En rueda de prensa, Pastor señaló que en la actualidad, por cada 100 hombres contratados a jornada parcial, hay casi 420 mujeres que se encuentran en la misma situación, un hecho que achacó a distintos factores como la dificultad de conciliar la vida laboral y familiar que "afecta más" a las mujeres.
El estudio, realizado a través de entrevistas y encuestas en universidades, entidades públicas y empresas privadas, y que será presentado el próximo lunes, señala también como "mayores obstáculos" la incompatibilidad de horarios y ritmos de trabajo remunerado con las necesidades humanas, "un problema que padecen sobre todo las mujeres que son escupidas paulatinamente del mercado de trabajo porque son las grandes cuidadoras de los seres queridos", según Pastor.
En este sentido, señaló que existe un aumento de 42,2 por ciento de las familias monoparentales en Andalucía desde 1998 hasta 2008, si bien el 90,6 por ciento de estos hogares tiene como cabeza de familia a madres solas, lo que, apuntó, "condiciona las posibilidad laborales de las mujeres" frente al diez por ciento de los varones que se encuentran en la misma situación.
En relación a esto, Pastor explicó que del total de personas inactivas en 2009, casi 30 por ciento son mujeres que están en edad de acceder al mercado laboral y que "declaran no hacerlo ni buscarlo por motivos relacionados con el hogar y seres queridos" frente a un dos por ciento de hombres que declaran una situación similar.
"Creo que queda de manifiesto la imposibilidad de acceder a un mercado de trabajo en igualdad de condiciones por el patriarcado laboral que exime a los varones de corresponsabilidad y porque en el ámbito público carecemos aún de mecanismos suficientes", valoró la presidenta de la plataforma andaluza.
Por otra parte, Pastor también hizo referencia a los niveles de formación universitaria de las mujeres y su papel en los cargos de responsabilidad tanto en las instituciones públicas y las privadas. En la universidad, en el curso 2007-08, el 55,3 por ciento de los matriculados fueron mujeres, pero sólo el diez por ciento de ellas eligieron enseñanzas técnicas mientras los hombres se decantaron por estas en un 37,8 por ciento.
Para Pastor, "esta orientación académica sexista limita el desarrollo como el éxito profesional de las mujeres", quienes prefieren las carreras orientadas a la salud en mayor proporción que los varones, un aspecto que se refleja posteriormente también en el acceso al empleo.
Así, indicó que ninguna provincia supera el 30 por ciento de alcaldesas, que el TSJA sólo tiene un 32,8 por ciento de mujeres o que los órganos de gobierno de las cajas rurales cuentan con un uno por ciento de representatividad femenina.
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