Por lo general, todos los adhesivos que lleva un vehículo, más allá de los puramente estéticos, están relacionados con normas de la Dirección General de Tráfico (DGT). Sin embargo, mientras que hay algunas pegatinas que se puede saber fácilmente que son decisiones estéticas de su propietario, hay otras en las que puede haber dudas.
Una de ellas surge precisamente con motivo de una pegatina muy común en coches españoles que se suele situar en la parte trasera, al lado de los pilotos traseros, y que se trata de un símbolo llamativo.
Estamos hablando del símbolo conocido como el Indalo. Si eres andaluz, es muy probable que sepas su significado porque es un emblema de la región, pero si procedes de otra parte del país, es posible que incluso nunca lo hayas visto.
El Indalo es una seña de identidad propia de Almería, una pintura rupestre que data del neolítico y que fue descubierta en la cueva de los Letreros en el año 1868 por parte de Manuel de Góngora y Martínez.
Este símbolo tiene varias interpretaciones sobre lo que representa, ya que, por un lado, hay quienes dicen que se trata de un hombre cazando con un arco y otros consideran que es un hombre con un arcoíris en señal de protección frente a los males terrestres o malos espíritus.
Desde que fue descubierto nació el que se denomina movimiento indaliano, adoptado por un grupo formado por distintos poetas, arqueólogos, pintores y escritores. De esta manera, el Indalo refleja un poder superior que protege y ampara a las personas y distintos lugares, protegiéndose de diferentes males.
En lo que respecta al motivo por el que se pone en los coches en forma de pegatina, la respuesta es que sirve como icono de representación de la provincia, y que, para las personas más supersticiosas, puede ayudarles a sentirse más seguros y evitar los accidentes de tráfico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario