ALMERÍA.- El obispo de Almería, Adolfo González Montes, ha ordenado este viernes
el cierre de las iglesias de la diócesis a los actos públicos aunque los
sacerdotes continuarán celebrando misa a puerta cerrada "acompañados de
algunos fieles muy distanciados unos de otros", toda vez que ha pedido
extremar las medidas higiénicas para administrar los sacramentos de la
penitencia, la comunión y el santo viático a los enfermos que lo
reclamen.
"La administración de estos sacramentos se deberá hacer en las condicione higiénicas necesarias y la protección de la mascarilla, si se requiriese, a fin de no resultar contagiado el sacerdote que administra estos sacramentos", ha indicado el prelado en una carta dirigida a los feligreses, en la que advierte que "todas las precauciones son pocas", por lo que hay que "cumplir con obediente conformidad las indicaciones que los sanitarios y la autoridad pública".
El obispo ha reflexionado sobre la expansión de la pandemia por Europa, "contagiada por este coronavirus que se multiplica sin cesar y, aunque se esconde bajo los síntomas de una gripe convencional, desencadena neumonías y cuadros clínicos que provocan, según informan las autoridades sanitarias, dificultades respiratorias que desembocan en paros cardiacos", Con ello, ha advertido que "aunque, ciertamente, las personas mayores tienen mayores riesgos, sobre todo las personas ancianas, el virus no se detiene ante personas más jóvenes e incluso muy jóvenes".
De este modo, y para "evitar un contagio mayor en la población", ha dispuesto que se retransmita la misa de los domingos de la Cuaresma que faltan y las celebraciones de la Semana Santa sean retransmitidas por internet. La próxima emisión tendrá lugar a las 11,30 horas desde la Catedral de la Encarnación mediante la web del Obispado.
Los días laborables --en ferias Cuaresma y Pascua durante la semana-- se celebrará la misa capitular a las 9,00 horas, precedida de la recitación de laudes.
"El sacramento es una realidad que requiere la participación en carne y, si la comunión espiritual puede ayudar a la unión con Cristo e incluso en situaciones de necesidad puede ser la única forma que media esta unión, no puede sin embargo sustituir a los sacramentos", expone el obispo sobre la participación física de los actos religiosos.
González Montes ha trasladado una "palabra de aliento y esperanza" a los fieles. "Mientras los sanitarios se esfuerzan por cuidar de nuestra salud y las autoridades disponen lo que es mejor para el bien común en esta situación de prueba, nosotros encomendamos su persona y sus familias y rezamos unos por los otros", ha añadido antes de advertir que hay que tener presentes a los hospitalizados y a quienes "en la soledad de sus casas y las residencias necesitan especial protección y amparo, entre ellos las personas de la calle, para que de una u otra manera por medio de Cáritas, Cruz Roja y Protección Civil y los Cuerpos de Seguridad no les falte la protección necesaria".
También ha agradecido el obispo el papel de los sacerdotes que se han dispuesto a "socorrer espiritualmente" a quienes lo necesiten en los hospitales y en sus casas y también "a las religiosas y personas de vida consagrada y a los voluntarios de las parroquias su disposición a ayudar y a rezar".
"La administración de estos sacramentos se deberá hacer en las condicione higiénicas necesarias y la protección de la mascarilla, si se requiriese, a fin de no resultar contagiado el sacerdote que administra estos sacramentos", ha indicado el prelado en una carta dirigida a los feligreses, en la que advierte que "todas las precauciones son pocas", por lo que hay que "cumplir con obediente conformidad las indicaciones que los sanitarios y la autoridad pública".
El obispo ha reflexionado sobre la expansión de la pandemia por Europa, "contagiada por este coronavirus que se multiplica sin cesar y, aunque se esconde bajo los síntomas de una gripe convencional, desencadena neumonías y cuadros clínicos que provocan, según informan las autoridades sanitarias, dificultades respiratorias que desembocan en paros cardiacos", Con ello, ha advertido que "aunque, ciertamente, las personas mayores tienen mayores riesgos, sobre todo las personas ancianas, el virus no se detiene ante personas más jóvenes e incluso muy jóvenes".
De este modo, y para "evitar un contagio mayor en la población", ha dispuesto que se retransmita la misa de los domingos de la Cuaresma que faltan y las celebraciones de la Semana Santa sean retransmitidas por internet. La próxima emisión tendrá lugar a las 11,30 horas desde la Catedral de la Encarnación mediante la web del Obispado.
Los días laborables --en ferias Cuaresma y Pascua durante la semana-- se celebrará la misa capitular a las 9,00 horas, precedida de la recitación de laudes.
"El sacramento es una realidad que requiere la participación en carne y, si la comunión espiritual puede ayudar a la unión con Cristo e incluso en situaciones de necesidad puede ser la única forma que media esta unión, no puede sin embargo sustituir a los sacramentos", expone el obispo sobre la participación física de los actos religiosos.
González Montes ha trasladado una "palabra de aliento y esperanza" a los fieles. "Mientras los sanitarios se esfuerzan por cuidar de nuestra salud y las autoridades disponen lo que es mejor para el bien común en esta situación de prueba, nosotros encomendamos su persona y sus familias y rezamos unos por los otros", ha añadido antes de advertir que hay que tener presentes a los hospitalizados y a quienes "en la soledad de sus casas y las residencias necesitan especial protección y amparo, entre ellos las personas de la calle, para que de una u otra manera por medio de Cáritas, Cruz Roja y Protección Civil y los Cuerpos de Seguridad no les falte la protección necesaria".
También ha agradecido el obispo el papel de los sacerdotes que se han dispuesto a "socorrer espiritualmente" a quienes lo necesiten en los hospitales y en sus casas y también "a las religiosas y personas de vida consagrada y a los voluntarios de las parroquias su disposición a ayudar y a rezar".
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