MADRID.- El
Gobierno ha aumentado un 50 por ciento las ayudas para actividades de
ocio y comedores en verano destinadas a menores en situación de
vulnerabilidad, por lo que invertirá 15 millones de euros -10 millones
en 2018- que beneficiarán a 100.000 menores para "romper el círculo de
desventaja" entre los niños.
Lo
ha explicado la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en
funciones, María Luisa Carcedo, en la rueda de prensa tras el Consejo de
Ministros, que ha aprobado el programa para la Garantía de los Derechos
a la Alimentación, Ocio y Cultura de los Menores durante las Vacaciones
Escolares (VECA) 2019.
"En
una democracia que se califica de calidad es necesario que todos los
niños tengan las mismas oportunidades" y este programa quiere ofrecer
una alimentación saludable y equilibrada para los menores más
vulnerables y garantizar su ocio tras el fin del curso escolar.
En la iniciativa se incluyen servicios como desayuno, comida y
eventualmente bolsas para la cena, junto a actividades, como campamentos
de verano de carácter lúdico, recreativo, cultural y educativo.
El
Programa VECA refuerza las distintas actividades estivales de ocio
educativo que llevaban funcionando desde hace varios años en diferentes
ciudades y municipios y asume el coste de las plazas de los niños más
vulnerables para que puedan disfrutar de actividades "sin riesgo de
sufrir estigma o segregación".
El
Programa está en conexión con los Servicios Sociales Municipales y los
centros escolares, de forma que se facilita el acceso de las familias
potencialmente beneficiarias, a través de los sistemas de información de
las becas de comedor que disfrutan durante el curso.
Carcedo ha destacado que muchos niños en situación vulnerable sufren
desnutrición por una alimentación "ni saludable, ni equilibrada".
En
este sentido, ha alertado de que el 20 por ciento de los niños que
viven con menos recursos consumen tres veces más alimentos procesados y
que, si siete de cada diez menores comen fruta diaria, en las familias
en riesgo de exclusión ese dato se reduce a cinco de cada diez.
Todo ello, deriva en que estos niños sufran mayor obesidad y otras enfermedades vinculadas al sobrepeso, ha añadido.
El Gobierno, a través del Alto Comisionado de la Lucha Contra la Pobreza Infantil,
diseñó el pasado año el programa VECA que dotó con 10,4 millones de
euros; entonces esa cantidad duplicó los fondos destinados hasta
entonces a la lucha contra la pobreza infantil en verano.
Las ayudas para este año contemplan triplicar respecto a 2017 el
número de beneficiarios de estas prestaciones, hasta alcanzar a 100.000
menores, mientras que en 2017 fueron 33.000 y en 2018, 66.000
participantes.
"El Gobierno tiene el objetivo de situar a los niños en el centro de la
política" y "evitar el olvido veraniego que muchas veces sufren los
niños de lasa familias más desfavorecidas.
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