El
Presidente Trump, anunció el pasado viernes 15 de
febrero la declaración del estado emergencia nacional en
Estados Unidos con la excusa de financiar el muro fronterizo con
México, con el fin de evitar una invasión de traficantes,
drogas y criminales en la frontera, lo cual le va a permitir
disponer de hasta ocho mil millones de dólares.
Para construir el muro aún necesitaría miles de millones en fondos,
para lo cual recurrirá al Ejército. Y es que
una ley de emergencia permite al presidente “ordenar proyectos
de construcción militar” utilizando fondos del presupuesto
militar, ya que los recursos vendrán del
Departamento de Defensa.
Pero no personalicemos la responsabilidad en un sólo hombre, por muy
importante que sea, porque detrás del señor Trump se oculta un
Gobierno Militar compuesto de generales y almirantes patriotas,
que es el verdadero poder fáctico en Estados Unidos a la hora de
limpiar el pantano de la corrupción, porque son los militares, y
no los policías, los que llevan a cabo las detenciones y los juicios
contra los acusados de delitos de corrupción y abusos contra los
derechos humanos, que no sólo amenazan la seguridad nacional de
EE.UU. sino además la estabilidad mundial.
ESTADO PROFUNDO
Sin embargo, esta declaración de emergencia, al igual que el cierre
de la Administración, es una tapadera, una estrategia
perfectamente planificada para hacer una purga del
Estado Profundo mediante la destitución de altos
funcionarios que bloquean las reformas del Gobierno
y con el fin de cumplir su promesa de “drenar el pantano de
la corrupción”, ya que dicha declaración le otorga poderes
especiales, y le permite tener acceso a partidas
presupuestarias reservadas a situaciones imprevistas.
A partir de ahora podemos esperar muchas jubilaciones y
detenciones inesperadas por parte de individuos acusados,
que actualmente están haciendo acuerdos para escapar de la prisión.
Las personas involucradas en los abusos más atroces contra los
derechos humanos, como el tráfico de niños, serán expuestas
y probadas públicamente.
GUERRA SILENCIOSA
La Orden Ejecutiva está siendo aplicada silenciosamente,
porque el ejército de los EE.UU. quiere mantener gran parte de lo
que está ocurriendo fuera del radar público. La razón
principal para hacerlo es para minimizar la interrupción del
sistema político de los Estados Unidos mientras se produce la
transferencia de poder.
Una vez que se complete el proceso de transferencia, podemos
esperar que se revelen públicamente algunas de las
acusaciones selladas, y Trump declare públicamente
la victoria en su esfuerzo por drenar el pantano de la corrupción.
REVELACIÓN
La Revelación es inevitable, pero es probable que se desarrolle a
través de una serie de pasos graduales que culminen
en cambios radicales en todo el planeta, a medida que se revelen
tecnologías como la energía de punto cero, las energías libres,
la propulsión antigravedad, la curación holográfica y las
tecnologías contra el envejecimiento para lograr una
regresión la edad, como ya se está haciendo
con el NMN o la Nicotinamida Mononucleótida.
La revelación completa es esencial para que la humanidad haga
una transición mundial desde un planeta dominado por sindicatos
delictivos, hacia una sociedad planetaria pacífica, más
informada, digna de convertirse en miembro de pleno derecho de
una comunidad galáctica.
Esto se producirá tras suprimir la ocultación de la
verdad y de la tecnología extraterrestre durante siete
décadas, la existencia de una colonia alemana separatista en la
Antártida y la existencia de múltiples programas espaciales
secretos.
DECRETO EJECUTIVO
No es la primera vez. Algo muy profundo sucedió el 21 de diciembre
con la aprobación del “Decreto Ejecutivo que Bloquea las
Propiedades de las Personas Involucradas en el Abuso de los Derechos
Humanos o la Corrupción” del Presidente Trump. La orden
declaró un estado de emergencia nacional con respecto a los
derechos humanos y la corrupción, y nombró a personas y
organizaciones específicas, a las que congelarían sus cuentas
bancarias y activos, sin importar en qué lugar del mundo se
hubieran producido los abusos.
Se oculta a los traficantes de niños y otros abusos contra los
derechos humanos, y se oculta el robo y mal uso de fondos
gubernamentales. A cualquier extranjero que tenga activos en los
EE.UU. y que haya hecho algo con el propósito de apoyar al pantano
estadounidense se le incautarán esos bienes, y
a cualquiera que viole algo de esta orden ejecutiva se le
confiscarán sus activos.
LA ORDEN
El lenguaje de la Orden Ejecutiva es muy abierto en términos de cómo
la corrupción internacional y los abusos contra los derechos
humanos amenazan la seguridad nacional de EE.UU.:
La Orden considera que la prevalencia y la gravedad de los abusos
contra los derechos humanos y la corrupción que tienen su
origen, en su totalidad o en parte sustancial, fuera de los Estados
Unidos, han alcanzado tal gravedad que amenazan la estabilidad de
los sistemas políticos y económicos internacionales.
Estados Unidos busca imponer consecuencias tangibles y significativas
a aquellos que cometen abusos graves contra los derechos humanos o
incurren en corrupción, así como a proteger del abuso el
sistema financiero de los Estados Unidos por estas mismas
personas.
Por lo tanto, la Orden determina que los abusos graves contra los
derechos humanos y la corrupción en todo el mundo constituyen
una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la
política exterior y la economía de los Estados Unidos.
EMERGENCIA NACIONAL
La Ley de Emergencia Nacional contempla que el Congreso pueda
anular la declaración, si ambas cámaras así lo votan, y si el
Presidente no ejerce su derecho de veto. Pero con una mayoría clara
en la Cámara de Representantes, los demócratas pueden aprobar esa
resolución, pero el Senado está bajo el control de
los republicanos.
La Ley Nacional de Emergencias habilita al presidente a declarar la
emergencia nacional siempre que haya una razón específica para
ello. Eso permite que a continuación se activen cientos de
poderes de emergencia, latentes bajo otras leyes. Estos habilitan
a la Casa Blanca a declarar la ley marcial, suspender libertades
civiles, ampliar las Fuerzas Armadas, embargar propiedades y
restringir el comercio, las comunicaciones y las transacciones
financieras.
NO ES NUEVO
Más allá del ruido que ha generado la advertencia de Trump, un
estado de emergencia no es nuevo en Estados Unidos ya que, todos
los presidentes recientes utilizaron este tipo de ley, y
actualmente hay más de dos docenas de estados de emergencia
activos, renovados anualmente.
El expresidente George W. Bush la invocó después de los
supuestos ataques de Al Qaeda del 11-S para ampliar las Fuerzas
Armadas más allá del presupuesto.
También el presidente Barack Obama recurrió a ella para
declarar la emergencia en 2009 por la supuesta amenaza de la gripe
porcina. y les dio así mayores poderes a las autoridades y
hospitales para actuar con rapidez ante el estallido del brote.
(*) Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario