente norte del primer recinto de la Alcazaba, como estudios previos que permitan conocer la ocupación del subsuelo, su documentación y la inclusión de los resultados como medida cautelar en el proyecto de restauración de toda la muralla norte a revisar.
Entre los objetivos propuestos por el proyecto, se pretende avanzar en el conocimiento del monumento, garantizar su protección y conservar el monumento de forma adecuada y coherente con los criterios históricos y tecnológicos originales, consolidar el basamento de la torre, con el objeto de erradicar problemas de seguridad, evitando el desprendimiento y caída de material constructivo por la ladera de la Alcazaba, con el consiguiente riesgo para la seguridad, y finalmente, restaurar la parte emergente, respetando las principales fases evolutivas y las técnicas constructivas existentes.
El tercer gran proyecto de finales de este 2019, y que comenzará esta misma semana, es la intervención arqueológica, interpretación fotogramétrica y trabajos de restauración del frente norte del primer recinto de la Alcazaba, como estudios previos que permitan conocer la ocupación del subsuelo, su documentación y la inclusión de los resultados como medida cautelar en el proyecto de restauración de toda la muralla norte a revisar.
La responsable de la
obra, Rosa Morales, ha explicado que los trabajos que se llevarán a cabo
es la realización de cuatros sondeos arqueológicos estratégicamente
situados en el perímetro exterior, dispuestos de levante aponiente y la
interpretación fotogramétrica/análisis de los vestigios emergentes
objeto de estudio.
Los objetivos generales perseguidos son determinar la evolución histórica de este tramo mediante la obtención de información sobre la existencia de restos constructivos de diferente naturaleza: defensivos y/o de suministro en la base del perímetro exterior del frente norte del primer recinto, conocer la topografía original de esta zona y detectar posibles redes de drenaje, contribuir a la salvaguarda del Monumento a través del estudio de sus patologías y definir criterios que sirvan para actuar en otras áreas similares.
Los objetivos generales perseguidos son determinar la evolución histórica de este tramo mediante la obtención de información sobre la existencia de restos constructivos de diferente naturaleza: defensivos y/o de suministro en la base del perímetro exterior del frente norte del primer recinto, conocer la topografía original de esta zona y detectar posibles redes de drenaje, contribuir a la salvaguarda del Monumento a través del estudio de sus patologías y definir criterios que sirvan para actuar en otras áreas similares.
Dos
de las actuaciones llevan aparejadas restauraciones en paralelo por los
riesgos que suponen trabajar en ellas, una, en una posible torre de
época califal, y la otra, en lo que es uno de los elementos antiguos
conservados en el monumento, que no es otro que una balsa romana
documentada ya en 2009 por arqueólogos del Conjunto.
Las tres obras mencionadas, aparte de contar con equipos interdisciplinares de arquitectos, arqueólogos y restauradores, cuenta con el apoyo del Departamento de Construcciones Arquitectónicas II y la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla, quien está llevando a cabo muestras de tapial y Carbono 14, y a su vez, el monumento cuenta con la colaboración del Instituto Universitario de Xeoloxía Isidro Parga Pondal, de la Universidade da Coruña, quien está llevando a cabo pruebas por datación por termoluminiscencia de cerámica alojada en las diferentes fábricas del baluarte del Saliente.
Las tres obras mencionadas, aparte de contar con equipos interdisciplinares de arquitectos, arqueólogos y restauradores, cuenta con el apoyo del Departamento de Construcciones Arquitectónicas II y la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla, quien está llevando a cabo muestras de tapial y Carbono 14, y a su vez, el monumento cuenta con la colaboración del Instituto Universitario de Xeoloxía Isidro Parga Pondal, de la Universidade da Coruña, quien está llevando a cabo pruebas por datación por termoluminiscencia de cerámica alojada en las diferentes fábricas del baluarte del Saliente.
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