ALMERÍA.- Los castillos recogen historias apasionantes y dan a los municipios en los que se ubican un toque de distinción.
Los hay de todo tipo y, desde siempre, han supuesto un atractivo
turístico capaz de hacer recorrer por sus rincones a miles de visitantes
dispuestos a sentir en su piel las historias que allí sucedieron.
Pero hay algunos en los que la historia y la belleza van de la mano y estos son los que han conseguido "fascinar" a uno de los periodistas de viajes más prestigiosos del país, Paco Nadal, responsable de contar sus idas y venidas viajeras en el blog El Viajero de El País.
Y entre estas edificaciones de gran belleza, el blog de viajes del
diario nacional ha destacado una que se encuentra en la provincia de
Almería, el castillo de Vélez Blanco, en la comarca de Los Vélez, recoge hoy La Voz.
Así,
según recoge Nadal, hay para él cinco fortificiones que destacan sobre
el resto porque se alzan "aisladas en parajes de gran belleza y te
trasportan sin tener que echarle imaginación a siglos pasados": el Castillo de Almodóvar del Río, en Córdoba; el de La Calahorra, en Granada; el de Loarre, en Huesca; el de La Mota, en el municipio jiennense de Alcalá la Real, y el de Vélez Blanco.
Cruzar el Atlántico
Sobre el almeriense, el viajero destaca que es uno de los "más bonitos de Almería" y
resalta la atención que acaparan sus siete torres, "el patio de
caballerías que conecta con un puente levadizo que da paso a la puerta
principal, acceso a la zona noble y el palacio".
Así
lo relata un experimentado periodista de viajes para el que el castillo
de la provincia de Almería es "un laberinto de salas, escaleras y
pasadizos, con una ornamentación muy superior a la que se espera de un recinto castrense".
Y recoge también algunos detalles sobre la comarca en la que se ubica:
"El castillo de los Vélez es la enseña de esta comarca del norte de la
provincia, una Almería atípica de montañas, bosques y castillos donde suele nevar todos los inviernos que nada tiene que ver con los desiertos costeros de Cabo de Gata".
Pero, como recuerda Nadal, su belleza no puede disfrutarse totalmente "sin cruzar el Atlántico". Y es que, como explica, parte del mismo se encuentra en EE UU: su delicado claustro hecho con mármol blanco de Macael, una
de las joyas del renacimiento andaluz, fue adquirido en 1904 por un
rico norteamericano y trasladado por piezas hasta EE. UU.
Ahora se
exhibe en el Museo Metropolitano de Nueva York. Tenía (o sigue
teniendo, solo que en la Gran Manzana) 16 metros de largo por 13,5 de
ancho y dos alturas de galerías con arcos rebajados y columnas, amén de
una decoración de estatuas clásicas".
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