MADRID.- La red de autopistas de peaje registró un
tráfico medio de 17.193 usuarios diarios en los diez primeros meses del
2012, lo que arroja un descenso del 9,94% en comparación con el mismo
periodo de 2011 y retrotrae el tránsito por estas vías a niveles de
1997, según datos del Ministerio de Fomento.
En caso de que la contabilización de los dos últimos meses del
ejercicio arroje datos similares, el tráfico de las vías de pago
españolas cerrará el ejercicio con un descenso del 7,1% sobre 2011, el
mayor desde el inicio de la crisis.
El dato de 2012 supondrá además encadenar seis años de caídas en
los que el volumen de usuarios de las autopistas españolas se ha
contraído un 28% desde el máximo de 23.900 usuarios contabilizados en
2006.
Además, el actual volumen de tráfico es el menor desde los años
1997 y 1998, ejercicios en los que la red de autopistas era casi la
mitad (un 46% inferior) de la actual. En concreto, en esos ejercicios
España contaba con unos 1.750 kilómetros de carreteras de pago, frente a
los 2.560 kilómetros con que arrancó 2012.
Por autopistas, destaca la Eje Aeropuerto, la que une Madrid con
el aeropuerto de Barajas, dado que la vía que gestiona OHL arroja un
leve aumento de su tráfico del 0,13% en los diez primeros meses de 2012.
En el lado opuesto, el resto de la decena de vías de pago que
actualmente afrontan desequilibrios económico-financieros presentaron
descensos del número de usuarios más abruptos y más pronunciados que la
media.
La R-3 Madrid-Arganda se anotó una caída del 25% en su intensidad
media diaria de tráfico (IMD) hasta octubre, con un total de 9.490
usuarios al día. La R-2 Madrid-Guadalajara contabilizó 6.119 vehículos
diarios entre enero y octubre del pasado año, un 23,6% menos.
La Madrid-Toledo experimentó un descenso del tráfico medio diario
del 19,4%, La Ocaña-La Roda del 18,8%, la Circunvalación de Alicante del
18%, la R-4 Madrid-Ocaña, del 17%, la R-5 Madrid-Navalcarnero del 15,6,
y la Cartagena-Vera, del 8,9%.
En el pecado llevan la penitencia estos canallas. Lo que no debemos permitir es que los especuladores consigan socializar sus malos negocios, para que los contribuyentes paguemos los intereses particulares que, además de engañar y estafar con expropiaciones injustas, nos destrozan el territorio impunemente.
ResponderEliminar