El detenido, gracias a la mediación de dos facilitadores de origen marroquí, contrataba migrantes del norte de África a cambio presuntamente de cantidades que rondaban los 3.000 euros.
Además, para
no hacerse cargo de las contribuciones a la Seguridad Social por cada
trabajador, también les requería supuestamente aportaciones mensuales de
200 euros.
Según la Comandancia de Almería, los agentes han
podido acreditar en la investigación que, desde 2020, un total de 230
migrantes habrían solicitado regularizarse en Almería aportando
documentos relacionados con este entramado.
Analizando la
contabilidad opaca que manejaba el detenido, la Policía Nacional calcula
que habría obtenido un beneficio en torno a los 370.000 euros.
Las altas masivas de trabajadores extranjeros en las dos empresas
constituidas por el arrestado alertaron a los servicios de la Tesorería
de la Seguridad Social, que bloquearon cualquier nueva alta que tuviera
que ver con ellas.
Esta "adversidad", según los
investigadores, alimentó "la creatividad" del arrestado, que usó
presuntamente a su propio hijo para constituir una nueva sociedad y
continuar así con sus actividades criminales.
La Unidad Contra
Redes de Inmigración y Falsedades Documentales de la Comisaría
Provincial comprobó que estos trabajadores no tenían funciones reales en
el aparato empresarial del detenido, y tras recabar las pruebas y los
testimonios pertinentes, explotaron una operación que se saldó con
cuatro detenidos: padre e hijo, y los dos mediadores marroquíes.
A todos ellos se les imputan delitos contra el derecho de los
ciudadanos extranjeros, falsedad documental, fraude a la seguridad
social y estafa, y fueron puestos a disposición del Juzgado de
Instrucción nº6 de Almería, en funciones de guardia, que decretó su
libertad provisional.
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