Ruego
me disculpen por el título, pero no se me ocurre otro después de
haberme metido a cucharadas y con la nariz tapada, cual remedio amargo,
el tochito no escrito por el autor que la cubierta anuncia. Sí, no. Ya
ven, una solución a la francesa, el «sí, pero no». Sí, es un libro por
la forma y no por el contenido.
No, no lo escribió quien lo firma, y quien lo escribió tampoco lo mejora. Y el título es un plagio de otro libro de Matilde Asensi publicado por ¡el mismo grupo editorial!
Estamos
frente a un panfleto ideologizante en el peor estilo del género, que
coincide en cuanto a transformaciones estructurales de acción,
experimentación y de puesta en marcha, de varios tipos de terrorismo:
real, criminal, psíquico y de gobierno, no menos delincuente; y juro que
en el fondo esperaba estas coincidencias, aunque no tan exactamente con
otros tres panfletos que le precedieron:
-El Islam Revolucionario.
Del terrorista venezolano Carlos El Chacal, verdadero nombre Ilich
Ramírez (por Lenin), quien cumple cadena perpetua en una cárcel en
Francia.
-La guerra periférica y el islam revolucionario. Orígenes, reglas y ética de la guerra asimétrica.
Donde… «Jorge Verstrynge analiza cómo en realidad el Islam
revolucionario ha asumido la modernidad, fundiendo ésta con la idea de
revolución y con la tradición islámica, insertándose en el actual
proceso de mundialización de una forma peculiar al crear un nuevo
internacionalismo desestatalizado.
El desarrollo de las armas
bacteriológicas, la aparición de las armas genéticas, las
investigaciones en torno a nuevas armas químicas son señales claras de
hacia donde se orientarán las guerras asimétricas del futuro…».
Aunque
valga la distancia y diferencia con el anterior, sus mensajitos
conlleva, y ahí lo dejo… El autor es franco-español, nacido en Tánger, y
lo mismo fue de extrema derecha que de extrema izquierda.
-Cien horas con Fidel: Conversaciones con Ignacio Ramonet, periodista de Le Monde Diplomatique,
el menos diplomático de todos los medios de prensa, tal vez porque sólo
se ha dirigido durante un buen rato exclusivamente a diplomáticos de la
ultraizquierda.
Panfleto en forma de entrevista que «recoge el
contenido de las largas conversaciones sostenidas entre el Comandante
(Comediante) en jefe Fidel Castro y el intelectual y periodista francés
(ah, tiens, de origen marroquí) Ignacio Ramonet entre principios
de 2003 y mediados del 2005...» O sea, de la peor antiliteratura
política que se pueda tropezar uno en la vida, con diferencia. De la
insoportable lamebotas y sobaojete.
Mierda Firme
no aporta nada a lo que ya sabemos, sólo baba sibilina. Sin embargo,
destacaría que la coincidencia reside en el sentido de la «takiya»,
valor de la mentira, islamista, que es el sentimiento que mueve al
terror y la guerra desatada recientemente por Hamas en Israel el 7 de
octubre del 2023, apoyada por palestinos gazatíes, tal como se puede
observar en los vídeos tomados por los propios terroristas y palestinos,
y que se han ido revelando de a poco.
Quien
firma el panfleto, que no es quien lo escribió, es más que un
socialcomunista en su conformación de pensamiento y acción, tal como ha
probado en las últimas semanas, con relación a Israel, al mostrar su
hermandad con los terroristas de Hamas, a tal punto que estos le
agradecieron públicamente y le han pedido colaboración directa e
inmediata; este tipejo es profundamente «islamorevolucionarista», un
islamoguerrillero radical, de los peores.
Este irresponsable se propone
ahora desmoñingar la Constitución, descoronar a la Monarquía, y
desmembrar España, como mismo hizo Fidel Castro con Cuba. No va a parar.
Es una advertencia desde mi libertad individual y desde mi experiencia.
Si no lo sacan del poder, conseguirá sus ambiciones más temprano que
tarde.
Hay un cuarto libro con el que también coincide en falta de principios y carencia absoluta de humanidad: Mi Lucha, de Adolfo Hitler. Aunque –y porque– todo lo que en este libro, que yo he retitulado Mierda Firme,
hay que leerlo al revés, donde dice cualquier cosa de «justicia social»
sólo se hallará «takiya», embuste, y destrucción inhumana, donde
escribe «progresismo», sólo quiso decir, y así lo vivirán de forma
todavía más grave los españoles: «Pobrecismo».
¿Peligro?
Sí, lo tiene, y mucho. Porque como mismo en una época en que Hitler
quiso hacer de Europa y del mundo su coto de caza, y casi lo logra, la
complicidad mundial con este monstruo es todavía tan importante como
incomprensible a estas alturas, y como lo fue en el pasado. Sólo veamos
lo que es el «islamoguevarismo», o «islamochacalismo»… Terror a pulso,
fachocomunismo a la orden del día, tinieblas contra la luz.
España, sálvate.
(*) Escritora hispano-cubana
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