ALMERÍA.- Las playas de Vera y Cuevas del Almanzora, recibirán
próximamente una aportación adicional de 35.000 metros cúbicos de arena
para la regeneración de este espacio ante los daños sufrido por la
borrasca del pasado mes de septiembre, que afectó especialmente a
Levante almeriense en la provincia.
La Dirección General de la
Costa y el Mar, dependiente de la Secretaría de Estado de Medio
Ambiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto
Demográfico, ha aprobado obras de emergencia para acometer la reparación
mediante actuaciones valoradas en los 420.000 euros, según ha indicado
la Subdelegación en una nota.
La aportación extraordinaria de
arena se realizará en la playa del Playazo-Natsum, en el término
municipal de Vera, que recibirá 30.00 metros cúbicos y en la de
Palomares-Quitapellejos, ubicada en el término municipal de Cuevas de
Almanzora, donde se depositarán 5.000 metros cúbicos más. En total, las
obras de emergencia aportarán en estas dos zonas del litoral 35.000
metros cúbicos de arena.
Tanto en El Playazo-Natsum, en Vera,
como en la playa de Quitapellejos de Cuevas, se ha perdido bastante
anchura a causa de estos temporales, lo que supone un "grave peligro"
para los bienes situados en el trasdós de la playa, pero, sobre todo,
"para la integridad y conservación de esta, afectando al uso y disfrute
de los usuarios".
La actuación propuesta consistirá en la aportación de
arena procedente de una cantera.
La resolución por la que se
declara obra de emergencia la reparación de los daños causados por los
temporales de septiembre, establece que estos fenómenos costeros, de
intensidad extraordinaria, causaron "pérdida de arena en las playas,
erosión de taludes y de zonas acantiladas y desperfectos en mobiliario e
instalaciones urbanas".
La recuperación natural de la arena
en estas playas puede tomar demasiado tiempo o incluso no producirse,
señala la Dirección General de la Costa y el Mar, de forma que dejarían
de cumplir su función de defensa de la costa, de hábitat para flora y
fauna o de lugar de esparcimiento y uso público.
Por esta
razón, considera que es necesario intervenir "sin demora" para prevenir
daños adicionales en la costa si se presentara otro temporal en el corto
plazo, puesto que, aun cuando fuera de intensidad ordinaria, este
podría provocar daños significativos "al no contarse con la protección
natural que provee una playa bien configurada".
Según
justifica la Dirección General de la Costa y el Mar, el escaso aporte de
sedimentos debido a las escasas lluvias de los últimos años "hace que
las playas no se recuperen naturalmente, aumentando el riesgo de daños
superiores".
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