sábado, 20 de julio de 2013

Andaluces en la caja de Bárcenas / Pepe Fernández

Una de las primeras sorpresas que arrojan los llamados “Papeles de Bárcenas”, vistos desde la perspectiva andaluza, es que solo dos empresarios han aportado –supuestamente- dinero al PP en estos años, a través del tesorero de Génova 13. También que son escasos los nombres andaluces del PP que aparecen en la lista de trueques económicos de éstas décadas que dejó anotados  el ex responsable de las finanzas del partido.
 
La contabilidad privada del tesorero, la caja “B” de Bárcenas, aportada al juez Ruz esta misma semana, ha sido desacreditada por activa y por pasiva por la cúpula dirigente del PP, empezando por su presidente Mariano Rajoy y por la Secretaria General María Dolores Cospedal. Antes dijeron que eran fotocopias, ahora que su autor es un delincuente, mentiroso, perverso. Que está donde debe estar, en la cárcel de Soto del Real. Las chispas lo intoxican todo.
 
No es para menos. Los nervios están a flor de piel. Ha estallado la bomba nuclear de la que tanto habían hablado quienes anunciaban la llegada de “el lobo”, entre otras razones porque eran voces que habían hablado con él, en la oscuridad de su cueva. Por tanto, hemos asistido en tiempo real y en directo, al chantaje que, ahora, rechaza Rajoy y su equipo de máxima confianza. Una extorsión contra el PP y  contra sus dirigentes, no tanto contra el Estado de Derecho como pretenden hacer creer ahora desde los manuales. Desde luego alguien negocia porque cree que puede sacar algo, doblegando incluso la voluntad de la otra parte o, sencillamente, porque cree que antes se habrían hecho cosas parecidas que ahora podrían volver a repetirse. 
 
 La opinión pública española, verdaderamente preocupada al situar la corrupción como el segundo asunto que le preocupa tras el paro, le está prestando más atención de la que parece a todo cuanto está vomitando el escándalo Gürtel/Bárcenas. También sigue el Caso Eres, pero con menos intensidad, porque hay mayor información disponible. Expectación general que parece ignorar el PP, a la vista de su comportamiento a la hora de dar explicaciones públicas el jefe de Gobierno y del PP en el Parlamento. Rajoy ha optado por la fórmula del percebe, agarrarse a la roca y aguantar las embestidas de las olas. Algo que supone confiar en que el temporal amaine y que no aumente su fuerza destructora.
 
Si el presidente Rajoy se limitase a hacer exactamente lo que, ayer mismo, pedía el PP andaluz a Griñán, a través de su vicesecretaria Ana Corredera, exigiéndole un pleno especial sobre los Eres por respeto al Parlamento, el PSOE no hubiese anunciado una arriesgada moción de censura porque no haría falta. Señal de que Rajoy habría aceptado hablar en la tribuna. Por cierto, Griñán no solo ha comparecido en el pleno para hablar de los Eres en varias ocasiones, también ha acudido a declarar ante una comisión de investigación parlamentaria, algo que nadie ha pedido aún en el caso Bárcenas.
 
La portavoz del PP-A apelaba al respeto que le debe Griñán y sus socios al Parlamento, a los ciudadanos andaluces, ávidos, decía y con razón, de que alguien asuma responsabilidades políticas en el escándalo de los Eres. Otros en su partido han ido más allá, metiendo en el saco de las justificaciones - ¿novedosas?-  para un pleno monográfico la, para ellos, segurísima imputación por la Juez Alaya en pocos días del presidente de la Junta y otros aforados. Afinan que antes de las vacaciones judiciales llegará el papelito de Alaya.


NO ES EL CHÓFER

Visto desde la calle, sin entrar en demasiadas profundidades, los ciudadanos se ha dado cuenta de varias cuestiones por sí mismos, sin la ayuda del coro de propagandistas que están enseñando la cresta en multicolores praderas televisivas. En muchas ocasiones considerando lela a la ciudadanía.
La cuestión es muy simple. El PP, como casi todos los partidos, se ha estado financiando de forma irregular. Posiblemente también de forma delictiva, si se confirman que los pagos de empresas suponían contraprestaciones en adjudicaciones y concursos públicos amañados. Obsérvese que sobre este punto ha hablado poco el ex tesorero. 
 
Mariano Rajoy ahora y antes José María Aznar, cuyo nombre por cierto no está muy expuesto en estos carteles, heredaron de Fraga un sistema de financiación del partido que modificaron con el paso de los años. Allí siempre estuvo Bárcenas, primero como gerente y finalmente como tesorero propuesto por Rajoy. Lo que se está sabiendo con el estallido del caso viene a confirmar que el núcleo duro de gobierno del PP no solamente está unido por el poder, también por el dinero, a la vista de los sistemáticos sobresueldos en negro que parece que les entregaba el gerente o tesoreros, Lapuerta o Bárcenas.
 
Y quien hace estas acusaciones ante un juez de la Audiencia Nacional no es un chófer, ni siquiera un saltimbanquis que repartía sobres marrones con dinero negro en los bares del entorno de Génova, tampoco un director general del tercer o cuarto nivel político de la cosa. Testimonios, por otra parte, con validez penal y procesal, sin duda. Pero quien esta vez acusa, tras confesar que ha mentido varias veces porque estaba pactando un proceso penal “a la carta” con Rajoy, sin éxito final presumen oficialmente, es uno de los históricos miembros del núcleo duro del PP. Alguien que conoce bien las tripas de Génova 13 y sus finanzas, con sus grandezas y sus miserias. Sin duda la persona con más poder orgánico del partido en cuyas manos ha estado la llave de la caja con muchísimos secretos, parece que muchos  e inconfesables hasta ahora. Tenía razón José Luis Sanz cuando afirmó el otro día en Málaga que el PP es, en estos momentos, el partido más transparente en sus finanzas de España. Se quedó corto: es el único partido que desde hace meses permanece desnudo, en plena calle y a la intemperie.
 
Un hombre, por si había alguna duda, que el propio Mariano Rajoy protege y promueve al nombrarle en el congreso de Valencia tesorero del partido y miembro de la dirección nacional del PP. Sin duda, visto a día de hoy, su gran error político, junto a su incomprensible defensa y relación personal con el personaje cuando las evidencias ya se amontonaban en las puertas de la Audiencia Nacional. ¿Ninguno de los aparatos del Estado avisó al presidente de la nación de tan potencialmente peligrosa compañía?
 
No, esta vez no parece que haya sido el chófer de Luis Bárcenas el que ha hablado con el juez Ruz denunciando una trama. Esta vez el barítono tiene tablas políticas en los grandes escenarios, tiene papeles, documentos originales y, desde luego, mucha, demasiada mala leche acumulada contra quienes, cree, le han traicionado y dejado tirado.

ARENAS CAMPEON

Un vistazo a los papeles de Bárcenas que publica El Mundo en un cuadernillo especial, ofrece, como se apuntó al principio, escasa presencia andaluza. Pero la suficiente como para valorarla en su contexto.
 
Sin duda es Javier Arenas, diputado andaluz por Almería y Senador, el que por su trayectoria en el PP aparece de forma destacada en las cuentas. Todo un campeón en el ranking de cobros. De todos son conocidos sus supuestos sobresueldos, cantidades más o menos fijas y periódicas, que recibió en su calidad de Secretario General del PP y otras responsabilidades. A cuenta “de enero a junio” del 98, Javier Arenas percibe, según Bárcenas escribe por vez primera en sus anotaciones, 2.400.000 ptas. También aparece anotada Teófila Martínez con un pago de 30.000 euros, algo que ella misma desmintió en su día, al igual que Arenas.
 
Por volumen de cantidades, supuestamente cobradas en B, aparece Pedro Arriola el marido de la ex alcaldesa de Málaga Celia Villalobos, seguramente por sus trabajos como gran estratega electoral al servicio de la cúpula del partido.
 
Llama la atención en julio del año 2000 lo que anota Bárcenas en sus bloc de cuentas: “Cancelación cta concejal Málaga” y entrega 2.045.000 ptas. Posteriormente ingresa otras 160.000 en la cuenta de Unicaja a cancelar. 
 
Hay una constante curiosa a propósito de Málaga en el capítulo de ingresos en la Caja “B” de Bárcenas. De forma sistemática y con puntualidad trimestral, aparece un ingreso de tres millones de pesetas (o 18.000 euros) procedentes “de Málaga”. ¿De donde salían esos ingresos? ¿Cuotas de los militantes? Llama la atención el redondo apunte de tres kilos porque en el listado no figura ninguna otra provincia en esas mismas circunstancias recaudatorias, salvo la comunidad gallega y con menor regularidad. 
 
Al comienzo de la primera década del siglo, con el euro compartiendo la cartera con las pesetas, comienzan a aparecer entre los pagadores los nombres de los empresarios andaluces Manuel Contreras Ramos (Azvi) y José Luis Sánchez Domínguez (Sando). Sus aportaciones son también  periódicas. Contreras solía arrimar cada vez 60.000 euros, el límite legal y Sánchez Domínguez 120.000, siempre según Bárcenas. Algún día será bueno contar, desde el punto de vista sociológico, económico  y político, por qué empresarios venidos de abajo, hechos a sí mismos, hartos de luchar, acaban tributando en las taquillas políticas y triunfando con adjudicaciones en los salones del poder. Si alguien piensa, a la vista de estos papeles, que solo dos empresarios andaluces han pasado por las cajas de la política, no conocen que la realidad de la contribución económica a la política en Andalucía ha alcanzado a casi todas las grandes y medianas empresas en estos años.
 
Un día antes de una de las entregas de Manolo Contreras, Bárcenas anota 700 euros en un reloj para Arenas ¿o de arena? Al ex líder del PP andaluz le persiguen los relojes de pulsera. Ya en el agitado pleno del caso de la hija de Chaves en Matsa, el entonces consejero Martín Soler, le echó en cara al jefe de la oposición andaluza el haber recibido supuestos regalos de caros relojes gurtelianos.
 
Y también llama la atención una anotación de 2008 donde Bárcenas apunta 50.000 euros “de José L. Sánchez en Sevilla”.
 
Porque esa es otra conclusión que se obtiene al ojear las cuentas del ex tesorero del PP. Salvo pequeñas y puntuales aportaciones, no aparecen anotados gastos de mantenimiento de las carísimas estructuras regionales del partido con dinero negro. ¿Cómo se han mantenido esas costosas máquinas de personal y de medios? ¿Cuánto y cómo financió el PP-A la compra de su sede en la milla de oro sevillana de la calle San Fernando? ¿Han existido cajas y cajeros regionales independientes? Y lo más importante: ¿Se ha reproducido a nivel regional el mismo sistema de recaudación y financiación implantado en Génova 13 durante décadas?


SILENCIOS ATRONADORES

El PP-A, no puede evitarlo, deja ver en sus filas los efectos del grave momento por el que atraviesa la cúpula del partido a propósito de este gran escándalo. Intenta alzar la voz, pero los atronadores silencios del presidente Rajoy le destrozan a Zoido y a su gente cualquier estrategia de combate para la defensa del PP en territorio del bipartito de izquierdas.
 
Solo confían ya en Alaya a la que a diario se encomiendan, más exactamente a la instrucción de los Eres que ejecuta y en que se cumplan los rumores y vaticinios que apuntan a la “segura” imputación de aforados como Griñán, Aguayo, Viera…
 
El PP andaluz se ha quedado sin discurso. Llevan tiempo así. Su último intento de montar un pleno monográfico sobre los Eres no ha servido siquiera para sorprender a los socios de Griñán, que se han apresurado a coger el guante proponiendo que se haga un debate, sí, pero sobre el estado de la corrupción de todos en Andalucía. Una especie de gran ventilador, pero a lo bestia. Pero la derecha no traga.
 
El PP-A no parece dispuesto a que se aireen algunas de sus estancias y no porque no les haga falta un buen repaso de limpieza. Han optado por el silencio, por tapar bocas, mirar para otro lado, política del avestruz o de la cofradía del percebe. Ahí tienen a una de sus más relevantes figuras, Gabriel Amat, sometido a una “amplia y profunda” investigación por parte de la Fiscalía del TSJA y un juzgado de Roquetas, denunciado por una asociación civil contra la corrupción y Zoido no ha dicho ni palabra. Es solo un ejemplo. Se pueden citar algunos casos más, dentro y fuera del PP, en otros partidos.
 
Como ha dicho Antonio Maíllo desde IU, sería bueno y deseable un debate a fondo sobre el estado de la corrupción -la de todos- en la comunidad y que sirva, de paso,  para poner limites al robo institucionalizado o al mal uso del dinero público de nuestros impuestos.

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