ALMERÍA.- Desde Verdes Equo, miembro del Partido Verde Europeo, reafirman su rechazo a la decisión del Ayuntamiento de Níjar de admitir a trámite el proyecto de conversión del Cortijo Las Chiqueras, situado en la bahía de Los Genoveses (Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar de Almería) en un hotel para un turismo “sostenible”.
Manifiestan su apoyo a las acciones de la Plataforma “Genoveses sin hotel”; así como promover el impulso político necesario a distintas instancias, incluidas las europeas, para poner freno "a este desmán que supone abrir el parque a futuros proyectos de la industria hotelera de similares características, puesto que ponen en riesgo tanto el frágil equilibrio ecológico del espacio como la economía local que se nutre de un turismo que busca disfrutar de unos valores naturales únicos en España y Europa".
Desde el partido ecologista redundan en lo ya sabido: que "estamos ante un proyecto impulsado por intereses privados (empresa “Torres y González Díaz) consistente en un hotel de 4 estrellas, que contará con 30 habitaciones, piscina y parking para 70 vehículos. Pero que va a desarrollarse en una zona catalogada como C1 por el Plan de Ordenación de Recursos Naturales del Parque; y, por tanto, debía estar restringido a las actividades de uso tradicional vinculado al sector primario (actividad agrícola y ganadera), a la realización de actividades de educación ambiental o investigación, todas ellas incompatibles con la actividad de la industria hotelera".
Pero, tras la reforma que supuso la aprobación de la Ley LISTA en el 2021 (Ley de impulso de Sostenibilidad del Territorio de Andalucía) aprovechando los últimos coletazos del Covid, el gobierno andaluz del PP de Moreno Bonilla permite que se realicen actuaciones extraordinarias en suelo rústico, siempre que estén justificadas por su “utilidad pública e interés social”, condición exigida por la autorización ambiental unificada de la Junta de Andalucía, y con la que cuenta el proyecto empresarial.
Para Verdes Equo se trata de "una pirueta jurídica disfrazada de legalidad", que responde al cambio de "modelo invasivo y depredador de los antiguos mega proyectos turísticos que en la actualidad presentan demasiadas resistencias sociales y judiciales, esquilman el territorio y precarizan las condiciones laborales (tipo el hotel el mal logrado hotel Algarrobico, todavía pendiente de demolición), por hotelitos “con encanto” bajo el disfraz de sostenible.
Pero que, en realidad, abren una puerta trasera por la que se habilita a los ayuntamientos la competencia para aprobar dicha utilidad pública e interés social, con la justificación de un pretendido desarrollo económico y sostenible, tal y como está ocurriendo en el resto del territorio andaluz".
Asimismo, destacan que el gobierno municipal nijareño del PP "tendrá que responder a nivel político, administrativo y judicial", puesto que el parque natural cuenta con niveles de protección de rangos superiores al ser el único Parque Natural Marítimo Terrestre de Andalucía perteneciente a la Red Europea de Espacios Naturales Protegidos (Zona de Especial protección de Aves Esteparias de la Unión Europea y Lugar de Interés Comunitario), estar incluido en la Red Mundial de Geoparques, y disponer de la declaración de Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
La utilidad pública y el interés social que se alega "es muy difusa, ya que se trata de un proyecto privado que, además, va a competir en situación de “privilegio” en detrimento del resto de emplazamientos hoteleros y rurales situados en las poblaciones de los alrededores del parque, que pondrá en entredicho tanto el frágil equilibrio ecológico del espacio como la la continuidad de un turismo que busca disfrutar de una riqueza ambiental única, y, además, va en la dirección contraria de la Ley de restauración de la Naturaleza de la UE (Unión Europea)".
En dicha Ley, la UE se ha fijado el objetivo de restaurar al menos el 20 % de sus zonas terrestres y marinas para 2030 y todos los ecosistemas que lo necesiten para 2050, a fin de regenerar los ecosistemas degradados, contribuir a alcanzar los objetivos climáticos y de biodiversidad de la UE y mejorar la seguridad alimentaria.
"Se trata de garantizar un entorno habitable que facilite la recuperación, en la medida de lo posible, del propio metabolismo del planeta; asegurando el bienestar de las generaciones actuales y futuras, en el que la tierra y los mares sigan teniendo la capacidad de proporcionarnos los bienes y servicios de los que dependen plenamente nuestras vidas, economías y el resto de seres vivos", explican.
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