Toda la
vida me he preguntado por qué fracasó el Comunismo, y, aunque he
hallado muchas respuestas oficiales, ninguna de ellas me convencía
del todo, y trataba de hallar mis propias respuestas. Esta mañana
creo haber hallado mi clave personal.
El sistema comunista es totalmente insectoide, ya que la colmena
lo es todo y el individuo no es nada, por lo que no tiene ningún
reparo en aniquilar al individuo sin contemplaciones, siempre
que estorbe al supuesto interés colectivo.
Por el contrario el Capitalismo extremo sería todo lo inverso, es
decir, desarrollar al máximo el individualismo egoísta aunque
perjudique al interés general de la sociedad, es decir, a costa
de crear privilegios para unos pocos y miseria y desigualdad para
la mayoría. Esto es otro desequilibrio tan malo como el Comunismo.
Ambos sistemas, Comunismo y Capitalismo, nacen de una visión
parcial del ser humano, porque no somos insectos ni tampoco
somos islas. Somos a la vez individualistas, colectivistas,
y además tenemos una dimensión espiritual y trascendente
machacada por el Comunismo y despreciada por el Capitalismo
materialista.
SEDUCCIÓN
Reconozco que el Comunismo ha sido muy atractivo, especialmente
para los jóvenes, porque prometía pan y trabajo para todos, es
decir, igualdad y solidaridad que son valores supremos de la
cultura cristiana. Pero luego unos eran más iguales que otros, y la
represión de la creatividad individual perjudicaba a los propios
intereses del desarrollo económico. Por eso China al final tuvo que
hacer concesiones al sistema capitalista para poder desarrollarse.
La hoz y el martillo es un símbolo astrológico estilizado del
planeta Saturno, y ya sabemos lo que da de sí la energía
autodestructiva de Saturno, el padre que devora a sus propios
hijos. Por eso las purgas estalinistas acababan
destruyendo a su propia gente.
Reconozco que no es nada fácil reconciliar los intereses
individuales y colectivos, y al mismo tiempo potenciar la dimensión
espiritual y trascendente del ser humano. Por eso no se ha
inventado todavía el sistema perfecto. Pero la humanidad va en
esa dirección poquito a poco.
¿UTOPÍA?
No se trata de inventar ningún sistema político extraño, sino de
descubrir primero la verdadera naturaleza multidimensional del ser
humano y luego de adaptar el sistema al servicio de nuestra
naturaleza.
Lo que intentan hacer los malos es justo lo contrario, tratar de
adaptar nuestra naturaleza a un sistema diseñado para servir a sus
propios intereses egoístas. Es como tratar de calzar a presión
un zapato que es más pequeño que la medida de nuestro pie.
Simplemente no funciona, por mucho que lo fuercen, y por mucho dolor
que provoque.
Solamente a partir de la verdadera naturaleza del ser humano, se
puede construir un sistema que funcione, que nos ayude a sobrevivir
con facilidad, y que aporte felicidad a toda la Humanidad.
Me dirán
que soy un soñador utópico, pero tarde o temprano acabará
imponiéndose la Verdad porque no hay otra
solución. La Mentira no funciona. Lo contrario sería forzar
los acontecimientos a costa de provocar mucho sufrimiento y
conflicto.
No sufran más con tanta mentira. ¡Que todo el mundo encuentre paz,
felicidad y armonía!
No hay comentarios:
Publicar un comentario