lunes, 16 de diciembre de 2019

El Gobierno en funciones interviene las cuentas andaluzas… por los incumplimientos que dejó Montero

SEVILLA.-  Sin aviso previo, de la noche a la mañana, la secretaría de Financiación Autonómica del gobierno de Pedro Sánchez ha enviado una carta a la Junta de Andalucía con la que comunica al gabinete que dirige Juanma Moreno que no le permitirá adherirse al Fondo de Liquidez Autonómica si no realiza antes un plan de ajuste del gasto.

Esta intervención no está exenta de polémica, puesto que el ejercicio al que se refiere la Administración Sánchez a la hora de calibrar el incumplimiento de los objetivos presupuestarios es el año 2018, un curso en el que la Junta dependía del PSOE y el control del gasto autonómico colgaba de la actual titular de Hacienda, María Jesús Montero, entonces consejera del ramo bajo las órdenes de Susana Díaz.
Las cuentas del pasado año deberían haber cerrado con un desfase equivalente al 0,4% del PIB, pero se zanjaron con una desviación del 0,5%. En términos monetarios, la herencia recibida por Juanma Moreno suponía un ensanchamiento del déficit, que terminó 2017 en 644 millones de euros pero creció en 2018 hasta los 813 millones.
El fuerte aumento del déficit andaluz no solo recogía la mala gestión de Susana Díaz en materia de contención del gasto, sino que también se explica por el pago de diversas facturas derivadas del descontrol de recursos que ha marcado la etapa del PSOE en la Junta. Así, el gobierno regional desembolsó 200 millones por el Caso Nevada, 165 millones por los sobrecostes del Metro de Sevilla, 227 millones por las deudas contraídas con el Banco Europeo de Inversiones...
Llama la atención, por otro lado, que el Ejecutivo socialista no haya actuado de manera similar con otros territorios que también se saltaron el objetivo de déficit de 2018, caso de Murcia (debía cerrar el año en el 0,4% del PIB, pero se quedó en el 1,3%) o Comunidad Valenciana (que registra el peor resultado de todas las autonomías, con un déficit del 1,4% del PIB que se queda lejos de la meta oficial del 0,4%).
La carta remitida con Hacienda condiciona a la Junta en lo tocante a cualquier operación de deuda: o reduce el gasto para compensar el desfase que heredó de Susana Díaz o tendrá que solicitar permiso para acudir a los mercados y obtener financiación. Esta situación no tiene por qué resultar imposible de gestionar, puesto que Juanma Moreno ha logrado colocar títulos de deuda andaluza valorados en 1.320 millones durante su primer año de mandato. Sin embargo, el ministerio de Hacienda también puede optar por condicionar dichas operaciones o por solicitar planes económico-financieros que contemplen determinadas medidas compensatorias.
En la Junta de Andalucía no dan crédito a lo sucedido. Este lunes, el consejero de Hacienda de la Junta, Juan Bravo, recordaba que curiosamente, la carta está fechada el día 5 de diciembre, dos días después de que "denunciáramos los ERE fraudulentos", recordaba.
Bravo decía que la Junta actual "lo está haciendo bien", sobre todo en materia fiscal. Además, la Junta actual, gobernada en coalición por PP y Ciudadanos, insiste en que desde que llegaron al poder se han marcado como objetivo normalizar la difícil situación presupuestaria que han heredado. 
En este sentido, la legislatura comenzó con unos presupuestos prorrogados de 2018, pero PP y Ciudadanos han aprobado en diez meses dos presupuestos para revertir esta situación heredada y cumplir con lo que establece la Ley de Estabilidad, equilibrar las cuentas y alcanzar el déficit cero en 2020.
Bravo decía no entender la intervención de su administración por parte del ministerio de Hacienda de María Jesús Montero, "si no es porque no les gusta que en Andalucía no les voten a ellos", sentenciaba molesto.
Bajo gobierno de Susana Díaz, María Jesús Montero insistió reiteradamente en que el gobierno de Mariano Rajoy debía transferir a la Junta andaluza más de 4.000 millones derivados de diversos conceptos en que, supuestamente, no se estaba cumpliendo con la financiación debida. 
Sin embargo, Pedro Sánchez no ha movido ni un dedo en este sentido.
La Consejería de Hacienda había planteado llegar al equilibrio presupuestario en 2020, alcanzando por fin un escenario de déficit cero que, hasta la fecha, no se ha dado nunca en el gobierno andaluz, controlado desde la Transición hasta finales de 2018 por el PSOE. "Nuestros hijos y nietos no tendrán que pagar nuestras deudas", explicó el popular Juan Bravo, responsable de las finanzas autonómicas.
De enero a octubre, los Cuadernos de Recaudación Tributaria que publica la Consejería de Hacienda de la Junta han constatado una ligera caída de los ingresos fiscales. Para ser precisos, se generaron 13.257,85 millones por los diversos gravámenes gestionados desde San Telmo, lo que supone 148,11 millones menos que en 2018.
En abril de este año, el Ejecutivo regional introdujo una rebaja de impuestos que incluye bonificaciones de Patrimonio y Sucesiones, minoraciones del IRPF y tarifas especiales para los autónomos.
Por todos estos motivos, desde la Junta no entienden que por un incumplimiento puntual achacable a los presupuestos firmados por la anterior administración socialista se trunque un plan de salida progresiva de esa situación como ha diseñado el actual gobierno autonómico.

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