ALMERÍA.- La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Turismo, Cultura y
Deporte, ha inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de
Andalucía, como Bien de Catalogación General, la fachada del Edificio
del Antiguo Instituto de Aclimatación del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC), antigua sede de la Estación
Experimental de Zonas Áridas (EEZA), que se sitúa en la calle General
Segura, junto al céntrico Paseo de Almería.
La orden, publicada en BOJA insta a realizar la inscripción procedente en el Registro de la Propiedad, así como en el Registro Autonómico de Instrumentos de Planeamiento, de Convenios Urbanísticos y de los Bienes y Espacios Catalogados, a través de su inclusión en el catálogo urbanístico del municipio afectado.
La inscripción solo afecta a la fachada del edificio de planta rectangular y estrecha con entrada por la calle General Segura, con cuatro plantas de altura y una terraza para iluminar los invernaderos experimentales que acogía mediante columnas pareadas que muestran unos antepechos elevados.
La protección brindada a la fachada del inmueble condiciona los planes de la promotora Aedas, que adquirió el edificio para su demolición y edificar en la zona 25 apartamentos de lujo; ya que en caso de mantener sus planes deberá mantener todo el frontal del mismo.
La protección de esta parte del inmueble, promovida mediante iniciativa del Foro Ciudad, señala que el inmueble se incluye en el inventario del Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea y aparece en numerosas obras de investigación y divulgativas sobre la arquitectura contemporánea en Andalucía, reflejo de esa transición dentro de la obra pública.
Se trata de un ejemplo de la obra civil de Francisco Prieto-Moreno Pardo (1907-1985), uno de los más importantes arquitectos españoles de la postguerra y especialmente de los años cincuenta y sesenta, referencia desde su cargo al frente de la Dirección General de Arquitectura (1946-60), arquitecto conservador de La Alhambra, y muy relacionado con Almería por su labor como conservador de la Alcazaba hasta los años setenta.
La Orden firmada por el consejero de Cultura, Arturo Bernal, también hace saber a los propietarios, titulares de derechos y simples poseedores de los bienes, que tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos, de manera que se garantice la salvaguarda de sus valores.
Del mismo modo, deberán permitir su inspección por las personas y órganos competentes de la Junta de Andalucía, así como su estudio por las personas investigadoras acreditadas por la misma.
Los responsables del inmueble tendrán que comunicar a la consejería competente en patrimonio histórico la realización de cualquier obra o intervención con carácter previo a las mismas.
La orden, publicada en BOJA insta a realizar la inscripción procedente en el Registro de la Propiedad, así como en el Registro Autonómico de Instrumentos de Planeamiento, de Convenios Urbanísticos y de los Bienes y Espacios Catalogados, a través de su inclusión en el catálogo urbanístico del municipio afectado.
La inscripción solo afecta a la fachada del edificio de planta rectangular y estrecha con entrada por la calle General Segura, con cuatro plantas de altura y una terraza para iluminar los invernaderos experimentales que acogía mediante columnas pareadas que muestran unos antepechos elevados.
La protección brindada a la fachada del inmueble condiciona los planes de la promotora Aedas, que adquirió el edificio para su demolición y edificar en la zona 25 apartamentos de lujo; ya que en caso de mantener sus planes deberá mantener todo el frontal del mismo.
La protección de esta parte del inmueble, promovida mediante iniciativa del Foro Ciudad, señala que el inmueble se incluye en el inventario del Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea y aparece en numerosas obras de investigación y divulgativas sobre la arquitectura contemporánea en Andalucía, reflejo de esa transición dentro de la obra pública.
Se trata de un ejemplo de la obra civil de Francisco Prieto-Moreno Pardo (1907-1985), uno de los más importantes arquitectos españoles de la postguerra y especialmente de los años cincuenta y sesenta, referencia desde su cargo al frente de la Dirección General de Arquitectura (1946-60), arquitecto conservador de La Alhambra, y muy relacionado con Almería por su labor como conservador de la Alcazaba hasta los años setenta.
La Orden firmada por el consejero de Cultura, Arturo Bernal, también hace saber a los propietarios, titulares de derechos y simples poseedores de los bienes, que tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos, de manera que se garantice la salvaguarda de sus valores.
Del mismo modo, deberán permitir su inspección por las personas y órganos competentes de la Junta de Andalucía, así como su estudio por las personas investigadoras acreditadas por la misma.
Los responsables del inmueble tendrán que comunicar a la consejería competente en patrimonio histórico la realización de cualquier obra o intervención con carácter previo a las mismas.
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