Que el todopoderoso Amat maneja gran parte de los medios de
comunicación de Almería es de sobra conocido. Ya lo hacía financiando a
un canal de tv de Aguadulce, en su época de concejal de Urbanismo y
luego como alcalde en Roquetas de Mar. El tema debió gustarle,
seguramente pensó que controlando los medios ningún periodista se
atrevería a meter las narices en sus negocios. No se equivocó, al menos
al principio. Ahora la cosa parece ir cambiando, algunos periodistas
empiezan a alzar la voz, otros lo hicimos hace mucho tiempo y sufrimos
las consecuencias.
En la actualidad son numerosos los medios
sobre los que, directa o indirectamente, decide y por consiguiente,
controla. Pero hacerlo en la actualidad resulta más fácil para Amat,
que en aquella época en la que empezaba
a hacer sus pinitos “polanquiles” Sin embargo algo ha cambiado, Amat ya
no necesita comprar ningún medio o intervenir en la compra de otros, como
fue el caso de Popular TV a pesar de que su poder económico sea mucho
mayor. Realmente no necesita hacerlo; ello se debe al enorme poder
político que ostenta, tanto o más del que tuviera Fabra en Castellón.
Lo
difícil para un medio en estos tiempos es no plegarse a sus dictámenes
y convertirte en su vocero, toda vez que hacerlo, es quedarte sin
publicidad.
Pero Amat ha aprendido tanto que ahora controla
los medios sin gastar un solo duro de su bolsillo mientras pueda
hacerlo con dinero del erario público, vía publicidad o patrocinio,
¡para que gastar del suyo!
La realidad es que gran parte de
los medios, bailan al son que él toca y ello no resulta difícil cuando
quienes controlan o dirigen estos son gente de su onda o gran parte de
sus ingresos depende de la voluntad publicitraria de Gabriel Amat.
Y
hablando de onda o de “Herrera en la Onda”, ese programa que el
afamado presentador Carlos presenta y dirige y de cuya turné por
Almería disfrutamos desde la casa de Gabriel Amat, o dicho de otra forma,
desde la Diputación Provincial que el ínclito político dirige como si
de su cortijo se tratara.
Es importante conocer que dicho programa ha
sido denunciado ante la Fiscalía por la Asociación Mediterránea
Anticorrupción y por la Transparencia (AMAyT). La razón está en la
argumentación que dicha asociación ha hecho denunciando que el programa
le costó a los almerienses la nada despreciable suma de 102.850 euros.
Lo que equivale a 260 euros por minuto de emisión o lo que es lo mismo
16.000 euros por cada hora, a lo que a buen seguro habrá que sumarle
comidas, alojamientos etc, etc, etc…, otros gastos que a buen seguro
irán saliendo a la luz.
Sin embargo para que no se me
malinterprete, nada que decir de Carlos Herrera, quién está en su
derecho de poner precio a su trabajo. Es Gabriel Amat quien debe dar
explicaciones, ya que fue él, en gran medida, el beneficiado, pues una vez
más los elogios que el presentador le echó le salieron gratis. Era de
esperar, ¿acaso no es él, el que paga?. Pero Amat, como de costumbre, no
echó mano a su chequera, echó mano a la caja, esa a la que van los
impuestos que los almerienses pagan y de la que él sacó el parné para
pagar el programa. Así que si usted no escuchó el programa jódase y no
patalee pues su parte correspondiente tendrá que pagarla igualmente.
Aquel
que piense que Amat es tonto, se equivoca. Dotado de una inteligencia
natural que sorprende, Amat es entre otras muchas cosas que de momento
silencio, un gran vendedor, y como vendedor sabe hacerlo y vocearlo a la
perfección. Éste te vende la manzana aunque esté podrida.
Es
de esperar que no tardando mucho comience a dar cifras argumentando que
por cada euro invertido en el programa han venido a Almería diez. A ver
quién dice que no, ya se encargarán los medios afines de repetirlo y
repetirlo haciendo de una mentira una verdad, engañando así a la
ciudadanía y haciendo de su nefasta gestión, un éxito.
No obstante
su mayor preocupación en estos momentos es evitar que los medios se
hagan eco e investiguen la denuncia ante la Fiscalía y el bombo empiece a
sonar.
¿Estaremos ante un nuevo "caso Gurtel"?, según la
denuncia redactada por las abogadas Carolina Gutiérrez y Eva Liria,
presidenta y vicepresidenta de la asociación AMAyT; esta va documentada
con 70 folios y más de 1000 documentos públicos.
Al parecer,
la Justicia ha fijado por fin sus ojos en Gabriel Amat. A través de
AMAyT hemos podido saber que la Fiscalía Superior de Andalucía ha
ordenado a la Policía Judicial que elabore un amplio informe sobre esta
presunta trama de corrupción que afecta a 108 empresas y 315 órganos
sociales.
Ahora cabe saber ¿qué juez se atreverá a ponerle el cascabel al gato?
No hay comentarios:
Publicar un comentario