MADRID.- Militantes de Ciudadanos han
empezado a organizarse para exigir a
Inés Arrimadas, a la que dan por segura sucesora de Albert Rivera, que
devuelva al partido al centro, “espacio del que nunca debió salir”, la
refundación del partido y la renovación de la Ejecutiva.
Como portavoz de esta plataforma denominada Compromiso Ciudadano está Juan Carlos Bermejo, quien compitió en las primarias con Rivera en 2017
y también con Ignacio Aguado en las últimas autonómicas en Madrid,
elecciones en las que además presentó una denuncia contra el partido por
entender que se habían manipulado los resultados.
Según Bermejo, son ya unos 3.200 afiliados los que están movilizados
para plantear estos cambios al próximo presidente de la formación
naranja -todas las voces apuntan a Arrimadas, quien sigue guardando
silencio sobre su futuro.
La cifra global de militantes, de acuerdo con los últimos datos del
partido antes de las elecciones del 10-N, está por debajo de los 31.000;
la formación ha perdido un 4,5 por ciento de afiliados en el último año.
Bermejo, militante de Las Rozas (Madrid), ha dicho en una
conversación con periodistas que los militantes que él dice representar están dispuestos a apoyar a Arrimadas si reconduce el partido al centro liberal, aunque la culpan también del desastre electoral por ser parte de la cúpula de Rivera.
Y la responsabiliza porque tampoco hizo nada, ha señalado, para que
la dirección rectificara su decisión de vetar al PSOE y mantener una
estrategia de pactos exclusivamente con el PP, lo que, para Bermejo, ha sido la causa del desastre electoral (de 57 a 10 diputados en seis meses).
Pero si Arrimadas, ha avisado, no lo hace y se presenta con el mismo equipo que Rivera, ha asegurado que está dispuesto a dar el paso y disputarle el liderazgo, aunque sea sólo para que se oiga la voz de los descontentos en el partido.
Cuando se presentó contra Rivera en enero de 2017, obtuvo 423 votos
(el 6,15 por ciento del censo), mientras que el expresidente naranja
logró 5.999 (el 87,27 por ciento).
Aparte de estas exigencias, apuestan por un cambio en los estatutos
para dar más peso a las bases y que haya elecciones primarias también en
los municipios con menos de 400 afiliados.
Otra de las cosas imprescindibles que tiene que hacer el partido, ha
recalcado Bermejo, es cambiar el método de votación de las primarias,
del sistema actual telemático al voto en urna, para evitar que este
proceso pueda ser “manipulado” o se cometan irregularidades como las que
se detectaron en varias comunidades autónomas.
Entre ellas, Castilla y León, donde tuvo que ser anulada la victoria
de la candidata apoyada por la ejecutiva, la exdirigente del PP Silvia
Clemente, para dársela a Francisco Igea tras anular 80 votos.
Bermejo ha pedido a Arrimadas una reunión para trasladarle todas
estas propuestas que defienden, pero, por ahora, no ha obtenido ninguna
respuesta.
Los primeros pasos para organizar el cambio de la dirección de Cs empezarán con la convocatoria de un consejo general a finales de este mes, que será el encargado de nombrar una gestora y poner fecha a la Asamblea extraordinaria para renovar el equipo.
La Asamblea no podrá tener lugar antes del 10 de marzo en
cumplimiento de los plazos establecidos en los estatutos, que establecen
que no puede celebrarse ni cuatro meses antes ni hasta cuatro meses
después de unas elecciones.
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