ALMERÍA.- Inmigración a menudo es sinónimo de exclusión. Al menos esa es una
realidad cotidiana en nuestra provincia, donde de todos es bien sabido
las condiciones de vida, sociales y laborales a la que se ven sometidos
muchos de estos hermanos y hermanas nuestras que, simplemente
persiguiendo su derecho a una vida digna, llegaron a nuestra tierra.
En
Cáritas también tenemos a este colectivo como uno de los prioritarios,
ya que sólo promoviendo una actitud positiva y acogedora hacia
ella estaremos dando pasos cualitativos hacia ese “otro mundo posible”
por el que trabajamos.
Además del trabajo intenso de acogida y acompañamiento que se realiza desde nuestras Cáritas Parroquiales (especialmente las del Campo de Níjar y El Ejido), Cáritas Diocesana de Almería tiene un proyecto dirigido específicamente al mismo.
Además del trabajo intenso de acogida y acompañamiento que se realiza desde nuestras Cáritas Parroquiales (especialmente las del Campo de Níjar y El Ejido), Cáritas Diocesana de Almería tiene un proyecto dirigido específicamente al mismo.
Este proyecto tiene dos
vertientes fundamentales:
– Acogida de estas personas desde la cercanía y la comprensión atendiendo a sus necesidades más básicas
– Formación para una mejor integración en nuestra sociedad a través de diferentes talleres, de modo particular los relacionados con el
aprendizaje del español.
– Acogida de estas personas desde la cercanía y la comprensión atendiendo a sus necesidades más básicas
– Formación para una mejor integración en nuestra sociedad a través de diferentes talleres, de modo particular los relacionados con el
aprendizaje del español.
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