MADRID.- El cambio climático y la reducción de
las precipitaciones obligará a ajustar las aportaciones al trasvase
Tajo-Segura, una infraestructura sin alternativa de sustitución. Esta es
la conclusión a la que han llegado varios ponentes en la jornada por el
40 aniversario del acueducto, organizada en Madrid.
El
acto ha sido organizado por la Universidad Politécnica de Cartagena y
el Sindicato de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) en la sede
del Instituto de la Ingeniería de España.
Allí, el secretario de Estado
de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha explicado que el
cambio climático producirá una reducción de aguas superficiales entre un
20-30% en España y un 40% en las zonas territoriales más vulnerables.
"Por
ello, es necesario avanzar en un plan con un enfoque integral para el
recurso", ha asegurado Morán, y ha añadido que "hemos de potenciar las
fuentes menos vulnerables al impacto del cambio climático, lo que
redundará en los diferentes usos que de ello depende y atender a la
calidad, en especial los que permitan la reutilización fomentando así la
economía circular del agua.
Según
los datos facilitados por el secretario de Estado, el pasado invierno
ha sido el más seco en la cuenca del Segura en los últimos 79 años.
Además, la reserva nacional de nieve se sitúa en la mitad de la media
de los últimos cinco años y no alcanzó el 40% de la adquirida en 2018 al
término de la estación, lo que "obliga a hacer una reflexión sobre el
recurso en todos los ámbitos", según Morán.
"Es necesario implementar
medidas definidas para cada escenario para evitar efectos negativos en
el medio ambiente, en el abastecimiento y en el resto de los usos".
El
secretario de Estado ha explicado que "se ha procedido a informar a los
usuarios en las juntas de explotación en el Guadiana, en el Duero, en
el alto Tormes y se aplican las medidas contempladas en el plan especial
de sequías".
En el caso del Segura, se ha informado a la Junta de
Gobierno de que el índice de estado global se mantiene en presequía: los
embalses de esta cuenca contienen actualmente 387 hectómetros cúbicos
de agua embalsada, lo que significa que están al 34% de su capacidad.
Por
ello, para dar respuesta a "la situación de sequía, el pasado 3 de mayo
la Junta de Gobierno de la Confederación del Segura ha aprobado
restricciones al regadío", ha manifestado.
La
Junta de Gobierno ha apoyado las medidas de ahorro en el uso agrícola,
lo que supone una disminución del 15% de los derechos para los regadíos
anteriores a 1933 y del 24% para los posteriores.
Las
menores aportaciones también se ha producido en la cabecera del Tajo,
donde la situación ha pasado del nivel 2 al 3. Por todo ello, "estamos
avanzando un planteamiento estratégico de una gestión integrada de las
diversas opciones de oferta y de esta con la demanda".
Asimismo,
"se está potenciando la gestión de las desaladoras para mejorar la
calidad del agua y reducir la extracción de aguas subterráneas, así como
potenciar la interconexión de desaladoras y fomentar el tratamiento de
aguas residuales", explicó Morán.
En
relación con la gestión integrada de la demanda se han reforzado las
inspecciones y control del regadío con 816 inspecciones, en las que se
ha constatado que más de 3.662 hectáreas no se corresponden con las
cifras del Registro de aguas. Por ello, se potenciarán las comisarías de
agua para clarificar y evitar la fuga del recurso y llevar a la
práctica el lema de la ONU en el Año del Agua: 'No dejar a nadie atrás'.
El rector de la Universidad Politécnica de Cartagena, Alejandro Díaz,
ha asegurado que los regantes del sur de España han sacado el máximo
provecho del trasvase y están en la vanguardia de los sistemas de
regadío, comparables e incluso mejor que los de Israel".
El catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid, Luis Garrote Marcos,
ha coincidido en señalar que el futuro del trasvase está condicionado
por el cambio climático, pero también por la voluntad de los
responsables de la infraestructura".
El presidente de SCRATS, Lucas Jiménez Vidal,
ha asegurado que en España hay "un déficit de infraestructuras que
viene de muy atrás", pero todos los ponentes de la jornada, de todos los
partidos políticos, han coincidido en que no hay alternativa al
trasvase.
La situación en
España es radicalmente distinta a la europea, pero aquí, además, existe
una división geográfica añadida a las políticas que divide la España
húmeda de la España seca, esta última tiene nombre de cuenca, la cuenca
del Segura, sin duda.
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