LORCA.- La ministra de Justicia en funciones,
Dolores Delgado, ha hecho entrega recientemente en la sede de su
departamento de la Cruz Distinguida de Primera Clase de la Orden de San
Raimundo de Peñafort al magistrado-juez decano de Lorca, Juan Alcázar,
en reconocimiento a los méritos que concurren en su trayectoria
profesional dentro de la carrera judicial, según recoge La Opinión.
Alcázar
fue el primer juez con categoría de magistrado que se incorporó a los
juzgados lorquinos. Su andadura judicial comenzó en 1984 como juez
sustituto y a partir de 1993 como juez titular.
Se
trata de la máxima distinción que se concede a un jurista. En su caso,
la propuesta partió de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado,
Policía Local, Guardia Civil y Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía
que hicieron la petición al Ayuntamiento que lo aprobó en Pleno con la
adhesión también de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de
Justicia de Murcia.
Según
Alcázar, en declaraciones a La Opinión,«no han sido los compañeros
de carrera, sino el pueblo de Lorca y sus gentes con quienes trabajo
cada día, los que lo han propuesto» y hacia quienes van dirigidas sus
muestras de gratitud.
El magistrado-juez Alcázar, como se le conoce
popularmente, nació en Lorca y en esta ciudad pretende acabar su vida
laboral tras desempeñar previamente su trabajo en los juzgados de
Hellín, Yeste, Villarobledo o Totana.
Afirma que en ningún momento ha
sentido aspiraciones de marcharse a Murcia a la Audiencia Provincial
«porque amo la huerta de Lorca, donde vivo, donde tengo mi casa, mi
huerta, mi jardín y mis perros, algo que no compensa ningún tipo de
ascenso».
Se muestra
convencido de que ser juez y vivir en Lorca «no tiene ni inconvenientes
ni tampoco ventajas cuando lo importante a tener en cuenta son las
barreras que te tienes que imponer a ti mismo e imponer a la gente».
Señala asimismo que «no soy hijo de grandes empresarios ni tengo
intereses económicos fuertes en la ciudad ni tampoco me pueden vincular
con empresas que pudieran mediatizar mi trabajo».
Juan
Alcázar es una persona muy querida y respetada en la ciudad. En el año
2018 fue distinguido con el Diploma de Servicios Distinguidos que
anualmente concede el Ayuntamiento de Lorca.
Durante su intervención
dijo que «me siento un privilegiado porque la vida me ha ofrecido la
gran suerte de trabajar en la justicia y en responder a mi compromiso
con ella», señalando asimismo que «un juez no puede nunca olvidar que
opera sobre un material extremadamente sensible: el corazón humano».
Durante
su intervención dijo también que «el oficio de juez es un oficio duro
pero que proporciona enormes satisfacciones», destacando que «lo
grandioso y maravilloso de esta profesión es el contacto con el ser
humano, la aventura que supone la búsqueda de la verdad en cada asunto».
Cuando tenía 24 años, en 1984, dictó su primera sentencia como juez
sustituto del juzgado de distrito de Lorca.
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