ALMERÍA.- La plataforma 'Genoveses sin hotel' conformada por colectivos
ecologistas y vecinales han rechazado este lunes que el proyecto para
reconvertir el cortijo Las Chiqueras en la bahía de Genoveses, en el
Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, en un hotel de cuatro
estrellas tenga "utilidad pública e interés social", por lo que han
reclamado la "suspensión del proyecto".
Miembros del
colectivo que integra Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM) y Amigos del
Parque se han reunido este lunes a las puertas de la Delegación
Territorial de Sostenibilidad para mostrar su posición contraria a la
instalación que prevé un alojamiento de 30 habitaciones, piscina, zonas
ajardinadas, aparcamientos.
"Va claramente en contra de las
normas de protección del parque natural y de la biodiversidad de una
zona muy sensible, que incluye aves esteparias e invertebrados, muchos
de ellos en grave riesgo de extinción", han aseverado desde la
plataforma en una nota, desde donde han hecho un llamamiento a la
ciudadanía para que se posicione contra el proyecto.
Para la
entidad, no existen razones suficientes para declarar de "utilidad
pública e interés social" este proyecto; una fórmula que, según han
advertido, permitiría "revertir esa protección" y "permitir el
desarrollo del nuevo equipamiento hotelero" que impulsa la entidad
Torres y González Días S.L.
Los miembros de la plataforma han
señalado que la mercantil es heredera de los bienes y suelos de la
familia de José Montoya y doña Pakita, lo cuales "asumieron el compromiso"
de que los suelos y propiedades que de Cabo de Gata "no fueran
degradados o utilizados para usos distintos de los agropecuarios
originales".
"Por desgracia sus herederos no han recibido,
además de los terrenos, el legado de ese compromiso con un espacio
natural único", han lamentado desde la entidad conservacionista, desde
donde han asegurado que "el único interés visible" que tiene el promotor
de la iniciativa es "meramente privado".
Según han asegurado,
alrededor de 300.000 personas han firmado en contra del proyecto ante
el "uso torticero de esa declaración de utilidad pública para permitir
una actuación deleznable en lo ambiental, en lo social y también en lo
económico".
"Gracias a esa declaración les fue autorizada la
apertura de un supuesto Museo Agropecuario en Las Chiqueras para
actividades culturales o de educación ambiental que, realmente, se ha
convertido en un restaurante para la celebración de bodas y otros
eventos con hasta 350 personas", han criticado.
Con ello, han
reclamado a las administraciones que las declaraciones de utilidad
pública e interés social "no se conviertan en esa 'puerta de atrás' por
la que se sigan colando proyectos contrarios al ordenamiento jurídico".
De otro lado, han afirmado que el proyecto constituye una "chapuza"
desde el punto de vista económico, ya que "en apenas una hoja de Excel
recoge unas inversiones, unos costes o un periodo de recuperación que no
disponen de rigor alguno ni de garantías de obtención de los recursos,
su procedencia o las fórmulas escogidas para desarrollar las
actuaciones".
El primero de los asuntos a los que los ecologistas y vecinos tienen que hacer frente es a ese proceso de declaración de utilidad pública e interés social que, según sus portavoces, no tiene “ni pies ni cabeza”, puesto que el único interés visible es el de un promotor que busca un evidente interés meramente privado.
Por todo ello las plataformas ciudadanas, asociaciones de vecinos del Parque, colectivos de defensa del medio ambiente y otras organizaciones se han plantado para declamar que las declaraciones de utilidad pública e interés social no se conviertan en esa ‘puerta de atrás’ por la que se sigan colando proyectos contrarios al ordenamiento jurídico.
No quieren que se obvien los principios de precaución que recoge la Declaración de Río, la Constitución Española, el Estatuto de Autonomía de Andalucía, el ordenamiento jurídico de la Ley del Patrimonio Natural y de Biodiversidad, el decreto de declaración del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, su Plan de Ordenación, el Plan de Uso y Gestión y un largo etcétera de normas nacidas para la preservación de este paraíso natural que es el Cabo de Gata y, en su seno, la bahía y la playa de Los Genoveses.
Un último punto a sus alegaciones, señalan la chapuza que constituye el proyecto que se ha presentado para el hotel desde el punto de vista económico, ya que en apenas esa hoja de Excel recoge unas inversiones, unos costes o un periodo de recuperación que no disponen de rigor alguno ni de garantías de obtención de los recursos, su procedencia o las fórmulas escogidas para desarrollar las actuaciones.
A modo de ejemplo, habla de un personal de unas 25 personas cuando, según los informes del propio sector hotelero, un hotel de las características del proyectado en Genoveses, tendría una plantilla de entre 3 y 7 empleados, según el grado de ocupación.
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