A la espera de ver esa España que dicen que se rompe,
hablaré de algún roto que ya existe y al que apenas se le está dedicando
tiempo. El CIS refleja constantemente que los problemas económicos
encabezan los quebraderos de cabeza de la gente, pero mediáticamente no
se le presta tanta atención.
Y eso que hay datos, como los que acaba de
publicar el Banco de España, altamente preocupantes: los jóvenes
españoles afrontan una odisea para establecer un proyecto de vida.
Sueldos
precarios, contratos temporales, dificultades de acceso a una vivienda…
La ayuda familiar está siendo el salvavidas para una juventud que no
podrá depender siempre de ese auxilio. Mientras, parece que seguiremos
en bucle con el modelo territorial.
Eso sí, el Banco de España publica
que los hogares jóvenes todavía tienen un 25% menos de renta que en los
peores momentos de la crisis. Es más, los hogares con cabeza de familia
menor de 35 años sufrieron la mayor caída de riqueza neta, con un 43,3%,
entre 2014 y 2017. El recorte en su riqueza neta media desde 2011 fue
del 55,7%.
La crisis económica ha servido para devaluar el coste de
la mano de obra y los jóvenes son los más perjudicados. Ha sido más
fácil y barato despedirlos, pagarles peores sueldos y que tengan menos
derechos laborales y más miedo.
En este aumento de la desigualdad, la
vivienda también juega un papel decisivo. Entre 2012 y 2017, ha
aumentado el porcentaje de jóvenes que se quedan en casa de sus padres.
La mitad de quienes tienen entre 25 y 29 años aún vive con sus
progenitores.
En contraste, nos dijeron que el rescate
bancario no nos costaría "ni un euro", pero el FROB hacía balance este
viernes como organismo público y reconocía que los fondos inyectados en
el sistema financiero a través de esta entidad son 58.871 millones de
euros. En Bankia, 22.521 millones.
Ahora que Díaz Ayuso dice que "a lo
mejor un etarra es ministro de Hacienda en enero", sabemos que eso no
ocurrirá, pero sí que ese ministerio lo ocupó Rodrigo Rato, hoy en la
cárcel por apropiación indebida con las tarjetas black, tras presidir la
entidad madrileña.
Hay que abordar el modelo
territorial, sin duda, pero sin olvidar que España no se rompe y sí
hemos visto romper la hucha de las pensiones, derechos laborales
adquiridos, capacidad de acceso a la vivienda, recortes en la Sanidad,
en la Educación, en las ayudas a la dependencia… Hay miles de millones
de euros no recuperados y, al mismo tiempo, multitud de familias que aún
siguen pagando los platos rotos.
(*) Periodista
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