MADRID.- El gasto medio por persona de los
españoles previsto para este verano baja ligeramente, un 0,7 %, respecto
al del año pasado, hasta 714 euros, frente a los 719 euros del período
estival del ejercicio anterior, según el informe de temporada del
Observatorio Nacional del Turismo Emisor, ObservaTUR.
Los
viajeros que cuentan con un presupuesto global inferior a los 1.000
euros representan casi la mitad (un 49 %) y, en el otro extremo, los que
superarán los 2.000 euros no alcanzan el 10 % (en concreto suponen sólo
el 8 %).
Los ahorros, el salario y la paga extra son las tres
grandes fuentes de financiación y sólo un 8 % utiliza algún tipo de
préstamos para cubrir los gastos del viaje, de acuerdo con el estudio
promovido por Amadeus, AON, Beroni, Carrefour Viajes, Confebus, Iberia,
Movelia, ReiniziaT, Renfe-SNCF y la Asociación Nacional de Agencias de
Viaje (UNAV).
Del informe, presentado este viernes, se
desprende que la incertidumbre económica se mantiene como la amenaza
más clara, seguida por la subida de los precios, la indefinición
política y la percepción de la masificación turística.
Ya
se han realizado, de media, el 38 % de las reservas para este verano,
según las agencias, que apuntan a que las previsiones han empeorado
levemente, aunque se mantiene el balance positivo (más numerosos los
optimistas que los pesimistas) en todos los viajes, excepto en los de
mayor duración.
La mayoría de los viajeros (un 56 %) disfrutará de una estancia vacacional de más de 8 días y un 17 % superará los 15 días.
Agosto
continúa siendo el mes por excelencia de las vacaciones de verano, al
ser elegido por el 39 % de los encestados, seguido de julio (un 24 %) y
septiembre (un 17 %).
Hay perspectivas de crecimiento
tanto en los destinos nacionales, como en los internacionales, "aunque
esa visión es algo menor que la que mostraban en el verano de 2018".
Los
vaticinios más favorables respecto a los destinos nacionales se
focalizan en los de playa, aunque las expectativas descienden en
comparación con 2018, tanto las que se refieren a playas peninsulares
como a islas, al tiempo que se mantiene el ligero optimismo del verano
anterior sobre los parques temáticos y los circuitos nacionales.
Tras
los viajes de playa se sitúan, en el segundo lugar, los culturales, con
un 26 %, y, en el tercero, los de relax, con un 15 %.
Respecto
a 2018, los viajes al extranjero han experimentado "un notable
incremento", dado que mientras en el verano pasado el 36 % había
decidido algún destino internacional, esta proporción asciende al 46 %
este año.
Entre los que ya han tomado la decisión del
modelo de alojamiento, el hotel se sitúa a la cabeza, al ser elegido por
un 41 % de los viajeros.
Le sigue el alojamiento
propiedad del viajero o de alguna persona del grupo con el que viaja,
con un 22 %, y el apartamento turístico, con un 19 %.
El
mapa de la distribución de los distintos tipos de alojamientos varía si
se tiene en cuenta, además de los que ya lo tienen decidido, aquellos
otros que evalúan la probabilidad de usar uno u otro.
En
este sentido, una de las principales variaciones es el incremento
sustancial del apartamento turístico, situándose por encima del
alojamiento propio y acortando la distancia con el hotel.
En
cuanto al transporte, prácticamente la mitad de los que han tomado una
decisión al respecto opta por el vehículo particular (un 51 %), en tanto
que el avión ocupa el segundo lugar (un 39 %).
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