Contra de todas las previsiones políticas y periodísticas ha sido
“El País” y no “El Mundo” el periódico que se ha hecho con
la “Lista de Bárcenas” y la ha publicado en su edición de hoy (ayer) a
toda portada. Un autentico bombazo informativo que ha dejado
boquiabiertos a todos, especialmente a la cúpula del PP, que se ha
apresurado a negarlo todo de forma tajante y rotunda.
Pero
ahí están los apuntes contables manuscritos, se supone que de puño
y letra de Luis Bárcenas, acusando directamente al mismísimo
presidente del gobierno como perceptor de casi cinco millones de
pesetas de la caja B, también a su antecesor José María Aznar, el
primero que hizo cola en el juzgado anunciando querella por las
primeras informaciones de El País que le apuntaron como la X de los
sobres de Génova 13.
Los
documentos que hoy han visto la luz no tienen ninguna
validez probatoria judicial -de momento- pero gozan de una
credibilidad política demoledora contra quienes hoy dirigen los
destinos del Estado. Y adquieren cierta credibilidad popular porque
están a la vuelta de la esquina, en la memoria de todos, lo que
sucedía con el dinero fácil en España en los años de referencia.
Años de grandes pelotazos, con supuestas mordidas tras las cuales
una investigación judicial rigurosa seguramente hallaría
adjudicaciones a generosos y ejemplares empresarios, esos que ahora
dicen que ellos nunca han financiado partidos. Ellos no,
pero ¿y sus empresas?
La
aparición de la Lista de Bárcenas ha puesto contra las cuerdas a un
Partido Popular al que se le nota que le empieza a faltar el oxigeno,
En una hora escasa comparecerá Cospedal para explicar que todo lo publicado
es mentira y que seguirán estudiando acciones judiciales.
Pero
los hechos son tozudos y las voladuras controladas por Bárcenas
indican algo evidente: alguien, desde dentro, quiere a su vez la
voladura controlada de la actual cúpula del PP. ¿Una conspiración contra Mariano?
Ayer
el ex tesorero del PP, que lleva la iniciativa en su ofensiva de
chantaje a sus viejos camaradas del partido, dejó a Montoro como a
Cagancho en Almagro, al enviar a la Audiencia Nacional los documentos
que acreditaban que se había acogido a la amnistía fiscal de
Hacienda. Algo que al ministro de Hacienda no le constaba el día que compareció
ante el Congreso.
Y
hoy aparece la lista, con nombres y apellidos, con cantidades al
céntimo, anotadas por alguien que, mientras llevaba aquella
contabilidad en B al frente de la tesorería del partido, se divertía
en los veranos de Marbella con otros dirigentes a los que
supuestamente pagaba también periódicos sobresueldos, caso del ex Secretario General Javier Arenas.
Dos
mensajes contundentes de Bárcenas seguramente en respuesta a la ola
de desprecio e insultos que Génova 13 ha puesto a circular contra su
persona y su gestión tras la descubierta de una cuenta millonaria en
Suiza.
Bárcenas,
cuentan sus allegados, siempre creyó que su responsabilidad en un
tema como la tesorería era compartida mancomunadamente por el
partido, al menos por el presidente del mismo. Ahora le han dejado
solo, más solo que nunca y ante una perspectiva de solicitud de
veinte años de carcel por parte de Fiscalía.
Para
muchos resulta incomprensible, dado el carácter presidencialista del
PP, que ni Aznar ni Rajoy se diesen cuentan durante años de lo que
hacía con el dinero el gerente o tesorero del despacho del piso de
abajo.
Al
periódico El Mundo, el primero que sacó a la luz lo de los
sobresueldos en Genova 13, el pisotón de El País deja en el
ambiente cierta sensación de que el PP habría logrado frenar al
periódico de Unedisa en la publicación de noticias sobre el Caso
Bárcenas. Poco margen de maniobra le queda ahora a EM para demostrar que eso no es cierto.
Salvo que
Pedro J. tenga guardado el listado con los recibís del dinero, tal y
como se podía leer esta mañana en las redes. Si eso fuese tal que
así, habrá que reconocer que un cerebro privilegiado está moviendo
los hilos de lo que empieza a parecer la "Conspiración Bárcenas".
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