MADRID.-
Han pasado tres años desde que comenzó oficialmente el proceso de
desconexión de Reino Unido con la Unión Europa tras el resultado del referéndum de junio de 2016
y lo cierto es que, lejos de que esta incertidumbre haya pasado factura
a la inversión en España, el idilio de las empresas británicas con
nuestro país ha ido en aumento, según publica hoy El Confidencial.
Prueba de ello son los datos que arroja el último Barómetro sobre Clima y Perspectivas de Inversión Británica en España
de la Cámara de Comercio de aquel país presentado este jueves en
Madrid. Por lo pronto, las inversiones desde la consulta han sumando más
de 20.266 millones, más del 23% de los flujos de IED española en todo
el mundo en esos doce trimestres.
Además el volumen de flujos de IED procedente de Reino Unido ha pasado de ser el sexto para España en 2015, al mayor en la primera mitad de 2019. Entre
enero y junio de este año las empresas de Reino Unido han invertido
3.125 millones de euros, lo que supone un 79,49% más que en el mismo
periodo del año anterior y eso a pesar del aumento de las posibilidades
de un Brexit sin acuerdo que llevó finalmente a la dimisión de Theresa May el pasado mes de julio.
Hay oportunidades y riesgos, solo hay que entender qué cambia y qué no.
Una
tendencia ascendente que se viene mostrando desde 2013 y que parece que
va a continuar a pesar de la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
De hecho, el embajador británico en España, Hugh Elliot, aseguraba
durante la presentación del informe que “las relaciones bilaterales son
excelentes” y aunque si bien es cierto que hay incertidumbre política
tanto por el Brexit como por las elecciones en España, “hay
oportunidades y riesgos, solo hay que entender qué cambia y qué no”. No
en vano, a su juicio el marco lega es importante, pero también importan
otros muchos factores como la educación o la facilidad de hacer
negocios.
Buen clima de negocios
Así, de las empresas británicas con inversiones en España que han participado en la encuesta, un 81% considera el clima de negocios como aceptable o bueno.
Además, la “calidad de vida “ existente en España sigue siendo el
aspecto mejor valorado y, junto con la digitalización y el mercado de
trabajo, presenta una ligera mejora respecto a los dos últimos años. Por
el contrario, destacan entre las mayores carencias de España el apoyo
público a la I+D+I y confiesan que sigue empeorando la percepción del
riesgo político.
A pesar de ello, un 35% de las empresas encuestadas espera ampliar sus inversiones en el mercado español en
2019 y la mayoría de ellas considera que el Brexit no reducirá la
inversión en nuestro país ni en lo que queda de año ni en 2020. De
hecho, el 60% de las mismas afirma no haber experimentado cambios
significativos en su política de inversiones desde que comenzaron las
negociaciones y el 80% no se ha planteado cambiar el destino por la
desconexión.
En cuanto a la distribución por el territorio
nacional, la IED británica se concentra en la Comunidad de Madrid,
Castilla y León, la Comunidad Valenciana y Cataluña. De hecho, el 58% de
las empresas que han participado en el estudio da poca importancia al
efecto del proces en sus inversiones en España y apenas un 30% prioriza
otras regiones para invertir.
Finalmente, cabe destacar que la IED británica en España es principalmente productiva, no
articulada a través de una Entidad de Tenencia de Valores Extranjeros y
presenta una gran diversificación entre el sector servicios, industrial
y construcción, aunque los que más flujo han recibido desde el inicio
de la serie histórica son la telecomunicaciones, comercio mayorista,
servicios financieros, transporte aéreo, actividades inmobiliarias y
suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire.
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