“El
Partido” (Die Partei) cuya sigla significa
“Partido para el Trabajo, el Estado de Derecho, la Protección
de los animales, la Promoción de las
Élites y la Iniciativa democrática de
base”, es un partido fundado por el periodista de la
revista de sátira política ‘Titanic’, Martin Sonneborn.
Desde el 2005 participan regularmente de las elecciones en todos lo
niveles. La revista ‘Titanic’ es el equivalente
alemán para la Revista ‘Barcelona’ de Argentina,
cuyos equivalentes en España podrían ser ‘Mongolia’,
“Orgullo y satisfacción” o “El Jueves”.
“Fundamos nuestro partido porque llegaron unas elecciones
generales y en nuestra redacción no sabíamos a quién
debíamos votar. Los conservadores eran demasiado
conservadores, los socialdemócratas habían dejado de plantear
políticas sociales de verdad. Los Verdes ya no eran
idealistas, se habían hecho como el resto de partidos,”
recuerda Sonneborn.
PROPUESTAS
Sus propuestas políticas son una parodia y burla constante de los
partidos políticos tradicionales. Entre otros puntos, para las
elecciones nacionales de 2013, está el luchar por la introducción
de una cuota de vagos, la construcción de un nuevo muro, y
simple y llanamente: “¡Merkel debe irse!”.
En 2013 obtuvieron un mandato a nivel local en el Land de
Schleswig-Holstein. Lograron el 0,2% en 2013. En 2014 obtuvieron un
escaño en el Parlamento Europeo.
El hecho concreto es que el partido satírico alemán “Die
Partei” logró un 0,64% en las elecciones europeas del 25 de
mayo, y con ello le alcanzó para quedarse con el último escaño en
el Parlamento Europeo que le corresponde a Alemania.
La visibilidad de Sonneborn y de su partido se multiplicó en
los últimos días. Es interesante como su presencia en los medios
introduce temas al debate político en Alemania sobre la Unión
Europea tales como: el ingreso monetario de los eurodiputados,
sus actividades, y la relación entre países poderosos y débiles,
que pone de manifiesto las grandes diferencias que existen en la
Unión. “Yo propuse hace ya mucho una Europa con único
núcleo duro y 27 países satélites”
dijo.
PARODIAS
Su objetivo es parodiar a la política y a los políticos sin
distinción ideológica alguna. Van aún más allá que el Partido
Pirata en el nivel de ironía de sus mensajes, en muchos casos
rozando lo absurdo y aplicando golpes bajos. Sonneborn
utiliza fórmulas típicas del discurso político y las ridiculiza.
“Frente al terrorismo, estamos pensando en imponer una velocidad
límite de 30 kilómetros por hora para los camiones. Éstos sólo
podrán salir de las ciudades, pero no entrar”, dice Sonneborn,
antes de hablar de los puntos fuertes del programa de su partido.
Entre ellos figura “la eliminación del horario de verano”,
una medida que permitirá “poder dormir una hora más al
año,” según aclara el eurodiputado de Die Partei.
Otra idea fuerte de esta formación es la instauración de una
cuota de un 17% de “vagos, gandules y holgazanes certificados” en
posiciones de liderazgo en las empresas europeas. Es lo que se
llaman en Die Partei la “cuota de vagos,” un vocablo muy
similar al de “cuota de mujeres,” una medida adoptada en esta
legislatura que fija por ley, desde 2016, una proporción del 30% de
mujeres en los consejos de administración de las grandes empresas
alemanas.
Die Partei ve con buenos ojos la fractura hidráulica, pero no
la del subsuelo germano, sino la aplicada a políticos
corpulentos, como el socialdemócrata Sigmar Gabriel,
actual ministro alemán de Asuntos Exteriores, o del conservador
Peter Altmeier, ministro para Asuntos Especiales en la
Cancillería Federal de la jefa del Gobierno, Angela Merkel.
“Queremos someter a fracking a estos dos hombres, que son
increíblemente gordos. Esto puede darnos muchísima energía.”
sostiene Sonneborn.
POPULISMO
“La diferencia entre nosotros, los populistas serios, respecto a
otros populistas, está en que nosotros salimos de una
revista que apenas tiene publicidad, de un medio que es
absolutamente libre, pues sólo pertenece a su empresa editora. No
hay propietario que pueda presionar a los redactores. Es el medio más
libre que hay en Alemania. Nos podemos permitir cualquier cosa. Es
uno de los últimos bastiones de la moralidad,” expone el
único eurodiputado de Die Partei.
Sonneborn se queja del acuerdo alcanzado entre la UE y Turquía
en materia de refugiados. “En realidad, el problema de
los refugiados ha dejado de existir desde que hemos dado dinero a los
turcos para que hagan el trabajo sucio,” dice.
“Turquía recibe entre 3.000 y 6.000 millones de euros de
Europa, y se ocupa del trabajo que nosotros tendríamos que hacer.
Dar dinero a Turquía para que Erdogan lidie con eso es moralmente
más cuestionable, que decir no queremos más refugiados. No sabemos,
de verdad, cómo están los refugiados que siguen huyendo de sus
países,” añade.
Ni él ni nadie de su partido teme tener que enfrentarse al éxito de
partidos populistas de estilo crítico como el Movimiento Cinco
Estrellas del actor y cómico italiano Beppe Grillo. “En
Italia y en otros países europeos hay partidos de protesta que
trabajan con medios satíricos, pero la diferencia es que Alemania es
un país rico y todavía nos podemos permitir hacer algo como ésto
sin que sea malo para la democracia,” comenta Sonneborn.
(*) Periodista
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